Agricultores argentinos
Sudáfrica, los primeros campeones
Emprendedores del campo que buscan nuevos destinos: Francisco Lafuente, Pío Silveyra y Juan Carlos Soldano Deheza integran una legión argentina que puso un pie allí en ese lejano continente. En el año del Mundial de Fútbol, no sólo la selección argentina va a buscar brillar y consagrarse en Sudáfrica. En el campo, aunque de manera más silenciosa pero no menos ambiciosa, una legión de argentinos está apuntando a ser campeones en el negocio de la producción en ese país y otros del centro sur de Africa.
Si bien no existe una estadística oficial sobre cuántos productores argentinos están allí, se sabe que un puñado de profesionales del agro están desempeñándose en esas tierras del continente negro. ¿Sudáfrica y otros países de esa región pueden ser la nueva meca para los argentinos, deseosos de explorar horizontes para el agro?
Después de la expansión que productores y profesionales del sector encabezaron hacia países vecinos como Uruguay y Brasil, la pregunta no es descabellada. Es una tierra nueva, con oportunidades. En Sudáfrica, un país con 48 millones de habitantes, hay unos 7 millones de ha en agricultura, con potencial para 13 millones de ha.
Para algunos especialistas, allí está todo por hacerse. Hasta la siembra directa está sumando adeptos con los argentinos y hay un impulso, como acá, por los biocombustibles.
"Las oportunidades que hay acá son fantásticas. Sudáfrica es un neto importador de alimentos." Quien dice eso es Francisco Lafuente, un argentino que llegó a Sudáfrica en 2007.
Desde noviembre de 2008 está en Emvest Agricultural Corporation como gerente de operaciones y desarrollo tecnológico. "La empresa no es un pool de siembra, sino que es un fondo de inversión internacional donde compramos activos agrícolas y los operamos en conjunto. Tenemos un portafolio con campos y empresas agroalimentarias y de biocombustibles con un total de 33.400 hectáreas distribuidas en Sudáfrica, Mozambique, Zambia, Swazilandia y Zimbabwe", comentó.
En esa firma, Lafuente cumple un rol clave: integra un grupo de cinco personas que forma el management comitee donde se toman todas las decisiones estratégicas de la compañía.
Además de Lafuente, hay otros argentinos que también pusieron un pie en Sudáfrica. Se trata de Pio Silveyra y Juan Carlos Soldano Deheza, ingeniero agrónomo y economista, respectivamente. "Estamos asesorando un fondo sudafricano, replicando las prácticas de manejo que se hace acá (por la Argentina) y copiando el sistema de fondo agrícola, con 400 hectáreas de trigo, 250 ha de maíz y 1000 ha de soja, con intenciones de crecer", contó Silveyra.
De la experiencia que tienen en esas tierras, según Silveyra allí falta más capacitación local. "Nos encontramos con un desconocimiento total de los técnicos sudafricanos; realmente fue el escollo más grande", recuerda.
Producción En Sudáfrica, el paquete de hectáreas de la compañía donde está Lafuente se trata de 22.500 ha. Allí hacen desde maíz y soja hasta ganadería. "La soja es el principal cultivo extensivo que hacemos, ya que siempre Sudáfrica estará en paridad de importación, debido a su baja producción", señaló Lafuente.
En líneas generales, el total de producción de soja de Sudáfrica es de 350 mil toneladas en unas 230.000/250.000 hectáreas sembradas. El rinde promedio va de 1,3 a 1,5 toneladas, con los mejores productores en un promedio de 2 toneladas, según Lafuente. "El 95% de la soja es RR y los cultivares que encontramos acá son los mismos que la Argentina. Todavía falta encontrar el paquete tecnológico que nos haga llegar a los 3,5 toneladas por hectárea promedio como en la Argentina, pero el rendimiento crece año tras año", indicó.
Un dato: en el resto de Africa no se puede producir transgénico.
"Los rindes son mejores que en Sudáfrica en planteos comerciales y podemos hablar de 2,5 toneladas de soja y 7/8 toneladas de maíz. Pero la realidad es la de millones de productores tribales que producen ¼ de hectárea con un rinde de 300 kilos por hectárea", explicó. A modo de ejemplo, el maíz blanco para consumo es muy utilizado en ese Continente.
En materia de tecnología, Lafuente comentó que su empresa está sembrando 100% en directa, "cuando se puede y dependiendo de cómo vienen los campos de los anteriores dueños".
Pero Sudáfrica tiene otros atractivos. "La carga impositiva es baja; no hay retenciones. El impuesto que hay es Ganancias y el IVA. No existe otro impuesto a la tierra o tasa vial o al cheque o al patrimonio", expresó Lafuente. Según agregó, Ganancias va desde 28 hasta un máximo de 40%, de acuerdo a una escala de ingresos.
Por el lado de la tierra, un alquiler vale, según Lafuente, 20 dólares la hectárea, pero son difíciles de conseguir. "En otros países de Africa pagás un mantenimiento del lease (contrato) a 99 años, que generalmente es de 50/100 dólares por año por el total de la superficie y dependiendo la zona", informó.
En países como Mozambique y Zambia el 100% de la tierra está nacionalizada, con lo cual se hacen contratos de alquiler con los gobiernos. ¿Y cuánto vale una hectárea? "Los precios de la hectárea en Sudáfrica varían mucho; dependen de la capacidad de producción y la zona, si es más húmeda o seca. Podés hablar de una hectárea de US$ 10.000 bajo riego hasta una de US$ 350 para ganadería con una capacidad de carga de 1 EV -equivalente vaca- cada 10 hectáreas", comentó.
Para recordar, en Sudáfrica, donde la propiedad es privada, hay una reforma agraria que tiene como objetivo, según Lafuente, transferir 30% de la tierra de farmers blancos a emerging black farmers , como se denominan allí. Es un proceso llamado land claim donde el Gobierno analiza cada caso y compra las tierras para devolverlas a las tribus que las reclaman de vuelva.
Biocombustibles Según comentó Lafuente, otro foco de interés de su empresa en Africa está en los biocombustibles. En Mozambique, uno de los proyectos de la firma está en las primeras etapas de la producción de árboles de jatrofa, bambú y castor seed para producción de biocombustibles.
No parecen los únicos interesados, ya que hay empresas europeas tratando de producir jatrofa curcass para biocombustibles. En Zambia, Mozambique, Tanzania y Etiopía hay proyectos de muchas hectáreas. En cambio, en Sudáfrica por ahora no se puede sembrar, ya que está prohibida.
Una de las explicaciones es, según Lafuente, el miedo a que si resulta un cultivo exitoso le reste hectáreas a otros que hoy se destinan para la producción de alimentos.
De acuerdo con Lafuente, su empresa también está evaluando proyectos de molienda de soja, molinos de maíz y producción de pollos, entre otros.
Por Fernando Bertello
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