El premio que el diario Marca le entregó a Messi posibilitó una reunión con Di Stéfano y Maradona, los representantes de tres generaciones que simbolizan lo mejor del fútbol argentino y mundial; un acto lleno de emoción.

MADRID.- Cuando ingresaron en uno de los tantos salones que tiene el hotel Mirasierras, el silencio dominó la escena y sólo el chasquido de los flashes de los fotógrafos volaba por el aire. Fue el instante en que comenzó a gestarse un momento histórico, era el escenario en que la elite de la historia del fútbol argentino y mundial estaba reunida en un mismo lugar: Alfredo Di Stéfano, Diego Maradona y Lionel Messi? "Si existiese un ladrón del fútbol, aquí tendrían a mano su gran botín. Un Goya, un Van Gogh y un Picasso." Las palabras de Olga Viza, la periodista que llevó adelante la ceremonia, representaron exactamente qué sucedió anoche en esta ciudad.

Se sentaron en la primera fila de una hilera de sillas perfectamente distribuidas y la primera pincelada fue de Di Stéfano: "Como en el colegio nos sentaron" y la respuesta fue inmediata: "Sí, Don Alfredo, como en el colegio", devolvió Maradona, con la mirada cargada de emoción, en forma de una pared mágica. La risa fresca y nerviosa de Messi cerró una obra de apenas unos segundos que irradió ternura y complicidad.

La excusa para reunirlos la encontró el diario deportivo español Marca , con la entrega del trofeo que lleva el nombre de Di Stéfano y lo recibió Messi, como el mejor jugador de la temporada 2008-2009.

Fueron apenas 20 minutos, pero resultaron los más trascendentes, en donde tres generaciones de pura magia futbolera se conectaron como si allí hubiera una pelota. Las miradas, los comentarios de Di Stéfano, de 86 años, que desprendían risotadas de Maradona, de 49, y los cachetes colorados de Messi, de 22, por los nervios de lo que allí se vivió, permitieron hacer volar la imaginación y hasta pensar en qué podrían haber hecho los tres juntos dentro de una cancha? Después, Maradona finalizó con el sueño: "Me duelen mucho las rodillas".

Incluso, cuando se enumeraron las personalidades que participaron de la votación para el premio, Zidane, Cruyff, Valdano, Aragonés, entre tantos, Maradona volvió a aparecer en escena: "Yo también lo hubiera votado", para dejar sentado qué piensa del astro de Barcelona.

Se respetaron los pasos formales de toda ceremonia y hasta le entregaron un cuadro al seleccionador argentino. Era una tapa de Marca , con Maradona levantando la Copa en México 86 con la leyenda "El 10 más grande". Después, el técnico del conjunto nacional aceptó algunas preguntas de la presentadora y rompió el silencio, que ya sumaba varios días después de aquella noche en Montevideo cargada de exabruptos. "Me siento fantástico porque pude superar un montón de obstáculos que tenía dentro mío. Es importante en un equipo como el argentino con mucha historia; vamos a dar pelea en el Mundial."

Aceptó las chicanas y hasta una porra (apuesta). Después, cuando lo consultaron acerca de España como la favorita a ganar la Copa del Mundo, Maradona estuvo rápido de reflejos: "El que es favorito no gana. Vamos todos a luchar, seguramente, el que esté mejor, tenga menos lesionados? Es un torneo corto y tenés que tener mucha suerte también, vamos todos con la misma ilusión".

Si bien todo debía ser rápido y expeditivo, el DT Argentino tenía ganas de dejar algunas palabras más: "Quería decir una sola cosa, porque estar junto a Alfredo para mí siempre ha sido un placer. Todos los argentinos y todos los que lo conocemos le debemos mucho. Yo sé que ustedes los españoles le han dado demasiado. Pero Alfredo es argentino y me llena de emoción poder estar junto a él y estar también con Lio, que me hace divertir dentro de una cancha como lo hizo alguna vez Alfredo para el Real Madrid".

Cuando Maradona dejó su sello, apareció la clase de Di Stéfano. Subió al escenario para recibir una distinción y comenzó su show: "¿A ver qué es esto? Muy bien, ahora el premio para el pibe". También mostró su cintura, porque lo consultaron acerca de su deseo para el juego del sábado: "El sábado soy de los dos". Pero todavía tenía más en su repertorio, porque cuando le entregaron junto con Maradona el premio a Messi, dejó su último toque. Miró al director del periódico, Eduardo Inda, y dijo: "Esto pesa más que una deuda". Maradona, Messi y Di Stéfano se conectaron con la vista y la sonrisa fue sublime.

La adrenalina de lo que allí estaba sucediendo se advirtió en Messi, no por no haber recibido premios antes, que los tiene y por kilos, sino por estar junto a otras dos glorias. Tan tímido como siempre, pero ahora con un temblor en la voz que lo decía todo: "Estoy más nervioso que nunca, porque estar junto a estas dos personas? Estoy muy emocionado de recibir el premio de la mano de ellos". ¿Ahora vas por el Balón de Oro?, le preguntó la periodista, y Messi, con la cabeza gacha, como con vergüenza, contestó: "Ojalá que pueda recibir el Balón de Oro; si no es así no pasa nada". Ah, a unos dos o tres metros Maradona no podía parar de reírse de los comentarios que Di Stéfano le hacía por lo bajo.

Los tres se reunieron en el centro para las fotos del final y los flashes enceguecían. Si hasta Bilardo, ubicado en la segunda fila, estuvo haciendo malabares para poder tener la foto de Di Stéfano, Maradona y Messi juntos.

Rápidamente se anunció el final de la entrega, pero Di Stéfano aún tenía algo más. El presidente de la AFA, Julio Grondona, se acercó a saludarlo y le preguntó: "¿Cómo anda? Lo veo muy bien", la respuesta fue tan veloz? "Bien jodido". Maradona abrazó a Di Stéfano y Messi miró con admiración. Un momento único. Histórico.

N° 1
Messi también ganó la distinción Champions N° 1, que conceden Marca y La Gazzetta dello Sport al mejor de la última Liga de Campeones.

Fuente: Por Diego Morini - Enviado especial -