Crisis en el mundo árabe
Fin de una era en Egipto: cayó Mubarak
Termina un régimen de 30 años. Desgastado por las masivas protestas que le exigían que dejara el poder, el presidente renunció; hubo festejos en todo el país. EL CAIRO (De una enviada especial).- Una declaración de tan sólo 20 segundos, realizada a las seis de la tarde por el desacreditado vicepresidente Omar Suleiman, puso fin a un régimen de 30 años en Egipto y desató ayer la fiesta más grande que jamás se haya visto en la mayor nación árabe.
"Ciudadanos, en nombre de Dios misericordioso, en la difícil situación que Egipto está atravesando, el presidente Hosni Mubarak decidió renunciar a su cargo de presidente de la república y le encargó al Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas la administración de los asuntos del país. Que Dios nos ayude."
Después de 18 días de masivas protestas en la emblemática plaza Tahrir, de esta capital, y en las principales ciudades del país, el reclamo de cientos de miles de egipcios de todas las edades, credos y estratos sociales, desoído hasta el final por el "faraón", por último se hizo realidad.
El anuncio del fin del régimen de Mubarak -un aliado de Occidente que gobernó Egipto durante 30 años con mano de hierro-, que hasta el día anterior se había resistido a dejar el poder, ciego ante un pueblo harto de represión, corrupción e injusticia social, desencadenó festejos estremecedores.
Conscientes de haber hecho historia y de haber logrado con su extraordinaria determinación algo considerado imposible hace tan sólo dos semanas, cientos de miles de egipcios lloraron, se abrazaron y gritaron para celebrar el éxito de una revolución popular, pacífica y sin líderes, nacida en las redes sociales, que marca el comienzo de una nueva era en Egipto y en todo Medio Oriente.
"Allahu Akbar!" ("¡Dios es grande!"), "Misr! Misr!" ("¡Egipto! ¡Egipto!"), "¡El pueblo ganó!", tiros al aire, gente que lloraba y se abrazaba en la plaza Tahrir -el símbolo de la increíble "revolución del Nilo"-, fuegos artificiales, bocinazos, militares que se sacaban el uniforme y se unían a los manifestantes fueron las imágenes que coronaron otra jornada histórica.
|