La restricción al ingreso de alimentos
La Presidenta negó que se limiten las importaciones
Desde la Cumbre en Madrid. Para Cristina Kirchner no hubo camiones varados en la frontera con Brasil y las quejas de embajadores europeos parecieron formar parte de la ficción. Poco antes de iniciar el debate por el relanzamiento de las negociaciones entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur en esta ciudad, la Presidenta negó ayer que el Gobierno impidiera el ingreso de productos alimenticios en la Argentina.
Después, con un mensaje ambiguo, defendió la utilización de medidas proteccionistas, como lo vienen haciendo desde hace varios años, dijo, algunos países europeos.
El clima de arduas negociaciones en la VI Cumbre de Presidentes de la UE-América latina para avanzar en un acuerdo comercial del bloque Mercosur con Europa, pareció exigirle a Cristina Kirchner un equilibrio mayúsculo en el uso de las palabras a la hora de hablar de barreras comerciales y políticas arancelarias.
"En realidad, no hubo restricciones", fue la breve respuesta que brindó cuando la prensa la consultó por la decisión de la Casa Rosada, ejecutada por el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, de impedir el ingreso de productos alimenticios.
La Presidenta acababa de inaugurar, junto con su esposo, la nueva sede de Aerolíneas Argentinas en Madrid, a metros de la Gran Vía cuando la Presidenta remarcó: "Vemos la medida que puede tomar uno u otro, pero no vemos la ristra de proteccionismo que viene desde tiempos inmemorables".
Fue una defensa velada para sustentar las medidas que la semana pasada impulsó Moreno y que ayer negó que existieran. Pero, a la vez, fue una señal hacia Europa.
"Siempre está en discusión lo que son también otras formas de proteccionismo, como son los subsidios, de los cuales ya venimos hablando desde hace muchísimos años en todo el mundo y a la Argentina durante mucho tiempo le causaron graves perjuicios", dijo.
De hecho, Cristina Kirchner abundó en un ejemplo concreto: "Una vaca llegó a costar 20.000 euros, lo que revela que el proteccionismo se ejerce en las aduanas, pero también se ejercen políticas fiscales".
El mensaje estaba destinado claramente a Francia, Polonia o Finlandia que siempre mantuvieron una dureza extrema y avanzaron con políticas proteccionistas para eludir un acuerdo comercial con el Mercosur.
Pero fue también una suerte de respuesta a las quejas de Brasil y de más de 20 embajadores europeos ante el Congreso, que cuestionaron la prohibición para el ingreso de ciertos alimentos en la Argentina.
Como para que no quedaran dudas de esta señal, la Presidenta destacó: "Tenemos que tener sensatez y ser realistas. Hay que ver la película completa y no sólo la paja en el ojo ajeno".
Más tarde, en el Campo de las Naciones, que es el lugar donde se desarrolla la cumbre de presidentes, Cristina Kirchner ingresó de lleno en las negociaciones con sus pares del Mercosur y de Europa en pos de la firma de un documento que no arrojó grandes resultados, pero que fue el relanzamiento de las negociaciones entre ambos bloques que estaban estancadas desde hacía seis años.
El acuerdo comercial Al término de esa reunión, Cristina Kirchner en calidad de presidenta del grupo América latina brindó con José Luis Rodríguez Zapatero una conferencia de prensa para anunciar los avances de ese acuerdo.
Fue en ese ámbito en el cual la Presidenta expuso un discurso aggiornado al avance de las negociaciones y pidió examinar las barreras arancelarias "en toda su extensión". Allí, aseguró que todas las formas de proteccionismo "son repudiables".
Las palabras de la Presidenta estaban en consonancia con el mensaje de Rodríguez Zapatero, que en calidad de titular de la Unión Europea elogió el relanzamiento del acuerdo con el Mercosur y dijo esperar que ese entendimiento fuera "ambicioso y equilibrado".
En rigor, las negociaciones continuarán en julio próximo y de concretarse los acuerdos de libre comercio tanto el Mercosur como la UE elevarían en 5900 millones de euros el nivel de sus exportaciones.
Claro que esto no será tarea sencilla por las mismas razones que planteó la Presidenta y que Moreno aplicó la semana pasada, lo que generó un fuerte malestar en Brasil y entre los embajadores de la Unión Europea en la Argentina.
"Sólo se podrá llegar a un acuerdo si se evita el proteccionismo en todas sus formas", concluyó el presidente del Consejo Europeo, Hernán van Rompouy, al acompañar a Rodríguez Zapatero y a Cristina Kirchner en la conferencia de prensa ofrecida al cierre de las negociaciones entre la UE-Mercosur.
Uno de los embajadores que estuvo en el desarrollo de las negociaciones de ayer dijo a LA NACION que el camino para cerrar un acuerdo comercial no será sencillo y que una de las mayores trabas son las medidas proteccionistas de la industria y el agro.
La cumbre de presidentes seguirá hoy con una cargada agenda para la Presidenta. Se reunirá con sus pares de Irlanda, Grecia, Dinamarca y de Bélgica.
Martín Dinatale Enviado especial
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