Violencia generalizada en el Sur de la Capital
Nueva batalla en el Parque Indoamericano con otro muerto y ausencia policial
Un joven de 19 años fue rematado de un disparo cuando la ambulancia que lo llevaba fue interceptada por una patota . El gobierno nacional convocó anoche a Macri y a dirigentes piqueteros a la Casa Rosada. Un hombre yace tendido en el parque Indoamericano después de ser atacado salvajemente durante un nuevo enfrentamiento entre ocupantes del predio y grupos de vecinos.
En medio de una batalla campal registrada ante la ausencia de la policía, un joven de 19 años se convirtió ayer en la cuarta víctima mortal de los enfrentamientos entre los vecinos de Villa Soldati y los ocupantes del parque Indoamericano.
Según fuentes oficiales, el nuevo homicidio ocurrió cuando el joven, herido por la golpiza que supuestamente le propinó un grupo de vecinos, era trasladado al hospital Piñero. En el trayecto, la ambulancia fue interceptada por una patota que abrió las puertas traseras, sacó la camilla y uno de los agresores le disparó un balazo en la cabeza. Impactado por el hecho, el médico de la ambulancia, Obdulio González, sufrió una indisposición cardíaca.
A raíz del recrudecimiento del conflicto, a la medianoche el gobierno nacional convocó a la Casa Rosada al jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, y a referentes de las organizaciones que pujan por los terrenos en el parque Indoamericano. Poco después de la medianoche habían llegado a la Casa Rosada Carlos Alderete, por la Corriente Clasista y Combativa (CCC), y Leonel Pérez, referente de la Villa 20.
Si bien oficialmente se informó que hubo cinco heridos, las autoridades estimaban que podría haber más personas lesionadas dentro o en las cercanías del predio, que no pudieron ser trasladadas a los hospitales debido a que las ambulancias no podían llegar hasta ellos porque eran corridas a balazos.
Estas escenas ocurrían en el mismo momento en que, en la Casa Rosada, la presidenta Cristina Kirchner encabezaba el acto central por el Día de los Derechos Humanos y anunciaba, por cadena nacional, la creación del Ministerio de Seguridad.
Por cuarto día el parque Indoamericano fue una zona liberada por la policía, lo que permitió el enfrentamiento de los vecinos del barrio con los ocupantes del predio a los que intentaban expulsar.
Tres de los cinco heridos, un hombre de 60 años con traumatismo de cráneo; otro hombre, de 30 con golpes en la cara, y otro de 25, herido de bala en la pierna derecha, fueron atendidos en el hospital Piñero.
En tanto que, en el Santojanni, recibieron atención médica un joven de 25 años y otro de 22; el primero de ellos con un balazo en la pierna izquierda. "No podemos entrar en la zona mientras exista riesgo para los médicos. La gente disparó y arrojó piedras contra las ambulancias y no podemos atender a los heridos", dijo el doctor Alberto Crescenti, director del SAME.
Por ese motivo, los heridos eran llevados a la capilla de la Villa 20, donde eran atendidos.
También fueron atacados patrulleros de la Policía Metropolitana, dos de los cuales resultaron destruidos, y dos oficiales femeninas sufrieron heridas.
En su discurso, la Presidenta afirmó que no estaba en sus planes ordenarle a la Policía Federal que interviniera en el conflicto de Villa Soldati. "Un ejemplo de que la mano dura no sirve es el desalojo que terminó peor de lo que empezó.
El orden debe ser custodiado, pero no a partir de cobrar vidas", dijo la jefa del Estado al referirse al operativo realizado el martes pasado en el parque Indoamericano, donde murieron una ciudadana boliviana, de 28 años, y un inmigrante paraguayo, de 22.
De esta forma, la Presidenta respondió al jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, quien le había reclamado que enviara a la Policía Federal para cumplir con la orden judicial de desalojar el predio.
El enfrentamiento que terminó con la muerte del joven, de 19 años, comenzó minutos después de las 20. Primero, los grupos antagónicos comenzaron a arrojarse piedras desde ambos lados de la avenida Castañares. A raíz de las pedradas, los ocupantes del parque Indoamericano comenzaron a replegarse y los vecinos avanzaron sobre ellos.
En ese momento, comenzaron a escucharse los primeros disparos. Dentro del parque los vecinos incendiaron la casilla que habían logrado levantar los primeros ocupantes del predio.
Esto provocó la reacción de los ocupantes, que respondieron la agresión. Entonces, se inició una lucha cuerpo a cuerpo que duró más de 15 minutos, en la cual hubo piedras, palos con clavos en las puntas y por lo menos diez disparos de armas de fuego.
A 50 metros del lugar donde se desarrollaban los incidentes, un grupo de barrabravas que se autodenominaron Seguridad del predio de las Madres de Plaza de Mayo, presenciaban la pelea sin participar. Según relataron a La Nacion, estaban allí para evitar que alguien intentara entrar en los monoblocks.
Gritos desgarradores A los estruendos de los disparos, le siguieron los gritos desesperados y desgarradores de los ocupantes del predio que pedían la llegada de ambulancias para asistir a los heridos. Pero el auxilio médico no llegaba porque la zona no era segura, debido a que las ambulancias eran atacadas a balazos.
Ante la falta de respuesta, los ocupantes del parque improvisaron una camilla con una frazada y entre ocho personas trasladaron a uno de los hombres que tenía su rostro desfigurado por los golpes, a través de 500 metros, hasta un automóvil que lo llevó a un hospital.
Al cierre de esta edición, el parque Indoamericano era territorio del miedo. Helena, madre de tres hijos, uno con asma crónico, gritó desesperada: "No queremos más muertos, no queremos dejar huérfanos a nuestros hijos".
La mujer y un grupo de 50 personas hicieron una fogata en medio del parque. Las mujeres y los niños pasarían la noche allí. Tenían temor de que los atacaran en medio de la oscuridad, pero estaban convencidos de que la única alternativa era quedarse para evitar perder el terreno ocupado.
Con la colaboración de Gabriel Di Nicola, José María Costa y Fernando Massa
Foto RODRIGO NÉSPOLO |