Made in Brasil
El plan silencioso de Lula para fortalecer la economía de su país
Primero sedujo a empresas nacionales con subsidios atractivos. Luego vino la ola de compras de compañías locales. Ahora, de manera sigilosa, despliega su artillería para hacer crecer a la industria brasileña en territorio argentino. ¿Por qué los empresarios hablan de dumping encubierto? El mítico Banco Nacional de Desarrollo de Brasil (BNDES) históricamente fue señalado como un verdadero ejemplo de la sólida política de Estado del país vecino.
De hecho, constantemente los empresarios argentinos lo toman como el modelo “a copiar” a la hora de diseñar una entidad 100% orientada a apoyar el desarrollo de negocios.
Sin embargo, así como para algunos el BNDES es considerado como el “Santo Grial”, la realidad es que hoy comienza a despertar cada vez más temor entre directivos de compañías nacionales, que ahora lo ven como un “enemigo silencioso” que ya está dando los primeros pasos para operar en la Argentina con un único objetivo: fomentar las exportaciones con sello “made in Brasil” hacia el mercado local.
En efecto: industriales y directivos de bancos alertaron a iProfesional.com que el coloso brasileño -que en 2009 otorgó créditos por un total de 97.000 millones de dólares-, ya comenzó a desplegar una agresiva estrategia, basada en otorgar préstamos baratos a firmas argentinas.
¿Cuál es la exigencia que tendrán que cumplir los empresarios locales a cambio?
Únicamente podrán destinar el dinero a la compra de productos fabricados en Brasil para luego ser traídos al mercado doméstico. Esto es, para muchos empresarios, un dumping encubierto.
El “anzuelo” consiste en tasas de interés muy competitivas que estarán apoyadas, justamente, en subsidios del propio BNDES, a los que ahora podrán acceder ejecutivos locales y no sólo aquellos que ya se ven beneficiados en el país vecino.
Tal como confirmaron desde diversos bancos locales, en el mes de junio comenzarán a estar operativas estas líneas que, en un primer momento, estarán orientadas a la compra de bienes de capital de origen brasileño pero que, en una segunda etapa, podrían ampliarse a piezas, accesorios, insumos y hasta camiones y camionetas.
Un ejemplo: si un empresario local desea financiar la compra de una máquina fabricada en el país, estará sujeto a condiciones de tasa y plazos impuestos por el mercado doméstico. Si en cambio opta por la adquisición de la misma máquina, pero fabricada en Brasil, puede acceder –vía un banco brasileño con sede en la Argentina- a un interés un 60% más barato, en promedio, y plazos más extensos.
Estas “ventanillas” del BNDES en la Argentina, para quien compre productos del país vecino, según pudo saber este medio, posteriormente se extenderán a entidades de todo origen.
Es así como, para algunos fabricantes locales esto implicará, claramente, un potencial daño a la industria nacional, ya que temen que aquellos empresarios que necesiten equiparse e invertir, comiencen a volcarse por bienes producidos en el país vecino.
Incluso, algunos hasta hablan de que se trataría de una maniobra que roza el dumping, una práctica prohibida por la Organización Mundial del Comercio (OMC) que consiste en vender en el país de destino -en este caso la Argentina- un producto a un valor por debajo del precio en el mercado de origen -Brasil-.
Más allá de la polémica, lo cierto es que, según los expertos, esta jugada es la tercera fase de un plan agresivo e integral. Así, al mix de estrategias que ya venía aplicando Brasil con fondos del BNDES, -esto es “llevarse” empresas nacionales con subsidios atractivos para que se radiquen en su territorio, o comprar compañías argentinas pertenecientes a sectores clave-, ahora se suma este plan para fomentar el “made in Brasil” directamente desde la propia Argentina.
Tasas ultracompetitivas
Actualmente, el nivel de tipos de interés para los clientes que acceden a las mejores condiciones (exportadores, principalmente) puede rondar el 5% en dólares o el 17% en pesos.
Sin embargo, estos niveles pasarán a ser "caros" si se los compara con los que, a partir del mes próximo, empezarán a ofrecer algunas entidades gracias a los subsidios de origen brasileño. Según adelantaron, las tasas de estas líneas respaldadas en “megafondos” del BNDES, a la que podrán acceder ejecutivos locales, sí y sólo sí compran e importan productos de Brasil, partirán de un 2% en dólares.
Un ejecutivo de banca corporativa de un banco de capitales europeos, que pidió mantener su nombre en reserva, se mostró muy preocupado: “Son tasas difíciles de empardar para el promedio del mercado local”.
La moneda en que estarán nominados los préstamos es el dólar, por lo que si bien estos créditos baratos estarán accesibles para todos, su foco estará puesto en clientes argentinos que tengan perfil exportador.
Pero no todo es cuestión de bajos costos: hay otro atractivo adicional, sumamente importante a la hora de encarar inversiones a gran escala, y es que los plazos que darán serán mayores: ofrecerán hasta cuatro años para cancelar el préstamo, algo imposible de igualar en la actualidad, si se tiene en cuenta que el promedio del mercado es de apenas de 24 meses.
