Caso Juliá
Comenzaron a declarar los militares
Seis oficiales de la Fuerza Aérea con destino en la base aérea de Morón, en donde se sospecha fueron cargados 944 kilos de cocaína que fueron decomisados en España, comenzaron a declarar en el marco de la investigación por el caso. Seis oficiales de la Fuerza Aérea con destino en la base aérea de Morón, comenzaron a declarar en el marco de la investigación por el caso que realiza el juez penal económico Alejandro Catania, informaron fuentes judiciales.
El vicecomodoro Jorge Tomasoni, segundo del ya desplazado jefe del sector militar de la base, el comodoro Jorge Ayerdi, declararon en el despacho del segundo piso del edificio judicial de Avenida de los Inmigrantes 1950.
Fuentes de la investigación revelaron que Tomasoni y otros cinco oficiales citados fueron interrogados sobre los controles de ingreso de personas y mercadería a la zona donde estuvo el avión Challenger 604 de los hermanos Eduardo y Gustavo Julia, quienes juntos a Matías Miret fueron detenidos al aterrizar en Barcelona.
Se trata de un tema que roza al arma aérea dado que los hermanos Julia son hijos del fallecido brigadier José Juliá, quien fue jefe de la aeronáutica durante el gobierno de Carlos Menem, y hermanos del comodoro Guillermo Julia, puesto en disponibilidad para facilitar esta investigación.
En tanto, Miret es hijo del brigadier que fue secretario de Planeamiento durante la última dictadura.
Los militares que declararan como testigos tienen grados de vicecomodoro, capitanes y tenientes, y son los primeros de los 18 miembros de la fuerza que prestarán declaración testimonial en los próximos días.
En tanto, en el juzgado de Catania, y con la asistencia del secretario Martín Castellano, ya declararon siete de los diez empleados del sector civil del aeródromo, bajo administración compartida de la Fuerza Aérea y la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC).
Se trató de personal de la torre de control y otras oficinas civiles a quienes se interrogó sobre el control de accesos, seguridad y confección de los planes de vuelos de las naves.
"Todos admitieron haber visto al Challenger en Morón porque un avión de esas características de sofisticación no pasa inadvertido", dijo una fuente del caso.
En total, declaró una veintena de empleados de la ANAC y ahora comienza el turno de los militares, luego de la testimonial de Ayerdi el martes, tras la cual fue relevado de sus funciones por el Ministerio de Defensa.
Aunque en el juzgado de Catania esperan información decisiva desde España, en especial sobre la forma en que había sido colocado el cargamento de cocaína dentro del avión, la ministra de Seguridad, Nilda Garré, consideró probable que la misma haya sido embarcada en Morón, dado que las cámaras de seguridad de Ezeiza, de donde el avión decoló el 1 de enero, no detectaron anomalías.
Trascendió que un informe judicial español remitido ya a las autoridades argentinas confirmaría que los 944 kilos de cocaína estaban debajo de las alfombras y próximo al fuselaje, lo que habría demando varios días de trabajo especializado.
El avión estuvo en las lista de aeronaves en hangares de Morón desde el 6 de noviembre hasta el 30 de diciembre último, cuando fue llevado a Ezeiza, y en ese lapso sólo realizó un vuelo de prueba a Mar del Plata.
|