En la Argentina existen antecedentes
Se proponen erradicar en 2012 la rabia transmitida por el perro
La Argentina fue uno de los 20 países que la semana pasada se comprometieron en Buenos Aires a erradicar la rabia transmitida por el perro, en una cuenta regresiva que finalizará dentro de dos años. Hasta fines de 2012, los responsables de los programas nacionales de esa enfermedad fatal, que se puede prevenir mediante la vacunación, deberán aplicar varias estrategias sencillas y de probada efectividad para el control de la salud y la reproducción de las mascotas en América latina. Eso incluye la promoción de la tenencia responsable de los animales.
"Muchas personas consideran que sus mascotas son parte de la familia -recordó el doctor Charles Rupprecht, jefe del Programa de Rabias del Centro de Control y Prevención de las Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos-.
Entonces, si uno no deja que un hijo corra por la calle sin supervisión, ¿por qué deja que el perro ande suelto por la calle o el gato salga a pasear sin vigilarlos. Además, está la sobrepoblación de perros y gatos por el abandono, una realidad que los animales no crearon y en la que sería irresponsable pensar que, para controlarla, hubiera que matarlos."
La rabia es una enfermedad bastante compleja para los que se dedican a estudiarla en el laboratorio. Rupprecht, que es asesor de la Organización Mundial de la Salud, explicó en diálogo con LA NACION que el virus de la rabia tiene una altísima capacidad de adaptación, lo que le permite "saltar" de una especie a otra de mamíferos a través de una mordedura y adoptar características que le permiten perpetuarse en esa nueva familia de huéspedes.
La rabia humana "es transmitida por el perro, que es el principal transmisor y reservorio de la enfermedad", concluyeron los delegados en la 13a. Reunión de Directores de Programas Nacionales de Rabia de Latinoamérica (Redipra 13).
Luego de tres días de sesiones convocadas por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), los representantes firmaron un documento en el que acordaron: "La eliminación de la rabia transmitida por el perro se logra si se sostiene una alta cobertura de la inmunización de los perros por dos años consecutivos con campañas masivas de vacunación, revacunación, alerta en la población sobre el peligro de la rabia y atención adecuada de las personas expuestas [al virus]".
Para lograrlo, se necesita también que los países eviten que la infección cruce las fronteras. "El último caso de rabia humana en la Argentina fue en 2008; un hombre que falleció en Jujuy", explicó el director de Epidemiología del Ministerio de Salud, Horacio Echenique.
Ese año, en esa provincia del Noroeste hubo 26 casos de rabia canina, según las notificaciones epidemiológicas. Pero el año pasado descendieron a seis y, en lo que va del año, hubo un solo caso.
"Es la provincia que más incidencia de rabia tiene en el país, con el 78,8% del total de casos, debido a la realidad epidemiológica de Bolivia, que en lo que va del año ya registró unos 30 casos de rabia canina y un caso de rabia humana", precisó el funcionario.
El punto débil fronterizo está en los alrededores del paso internacional Aguas Blancas, donde es necesario controlar las poblaciones migratorias de perros. Echenique aseguró que existe un acuerdo de cooperación técnica con Bolivia para realizar campañas "espejo" de vacunación antirrábica en todo el cinturón limítrofe, pero admitió que uno de los desafíos para erradicar la rabia es asegurar la disponibilidad de la vacuna, invertir en campañas nacionales de inmunización con asistencia a las provincias, y mejorar la vigilancia epidemiológica de los perros que podrían estar infectados (la sospecha comienza con un cambio de comportamiento del animal y convulsiones) y las personas fallecidas.
"Hay que educar a la población en la tenencia responsable de las mascotas, el cuidado de su salud con la vacunación y la consulta al veterinario, y el control de la reproducción de machos y hembras", insistió Rupprecht.
EL VIRUS EN CIFRAS
En la Argentina, las autoridades de salud pública estiman que hay un perro cada tres personas.
La rabia afecta el sistema nervioso central y su incubación dura entre 60 días y un año. Luego, es mortal en el 99,9% de los casos. Sólo la profilaxis posexposición previene los síntomas y evita la muerte.
El microorganismo (Lyssavirus) se transmite por la mordedura de un animal infectado o el contacto con su saliva.
Los principales vectores son los perros, los gatos, los murciélagos, los hurones y el ganado. Uno de cada cinco animales infectados es un murciélago.
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