Aterrizaron en Colombia
Llegaron los helicópteros brasileños que facilitarán liberación de secuestrados por las FARC
 Arribaron al aeropuerto de la ciudad de Villavicencio para recibir mañana al primero de los dos militares que la guerrilla liberará. La misión humanitaria está integrada por la senadora Piedad Córdoba, quien mantuvo a la prensa al tanto de los desplazamientos a través de Twitter. El presidente Alvaro Uribe casi suspende la operación. Télam - Los dos helicópteros militares brasileños que participarán en la liberación de dos militares en poder de las guerrilla colombiana de las FARC, llegaron esta tarde al aeropuerto de la ciudad de Villavicencio, para recibir mañana al soldado Josué Daniel Calvo.
Los aparatos de las Fuerzas Armadas brasileñas partieron temprano desde la localidad brasileña de Sao Gabriel da Cachoeira y debieron abastecerse de combustible en Bocas del Querari, también en Brasil, antes de ingresar al espacio aéreo colombiano, informaron los medios locales y la agencia de noticias Ansa.
La misión humanitaria estaba integrada por la senadora Piedad Córdoba, quien mantuvo a la prensa al tanto de los desplazamientos a través de su cuenta en Twitter, y el obispo de Magangué, Leonardo Gómez.
Ningún funcionario del gobierno brasileño viajó con los tripulantes militares, mientras que el servicio de noticias Agencia Brasil indicó que el asesor especial de Asuntos Internacionales, Marco Aurelio García, coordinó la participación brasileña en la misión.
Este operativo pudo ponerse en marcha después de casi un año de contactos entre Córdoba y las Farc, que en abril del año pasado se comprometieron a liberar de forma unilateral a los dos militares.
La portavoz del Comité Internacional de la Cruz Roja en Brasil, Sandra Lefcovich, informó que "los helicópteros son del ejército brasileño pero tienen el símbolo de la Cruz Roja, porque también viajan operadoras de la organización, que es parte facilitadora".
El grupo de Colombianos por la Paz aguardaba las aeronaves en el aeropuerto de Villavicencio y coordinará lo relacionado con el acceso de las familias, los comunicadores y los grupos de acompañantes a esa instalación este domingo.
Ayer, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia reiteraron su decisión "irrevocable" de concretar las dos liberaciones. En tanto, la entrega de los restos del militar Julián Guevara, quien murió en cautiverio en 2006, fue nuevamente retrasada por las FARC argumentando que las operaciones del Ejército colombiano en la zona de rescate dificultaban el traslado.
El Alto Comisionado para la Paz, Frank Pearl, reiteró que en una zona selvática colombiana no identificada serán suspendidas las operaciones militares desde las seis de la tarde del sábado hasta unas horas después de que se concrete la liberación del soldado Calvo.
Igual procedimiento se realizará desde el lunes de la próxima semana, en otro lugar presuntamente del departamento de Caquetá, para permitir que el grupo de las Farc proceda a la liberación del sargento Moncayo, secuestrado desde hace doce años.
Por su parte, el presidente de Colombia, Alvaro Uribe, confesó que pensó en revocar el operativo para el rescate, tras el atentado que dejó diez muertos el miércoles en la ciudad portuaria de Buenaventura.
Uribe hizo la confesión ante un auditorio en la ciudad Popayán, sur del país, pero aclaró que decidió seguir con la acción previendo el dolor que podría causarle a los parientes de los retenidos y para no justificar al grupo guerrillero, informó la agencia de noticias Ansa.
Según las autoridades locales, el atentado fue cometido por un grupo de las FARC que estaría aliado con sectores del narcotráfico.
El mandatario dijo que además de pensar en el "dolor" de las familias del sargento Pablo Emilio Moncayo y del soldado Josué Calvo, no revirtió la decisión porque las autoridades le advirtieron que de hacerlo las FARC tendrían una excusa para decir "los íbamos a liberar y el presidente no dejó".
"Así como el gobierno mantiene la decisión de entregar facilidades para que devuelvan a los secuestrados, no quiero que esto sea una señal de debilidad. No quiero que sea un precedente de debilidad", afirmó Uribe.
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