Diferencias en el Frente Para la Victoria
Informe Especial: Hugo Moyano bajo la lupa
Hugo Moyano es tema obligado actualmente, pese a los sucesos en Libia o las elecciones en Chubut. Le resulta difícil al Frente para la Victoria explicar la convivencia con Moyano, que luce agotada. Patético lo de Horacio Verbitsky: era bueno el exhorto suizo contra Antonio Bussi pero es malo contra Moyano. CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Es el peronismo: desde las amenazas a los periodistas que critican al líder hasta el exabrupto de una amenaza de paro y movilización para defender la situación judicial de un dirigente (¡...!), sin olvidar los enfrentamientos domésticos en el Frente para la Victoria. Pero, a la vez, considerando que el peronismo sigue siendo la fuerza política mayoritaria en la sociedad argentina, el problema resulta mucho más delicado. Hugo Moyano, Cristina Fernández y Carlos Tomada, Facundo Moyano, Julio De Vido, Daniel Scioli y Hugo Curto: todos se dicen ubicados en la nube peronista. En ese contexto, la ex ministra de Salud de Cristina Fernández, Graciela Ocaña, acusó a Hugo Moyano -en declaraciones a Noticias Argentinas y Diarios y Noticias-, de buscar impunidad tras haberse "aprovechado del Estado para construir su propio imperio personal." "Moyano está nervioso. No soporta que lo hayamos expuesto, más que como un dirigente sindical, como un dirigente empresario", afirmó. -A usted la calificó de mitómana. ¿Qué le responde? -Alguien le debe haber dado el término porque lo usaron varios (sindicalistas). Se ve que fueron al diccionario y lo encontraron. Lo enoja que le haya dicho "no" cuando era ministra y no le dejara utilizar los fondos públicos como quería. Por eso, incansablemente, pidió mi renuncia. Sobre la suspensión del paro, Ocaña manifestó sus reservas en cuanto a lo ofrecido, tras bambalinas, a Moyano. "El gobierno tenía la salida de declarar la medida de fuerza como ilegal. Parece que ahí hubo una negociación y hasta movimientos extraños porque un fiscal que estaba con licencia, de golpe, tomó su puesto y se pidió (a la justicia suiza) ampliación de la información", enfatizó. "Me preocupa lo que vimos durante las ultimas semanas: cuando un juez investiga, se contraponen medidas de fuerza para defender el interés de un determinado dirigente gremial. Lo dije en el caso de (Gerónimo) Venegas y ahora con Moyano", advirtió. "Más allá de que nos guste o no las decisiones de los jueces, lo único que no se puede hacer es evitar acatarlas; en todo caso, la justicia tiene instancias de revisión superior. Me parece muy grave cierto apriete que se vio", concluyó. Vamos a algunas lecturas dominicales: 1. Carlos Abrehu, en La Gaceta, de San Miguel de Tucumán: "Como a Antonio Domingo Bussi, la justicia de Suiza incomodó al camionero Hugo Moyano, por su presunta vinculación con maniobras de lavado de dinero. Al primero, la revelación de la cuenta abiertas en el Banco de Credite Suisse le cayó pesadamente en febrero de 1998. No fue destituido de la gobernación, porque fracasó el juicio político que se le inició en marzo, pero el episodio contribuyó aún más a deteriorar su imagen. La fiscala Carla Del Ponte fue figura estelar de la investigación de entonces. A Moyano, la acción automática del Ministerio Público Fiscal del estado helvético lo sobresaltó extremamente. Reaccionó amenazando con paralizar el país con una huelga del transporte, ante un requerimiento que puede desestabilizar su proyecto de poder. El gremio camionero acusó a Del Ponte de conspirar contra su jefe político, porque fue embajadora de Suiza hasta su reemplazo por Johannes Matyassy. Por prudencia, cuando visitó Tucumán, ella se excusó de opinar sobre el caso de la cuenta de Bussi, para no interferir en la política argentina. Del Ponte, otra vez, en el centro de la discusión, ahora por los defensores de Moyano. Como en 1998, es difícil admisión en la Argentina, que la justicia de un país extranjero decida hurgar en las finanzas de personajes aparentemente intocables, aun basándose en recortes periodísticos. Esa sensación de omnipotencia es la que impulsó la embestida contra la prensa y que obligó a la Casa Rosada a buscar una tregua. La tremenda presión del aparato cegetista puso contra las cuerdas a la Presidente, que se vio obligada a un trabajoso armisticio. La defensa que se hace del líder camionero desde la Rosada, está destinada a preservar la estrategia aliancista que diseñó para octubre. (...)". 