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Emotivo festejo de los mineros atrapados
Los mineros enterrados hace un mes y medio a 700 metros tras un derrumbe en una mina de oro y cobre en el norte de Chile conmemoraron hoy con el canto del himno al mediodía local el bicentenario del primer gobierno patrio, en consonancia con el acto oficial y como lo hicieron millones de chilenos desde Arica a Punta Arenas. En la mina San José, en Copiapó, unos 800 kilómetros al norte de Santiago, el himno fue cantado por los mineros que permanecen atrapados bajo tierra desde el 5 de agosto, mientras en la superficie, en el campamento Esperanza, hicieron lo mismo unos cien familiares que esperan el rescate de sus parientes.
Desde el acto central, en Santiago de Chile, el presidente Sebastián Piñera anunció que mañana visitará la mina junto a “nuestra flamante premio nacional de literatura, Isabel Allende”, informó la agencia italiana ANSA.
El campamento Esperanza, donde los familiares aguardan la salida de los 33 mineros sepultados en la mina San José, festejó con una sencilla ceremonia los 200 años de la Primera Junta de gobierno que dio inicio al proceso de independencia de Chile.
En la cima de un pequeño montículo de piedras donde en un lienzo blanco están los rostros de los 33 mineros -32 chilenos y uno boliviano-, fue izada la bandera chilena y cantado el himno.
La base del asta de la bandera estaba pintada de rojo y en ella amarrada la bolsa de plástico en la que llegó el primer mensaje, el 22 de agosto: "Estamos todos vivos, los 33 en el refugio".
El acto central también estuvo teñido por el conflicto con el pueblo mapuche, al que se refirió el presidente chileno: "El país que vamos a construir juntos se va a hacer con unidad, con dialogo y con trabajo, no con violencia ni con huelgas de hambre".
Piñera aludió así a 34 comuneros mapuches que están hace 69 días en huelga de hambre, en reclamo de libertad y contra la vigencia de una ley antiterrorista que permite el procesamiento por tribunales militares.
Por su parte, el arzobispo de Santiago, Francisco Javier Errázuriz, dijo en un Te Deum al que asistieron las autoridades: "De corazón le pedimos a ellos y a las autoridades restablecer las confianzas imprescindibles para que cese la huelga de hambre y se instaure un diálogo generoso y visionario", consignó la agencia alemana DPA.
El arzobispo recordó también a los 33 mineros que permanecen atrapados a 700 metros bajo tierra y a los miles de damnificados del terremoto y tsunami del pasado 27 de febrero.
Respecto a los mineros -víctimas de fallas de seguridad laboral atribuidas por el gobierno a la empresa que explota la mina-, Piñera dijo que "están muy presentes en nuestros corazones y nos hubiera gustado haberlos tenido aquí, en La Moneda, para el 18".
Las tareas del rescate avanzan y "espero que podamos hacerlo antes. Esa es la gran sorpresa que queremos darles", aseveró.
"Los vamos a rescatar. Espero que tengamos buenas noticias.
Fijamos como fecha antes de Navidad y Año Nuevo porque en esto puede haber muchos imprevistos (ya que) no solamente están a 700 metros sino que es una montaña extraordinariamente dura que se resiste a ser penetrada", advirtió el presidente.
A la espera de que las labores de rescate se reanuden tras las tareas de mantenimiento de las máquinas, los trabajadores recibirán dos empanadas y mañana podrían comer asado.
La perforadora T130 rompió ayer una pared del taller aledaño al refugio donde se encuentran los mineros, produciendo expresiones de alegría y agradecimientos que quedaron plasmados en una filmación.
En tanto, la senadora socialista Isabel Allende opinó en una entrevista publicada en Alemania que el incidente en la mina "era absolutamente evitable".
"El organismo supervisor Sernageomin y el de protección laboral tendrían que haber cerrado la mina porque no cumplía con los requisitos de seguridad necesarios", indicó la senadora.
"Una de las lecciones del 5 de agosto es que el Estado debe emplear a más inspectores para velar por que también las minas pequeñas cumplan con las normas de seguridad", sentenció.
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