Desde la filial argentina del Banco Itaú, Glauber Ruffo Semino, gerente de Productos Internacionales, confirmó que actualmente el departamento de riesgo del BNDES ya está analizando los contratos para aprobar las líneas que operará cada banco.
El plan de créditos "baratos" que maneja el Itaú, y que presentará en sociedad en las próximas semanas, estará compuesto por la Libor (0,45%) más un 1%. A este número, luego se agregará un cargo que variará según el nivel de riesgo del cliente. Ese costo adicional puede ir desde medio punto porcentual para las firmas de primera línea hasta tres puntos para las Pyme.
"Es un producto que no tiene competencia directa, porque hoy un empresario argentino que quiera acceder a un préstamo a pagar en cuatro años no tiene oferta disponible en el mercado”, afirmó el ejecutivo del Itaú.
Cabe destacar que los créditos con alma "verdeamarelha" no serán exclusivos de entidades de capitales brasileños. Por el contrario, el BNDES está saliendo a ofrecer estas líneas subsidiadas a todo tipo de bancos. Eso sí: siempre a cambio de fomentar la industria de su propio país.
En medio de la polémica que desató esta iniciativa, Semino intentó bajarle el tono: “Esto es una forma de apoyar a los empresarios argentinos más allá de los exportadores brasileños. El exportador quiere cobrar al contado, y el importador quiere pagar a crédito, y lo que hace el BNDES es brindar esa ventaja directamente en la Argentina".
A la caza de empresas nacionales
Si bien los créditos recién estarán disponibles a partir de junio, la realidad es que algunas entidades ya salieron a “cazar” clientes, adelantándoles las ventajosas condiciones que tendrán las líneas subsidiadas desde Brasil en el mercado interno.
En este contexto, Roberto Lenzi, presidente de la Cámara de Industrias Refrigeradas y Aire Acondicionado, y además titular de Briket, una de las principales fábricas de heladeras de la Argentina –con una producción de 700 unidades diarias-, confirmó a este medio que ya fue “tentado” con esta suerte de “preventa” por parte de un banco de primera línea.
“Estamos gestionando un crédito de 1 millón de dólares para renovar la fábrica pero hasta ahora nos fue imposible. Los bancos nacionales me están ofreciendo apenas u$s200.000. Yo necesito invertir para ampliar la producción y cambiar máquinas, que tienen más de cinco años de uso y así es inviable.
Pero desde un banco brasileño ya me adelantaron que espere unas semanas, que no tome ningún crédito en otro lado, porque iban a tener una alternativa muy conveniente, con baja tasa, a largo plazo y por el monto que yo necesito. Eso sí, únicamente la máquina que tengo que comprar es de origen brasileño”, explicó el titular de la compañía.
En la misma línea, Hugo Ganim, presidente de la Cámara de Fabricantes de Artefactos de Gas (Cafagas), que nuclea a empresas como Orbis, Longvie, Gafa y Escorial, destacó que “tenemos conocimiento de que hubo negociadores brasileños que vinieron a la Argentina para implementar líneas directamente con fondos del BNDES".
¿Práctica legal o dumping?
Esta situación ha llamado la atención de los industriales y economistas argentinos, que consideran la política crediticia brasileña como algo asimilable a un "dumping vía tasas", ya que su consecuencia práctica es el abaratamiento de los productos que entran desde Brasil y que pueden, de esa forma, “morder” el market share de industriales locales.
Desde Brasil, se niega de plano cualquier posibilidad de que esta situación infrinja algún acuerdo comercial o que sea comparable con esta modalidad prohibida por la OMC.
“Nada más lejos de nuestra intención. Esto es conceptualmente algo muy distinto, ya que no vendemos por debajo del precio del mercado, y además se benefician simultáneamente el vendedor brasileño y el comprador argentino, que a su vez es un exportador que gana competitividad”, argumentó el directivo del Itaú.
En la misma línea, el ejecutivo de banca corporativa de un banco de capitales europeos sostuvo que “la aplicación de estos subsidios al crédito no constituye una infracción a las normas del Mercosur”.
Sin embargo, advirtió que “hacen bien en preocuparse los proveedores argentinos, porque ahora pasará a ser más atractivo comprar productos brasileños” atados a tasas bajas.
Al respecto, Gregorio Hernández, gerente de la Cámara Argentina de la Máquina Herramienta, Bienes de Capital y Servicios para la Producción (Carmahe) alertó que la nueva “ventanilla” del BNDES en el país puede afectar a su industria:
“La preocupación por la política agresiva de Brasil es histórica y siempre está a la orden del día. Y este tipo de acciones muestra que ellos nunca descansan, siempre salen a dar pelea, buscando alternativas para ser más competitivos”.
El directivo agregó que la financiación que otorga Brasil no tiene rivales: "En la Argentina conseguir un crédito para invertir y comprar bienes de capital es muy difícil. Por eso, estamos preocupados, tenemos que evitar a toda costa que esto impacte en nuestras industrias y nos dejen sin trabajo”.
