A poco de cumplir cuatro años de gestión, Gustavo Santos, Secretario de Turismo de la Nación, evaluó el trabajo realizado en su sector y el potencial impacto que tendrá en la creación de trabajo en el país. "Se cambió el paradigma del turismo argentino. Esto fue una visión que compartimos desde el primer día y definimos que el principal problema que tenía la Argentina es la ausencia de conectividad".

Porque su obstáculo fundamental es la distancia con los centros emisivos internacionales y dentro del país, cuando la demanda ha pasado a ser de "mini" escapadas por pocos días pero muchas veces al año. Entonces tuvimos que adecuar la infraestructura a la necesidad de la demanda", destacó a La Prensa Gustavo Santos, secretario de Turismo de la Nación.

Desde que asumió aquel 10 de diciembre de 2015, la gestión del hoy secretario del cuarto complejo exportador de la Nación se focalizó en desarrollar un trabajo conjunto a las autoridades del área de todas las provincias y del sector privado. El funcionario resaltó los puntos más importantes alcanzados durante su gestión.

-La percepción del público en general sobre el turismo como una actividad productiva cambió mucho en estos años de gestión, ¿a qué se lo atribuye?.

-Creo que comenzó cuando nos animamos a generar mayor conectividad aérea aún cuando nos decían que no se podía por distintos motivos. Realizamos audiencias públicas, que no se habían hecho en los últimos 15 años, posibilitando que empresas que quisieran venir a invertir en la Argentina pudieran hacerlo. Así, se insertaron las aerolíneas de Low Cost que en el mundo hace más de 20 años que vienen existiendo pero acá se tenía cierto temor a lo que venía. El resultado es muy sencillo, de los 10 millones de pasajeros que volaron en el 2015 a, en este último año de octubre a octubre, 15.250.000 millones de pasajeros. Son cinco millones y doscientos cincuenta mil más que el 2015. Además, como eliminamos las bandas tarifarias, 500.000 volaron por primera vez en avión. En ese incremento, dos millones de pasajeros los trasladó Aerolíneas Argentinas. Esto lo digo porque estoy harto de escuchar a algunos decir que queremos destruir la empresa cuando en realidad incrementó la cantidad de pasajeros.

-¿Cómo está la empresa hoy?

-Aerolíneas Argentinas tiene más aviones y rutas que en 2015. Rinde un mejor servicio, tiene un mejor ahorro, gasta menos y le cuesta menos al Estado que hace cuatro años. Desde nuestro punto de vista, es nuestra nave insignia en este proceso de desarrollo aerocomercial de una Argentina que entre el 2000 y el 2015 había crecido 20 por ciento mientras que Chile, Brasil, Perú y Colombia habían crecido entre 250 a 350 por ciento en ese mismo período. Tenemos aún un lucro cesante porque deberíamos estar moviendo entre 20 y 22 millones de pasajeros pero todavía estamos en 15 y pico en los vuelos aerocomerciales. Por lo que hay mucho para crecer todavía más allá de las crisis que podamos encontrar.

Por otro lado, mostramos al país como un destino amable con el mundo al quitar, por ejemplo, la tasa de reciprocidad con los Estados Unidos, Canadá y Australia que eran impuestos que les cobrábamos al turista extranjero. Modificamos acuerdos bilaterales que tenían treinta años y nos imposibilitaban volar con más frecuencia a otros países como Colombia. Antes se permitían cuatro vuelos semanales de cada lado y hoy hay tres vuelos diarios que nos conectan. Nos falta otros lugares pero lo haremos o la hará alguien más, lo que no se puede hacer es volver para atrás.

MERCADOS

-¿Cómo se avanzó con los otros mercados?

-Entendimos que el 70 por ciento de las definiciones comerciales en turismo se hacen en el espacio digital y se concretan con un teléfono. Argentina no tenía una política de promoción digital, es decir, tenía una página web pero no una estrategia segmentada, pro audiencia, por nicho o por mercado. Además, de los principales mercados, contamos con una estrategia particular con la China porque es el principal emisor del planeta. Si bien somos para ellos la última opción en América del Sur, por una cuestión de proximidad, tenemos que seguir trabajado para incrementar la llegada de sus turistas. Hoy somos el país de la región en que más se ha desarrollado el "Know How" de trabajo con el mercado chino y con resultados valorado en el mundo entero.

