El horror en Japón
Dramáticos esfuerzos para evitar una catástrofe nuclear
Hubo otra explosión en la central de Fukushima / La situación allí es "alarmante" / Tratan de enfriar los reactores con agua de mar / Hay 3800 muertos y 10.000 desaparecidos. TOKIO.- Como los temblores que siguen al peor terremoto que haya vivido Japón, las malas noticias se repiten, una tras otra.
El frente más dramático es el de cuatro centrales nucleares. Esta mañana (medianoche en la Argentina), una explosión en la planta de Fukushima I, la segunda en 24 horas, llevó a las autoridades a declarar que la situación allí es "alarmante".
Los reactores de otras tres centrales se han recalentado como consecuencia del tsunami que siguió al terremoto. En Fukushima I y II ayer se hacían desesperados intentos de enfriar dos reactores con agua de mar, algo que jamás se había hecho.
"Prepárense. No nos queda más camino que cortar la energía." El mensaje fue para los nueve millones de personas que viven en Tokio, famosa por sus luces de neón, ahora en vilo por la tragedia sísmica y la amenaza nuclear, de proyección mundial, que la furia devastadora de la naturaleza provocó en la vasta red de producción atómica del país.
En medio del nerviosismo, el país se oscurecía con cortes programados, incapaz de mantener la provisión eléctrica tras verse obligado ayer a paralizar preventivamente parte de su sistema nuclear. Fue un duro reconocimiento para una sociedad que se considera imparable.
Otra noticia que conmovió a Japón fue la aparición, esta mañana, de 2000 cadáveres más en la península de Ojika, en el nordeste del país, lo que eleva a 3800 el número de muertos reconocidos por las autoridades. Pero siguen desaparecidas más de 10.000 personas, atrapadas bajo los escombros o mar adentro después del paso de la ola gigante provocada por el terremoto.
Casi 400.000 personas fueron evacuadas y 100.000 militares de 70 países trabajaban para llevar ayuda a las víctimas del sismo, de 9 grados en la escala de Richter, que fue calificado ayer por el primer ministro japonés, Naoto Kan, como "el peor desastre desde la Segunda Guerra Mundial".
Pese a que el gobierno no lanzó una alerta atómica, varios países -entre ellos, Estados Unidos, Francia y México- recomendaron no viajar a Japón hasta que "la situación nuclear y el riesgo de contaminación se aclaren".
En medios locales sí se detectó el éxodo de gente no sólo asustada por la crisis atómica, sino también por el reconocimiento de la Agencia Meteorológica Japonesa de que en los próximos días puede haber "fuertes réplicas" del terremoto, según dijo su vocero, Takashi Yokota.
Un fuerte sismo de 6,4 grados esta mañana pareció confirmar los pronósticos y llevó incluso a declarar otra alerta de tsunami, luego levantada.
El gobierno admite que la situación es alarmante en la planta de Fukushima I, a sólo 250 kilómetros de esta ciudad y donde se concentran los peores temores, especialmente después de la segunda explosión.
Fuentes de la planta nuclear dijeron que hay seis heridos a causa de la explosión. Pero el jefe de Gabinete, Yukio Edano, repitió que por el momento "no hay peligro" para la salud de la población.
El país apagaba sus luces al ritmo en que se encendía la alarma atómica causada por el doble cóctel de tsunami y terremoto, golpeando juntos con una intensidad no vista en más de un siglo. "Jamás imaginamos algo tan fuerte", admite el gobierno del país que se considera el mejor dotado en sistemas de prevención antisísmica.
"Esto es el peor golpe que sufre el país en 65 años", afirmó el primer ministro, que así trajo a la memoria el fantasma de la devastación en un país que sufrió la garra atómica en carne propia durante la Segunda Guerra Mundial.
Para millones de personas, lo más evidente es que faltan electricidad y agua; para cientos de miles, el drama son la devastación y la pérdida. Pero en lo profundo, para unos y otros, el miedo tiene signo atómico. Y con eso nadie sabe qué puede ocurrir.
Tres días después de que la naturaleza golpeara, se batalla aquí contra una crisis nuclear que tiende a agudizarse con el riesgo de fusión en varios reactores. Oficialmente, se admiten problemas en la planta de Tokai (al norte de esta ciudad) y en las centrales de Fukushima I y II y Onagawa, distante sólo 120 kilómetros.
Pero en la medida en que la crisis se extiende aumenta la desconfianza hacia el reporte oficial, ante la evidencia de que la información periodística ha ido, hasta ahora, por delante de lo que luego confirman las autoridades. "El problema de la radiación es que no se ve ni se huele, pero sus efectos son a largo plazo y dañan la salud y el medio ambiente durante años", según se explicó a La Nacion.
LAS CLAVES DE LA EMERGENCIA ¿Qué importancia tiene la planta nuclear afectada por el sismo?
Con diez reactores, Fukushima es el corazón de la industria atómica japonesa. En noviembre de 1970, comenzó a funcionar el reactor de agua en ebullición operado por la japonesa Tokyo Electric Power Company (Tepco), con una capacidad de 460 megavatios, y desde 1971 distribuye electricidad.
¿Cómo funciona un reactor de agua en ebullición?
En la vasija del reactor, las barras de combustión de uranio están rodeadas continuamente de agua que enfría la instalación y que actúa como una especie de freno durante la fisión para ralentizar los neutrones liberados y permitir nuevas fisiones. El agua de la parte superior se lleva a ebullición. El vapor producido se transporta a través de unas tuberías hasta las turbinas que impulsan los generadores de electricidad.
¿Qué ocurrió tras el terremoto y el posterior tsunami?
El sismo provocó la suspensión del abastecimiento energético y se activaron los generadores diésel que abastecen de energía al sistema de refrigeración. Pero también estos fallaron y las baterías sólo pueden mantener la refrigeración de forma provisional. Consecuencia: las barras de combustión no pudieron enfriarse lo suficiente. También falló el sistema de refrigeración en el reactor 3, así que existe el riesgo de una fusión del núcleo en dos de los reactores.
¿Qué pasa en una fusión del núcleo?
Cuando disminuye el agua de enfriamiento, los reactores se sobrecalientan y las barras de combustible quedan dañadas, lo que puede provocar que se fundan. El núcleo se calienta tanto que la masa que se funde puede alcanzar las paredes de acero del reactor, con lo que se libera una gran cantidad de radiactividad. En el estadio final, el núcleo fundido sobrepasa las paredes del reactor y el material radiactivo sale al exterior.
¿Se puede frenar una fusión de núcleo?
Cuando el sistema de refrigeración falla, sólo se puede evitar el proceso bombeando agua de otra fuente. En Japón se está intentando controlar la situación bombeando agua de mar al reactor. No está claro qué se hará con el agua contaminada. El último recurso sería mezclar la masa fundida con arena y mantenerla alejada del medio ambiente.
¿Qué puede hacerse en caso de un accidente mayor?
Ya fueron evacuadas 200.000 personas en un radio de 20 kilómetros. Lo grave es que podría haber varias fusiones de núcleos. A la población se le está dando tabletas de yodo con las que se espera que pueda contrarrestarse el efecto que el yodo radiactivo 131 puede tener en la tiroides.
Silvia Pisani Enviada especial
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