El gerente de Carmahe, además, recalcó que este desembarco silencioso del BNDES en la Argentina “obedece a que Brasil tiene una política industrial firme. Acá trabajamos muy a los ponchazos, necesitamos ya mismo un plan sustentable para que el financiamiento deje de ser un problema”.
El BNDES se prepara para el “batacazo”
Si bien será el Itaú el primero en llevar la punta de lanza de los créditos baratos, este plan que está desplegando el coloso brasileño está por pasar a un nivel superior: desde sus oficinas de San Pablo, el analista internacional y CEO de la consultora Center Group, alertó que el desembarco del Banco do Brasil en el Patagonia tiene como uno de sus principales objetivos ayudar a la consolidación de la industria brasileña desde la propia Argentina.
“Es evidente que, a partir de la compra del Patagonia, las empresas locales van a tener mucho más acceso a líneas de financiamiento con fondos del BNDES. Es inevitable: este banco se va a convertir en la gran puerta de acceso para los bienes de capital fabricados en Brasil”, alertó.
Para el experto, hay una razón muy clara que fundamenta que el Patagonia pase a ser parte de esta agresiva estrategia de créditos baratos: su controlador, el Banco do Brasil, es el principal colocador de fondos del BNDES en el país vecino.
Los que más pueden perder
De acuerdo a Segré, “unos de los más afectados serán los fabricantes de maquinaria agrícola”, dado que todas las grandes marcas de cosechadoras y tractores -multinacionales de la talla de John Deere-, tienen sus fábricas instaladas en tierras de Lula da Silva y desde allí exportan a la Argentina.
En este contexto, José María Alustiza, presidente de la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (CAFMA), se mostró muy preocupado por este plan de créditos baratos ya que la única línea que financia la compra de equipos nacionales con subsidios del Banco Nación, hasta ahora no está operativa, y este es un momento crítico, dado que los productores ya están con la mente puesta en invertir de cara al año próximo, alentados por una nueva “megacampaña”.
Por otra parte, Segré alertó que la iniciativa no estará circunscripta a bienes de capital únicamente, sino que, en una segunda etapa, los beneficios del crédito barato "verdeamarelhos" estarán también disponibles para que una empresa argentina pueda comprar partes, piezas e insumos clave para la fabricación de bienes de consumo final.
“La estrategia es sólida y seria. Cualquier producto exportable de Brasil con valor agregado tiene potencial para ser financiado en la Argentina con fondos del BNDES”, sostuvo Segré.
Un país “agresivo” por naturaleza
Si bien la medida tomó por sorpresa a muchos industriales, para los expertos no sorprende si se la analiza a la luz de la situación económica brasileña.
Sucede que, preocupado por el impacto negativo que sufrió la balanza comercial ante la apreciación del real, desde comienzos de año el gobierno del presidente Lula está impulsando medidas para apoyar a los exportadores. Y a cualquier precio.
De hecho acaban de lanzar un paquete de medidas que incluyó la creación de un fondo de u$s6.800 millones, la devolución de tributos y la creación de una nueva línea de créditos en el BNDES por u$s3.980 millones
Cabe resaltar que la institución ha jugado un rol fundamental en el desembarco brasileño en la Argentina: de los más de u$s12.000 millones que Brasil ha invertido para comprar empresas o iniciar emprendimientos en el país, una parte sustancial provino de sus créditos blandos.
Así, gracias al BNDES, los brasileños pudieron hacerse de empresas estratégicas como Quilmes, adquirida en u$s1.200 millones, Perez Companc Energía (u$s1.100 millones), Acindar (u$s240 millones) o el propio Banco Patagonia, por el cual el Banco do Brasil pagó u$s500 millones por una parte del paquete accionario.
En este contexto, el gerente de la Cámara Argentina de Industrias Electrónicas Electromecánicas (Cadieel), Claudio Kramer, sintetizó lo que, hoy por hoy, sienten muchos ejecutivos argentinos: “La estrategia de Brasil me genera envidia. Tienen grandes recursos y los aplican en defensa y promoción de sus empresarios. Cada gobierno que llega al poder entiende que hay que poner todo en juego para promover la industria”.
“La política de Estado es asegurar fondos para que crezca el sector privado y, por lo tanto, el país. Acá, en cambio, tenemos políticas de Gobierno, pero espasmódicas, como poner trabas a las importaciones, retenciones a las exportaciones o demorar la devolución de reintegros”, disparó.
En la misma línea, Hernández de Carmahe, se quejó de que “en la Argentina hacen falta muchas inversiones y las industrias argentinas, por sí solas, no pueden desarrollarse, necesitan ayuda. Los brasileños tienen claro eso y aplican una batería de beneficios. Mientras tanto, acá los subsidios no existen y lo cierto es que tienen que implementarse cuanto antes, porque sino, corremos riesgos de ir quedando más y más relegados. Y eso es menos industria y menos empleos”.
Por CafeCalu -
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