Además, gracias a la conectividad, en la Encuesta de Ocupación Hotelera (EOH) realizada por el INDEC se viene señalando que 2017, 2018 y lo que va en el 2019 son los mejores años de ocupación en la hotelería argentina. Y sobre el turismo internacional, los números que tenemos de este primer semestre nos ubica con un 9.4 por ciento de crecimiento porcentual respecto del año pasado en una proyección hotelera de por lo menos 7,7 millones de turistas extranjeros.

-¿Es la industria que más ha crecido?

-Sí, es el cuarto complejo exportador de la argentina con 5.800.000.000 millones de dólares de ingresos al país. Este 9.4 por ciento de crecimiento, en el ranking que lanzó la Organización Mundial del Turismo en el primer semestre del año, nos ubica en el séptimo lugar en crecimiento porcentual. Los seis nombres que están arriba nuestro son cuatro países asiáticos y dos de medio oriente. Somos el país de occidente que más creció porcentualmente en el mundo en el primer semestre de 2019.

INTEGRACION

-Usted a principio de su gestión habló de la importancia de conformar una integración regional respecto al turismo. ¿Cómo se avanzó en esta área tanto en el interior como en el exterior del país?

-Un ejemplo de esto es la ruta de los jesuitas que técnicamente se denomina un corredor integrado. Es un producto multidestino a nivel regional. Era como un símbolo para materializar en un producto la necesidad que tenemos de pensarnos como región. Entre nosotros podemos competir pero, eventualmente, intercambiar el flujo de turistas. Para captar terceros mercados lo tenemos que hacer juntos creando condiciones de desarrollo conjuntas porque hoy vas a Europa y te podés mover sin problema. Pero, acá, cada país te pide una visa y tenés que sacar tantas como destinos vayas a visitar, lo que genera un obstáculo.

Este trabajo conjunto con otros países lo estamos realizando en el desarrollo de una política común migratoria para los cruceros donde todo le pidamos lo mismo y facilite captar naves ya que realizan paradas en varios destinos de distintos países. También esto se aplica a potencializar la llegada de turistas en Foz de Iguazú y en Puerto Iguazú. Dos millones de visitantes llegan por año en el Parque de su lado y un millón y medio en el nuestro lo que suma tres millones, pero sólo 500 mil son compartidos. Lo que más va a demandar el mundo es naturaleza y nuestra región, en particular nuestro país con los 6 nuevos Parques Nacionales que conformó, es un reservorio de naturaleza que atrae el interés mundial.

-¿Ya a nivel nacional?

-Es un concepto que impusimos desde el primer día. El corredor de la naturaleza en Misiones, Corrientes, Chaco, Formosa, Santa Fe y Entre Ríos es un claro ejemplo de ello. A eso es a lo que tenemos que ir, a corredores y lo que viene también es la posibilidad de desarrollar porciones enteras del territorio argentino aplicándole la matriz turística. Un ejemplo es el modelo de lo que pudimos hacer juntos la Nación, las provincias, el sector privado y los municipios en el Ibera.

BENEFICIARIOS

-¿Es una ventaja del turismo que con poca inversión se puede crear un proyecto en cualquier parte?
-Sí. Este año con el programa Fondo de Desarrollo Turístico (Fondetur), a modo de prueba, le dimos a 300 beneficiarios capital semilla para desarrollar sus emprendimientos. Hay que tener en cuenta que con muy poco se creó entre uno a dos puestos de trabajo. El plan que tenemos para los próximo cuatro años es llevarlo a cuatro mil en total que generarán la misma cantidad, como mínimo, en puesto de trabajo aunque se podría duplicar.

Además, buscamos desarrollar entre 20 a 30 mercados de productos regionales en todo el país para que funcionen como atracción turística para visitar pero también que ofrezcan gastronomía, entre otras actividades. Habría 100 puestos de trabajo por cada mercado lo que generaría tres mil puestos de trabajo por lugar. Lo mismo en la actividad de enoturismo en que cada bodega que se abre al turismo genera 4 puestos de trabajo. El 80 por ciento de esos empleos son mujeres. Hoy 243 bodegas están abiertas de las mil que hay en el país.

Creo que el turismo es la actividad productiva que resolvió la contradicción entre naturaleza y cultura versus desarrollo. Es la posibilidad que permite que la naturaleza y la cultura se hayan convertido en un bien para crear una actividad productiva que, a su vez, se encarga de preservar ese recurso porque finalmente es de lo que vive el lugareño.