2. Nicolás Wiñazki en el diario Clarín: "(...) Moyano lo explicitó así a mitad de la semana pasada, en una reunión con delegados regionales de su gremio: “Vamos a meter quince diputados y dos senadores”. A otros interlocutores -algunos de los intendentes más poderosos del conurbano bonaerense-, el camionero les habla directamente de un porcentaje: “Nos van a tener que dar el 33 % de las candidaturas”. (...) Según fuentes del PJ, Scioli y Cristina hablaron sobre el avance de Moyano, durante el viaje que ambos hicieron a Chubut para cerrar la campaña del candidato K Carlos Eliceche. Scioli le habría transmitido a la Presidenta el mensaje que recibe de los intendentes del conurbano que resisten el mando de Moyano, presidente del PJ bonaerense: “Hay que ponerle freno porque viene por todo”. Moyano cree que su poderío sindical terminará por quebrar la resistencia de los jefes comunales. El camionero deja trascender que su estructura política será esencial no sólo para las elecciones generales, sino también para las hipotéticas internas que deberían, según la ley, celebrarse en agosto. A pesar de que lo estipula la legislación, el Gobierno no confirmó aun si efectivamente habrá primarias abiertas y obligatorias. Mientras tanto, la CGT sigue preparando un acto multitudinario para 1 de mayo, Día del Trabajador: sueñan con llenar la 9 de Julio para demostrar su fuerza de convocatoria. ¿Se hará efectivamente ese acto? ¿Tendrá a la Presidenta como oradora? Cristina, Scioli y Moyano se desconfían más que nunca." 3. José Eliaschev en el diario El Día, de La Plata: "(...) Es significativo que el poderoso empresario Omar Viviani, uno de los patrones más fuertes de la industria del taxi en la Capital Federal, pese a lo cual funge de dirigente obrero y mano derecha de Moyano, haya salido a acusar de "gorila" al canciller Héctor Timerman. Es habitual el uso indiscriminado del estigmatizante concepto de "gorila" entre los personeros y publicistas del Gobierno. Noches atrás, el secretario de Cultura de la Nación, Jorge Coscia, acusó por TV de "gorilas unitarios" (sic) a Eduardo Duhalde, Alberto Rodríguez Saá, Mario das Neves y Felipe Solá. Pero en donde se percibe una clara identidad de sentimientos o por lo menos instintos similares entre ambos rincones de esta confrontación es la automática apelación a agredir al periodismo cada vez que se viene la noche.
Si hace dos semanas, el director de la Biblioteca Nacional, Horacio González, se puso a la cabeza de una expedición punitiva para impedir que Mario Vargas Llosa inaugure en abril la Feria del Libro de Buenos Aires, en una salida a escena tan torpe que la Presidenta debió desautorizarlo, ahora los camioneros replicaron al exhorto judicial suizo con una enésima amenaza a los periodistas y medios que divulguen informaciones que el poder sindical juzgue negativas a sus intereses. Son muchos enemigos y muchos frentes juntos los que hoy se ciernen sobre la moyanocracia. Ha pisado muchos pies. Una zapatería entera de "gordos" sindicales ha sido ninguneada u hostigada por los codiciosos Moyano, puesto que la dinastía incluye a sus dos belicosos hijos (Pablo y Facundo) y a mujeres, cónyuges y otros parientes. Sin ir más lejos, alguien tan poco romántico y tan efectivo como el jefe mercantil Armando Cavalieri, hace años que espera ver pasar a Moyano delante suyo rumbo a su decrepitud política. No es el único. (...)". 4. Eugenio Paillet en La Nueva Provincia, de Bahía Blanca: "(...) Nada hará cambiar el alto estado de sospecha mutua que ha quedado tras la escaramuza suiza. Moyano está convencido de que, efectivamente, el gobierno, por algún costado, estuvo detrás de la movida.
Decía el viernes un pope sindical que a Cristina le hubiese bastado, de haber querido, un simple llamado a Héctor Timerman para que cajoneara el exhorto de la fiscalía de Berna, o devolverlo en silencio para reclamar mayores precisiones, lo que tranquilamente hubiese pateado el asunto varios meses hacia adelante. Tal vez, incluso, hasta más allá de octubre.
Elucubró, también, que la noticia estalló en los diarios justo un día después de que se revelaran las intenciones de Moyano de imponerle a Cristina a Héctor Recalde como candidato a vicepresidente. O del encuentro reservado que el camionero mantuvo con Daniel Scioli, a comienzos de semana, en el que también habría reafirmado que el sindicalismo aspira a ponerle el número dos en la fórmula.
En un gesto parecido, pero al revés, en la Casa Rosada dicen que Moyano agarró al vuelo el exhorto para montar una operación contra el gobierno, desencajado por el rechazo a sus reclamos de cargos en todas las líneas. El fallido paro del lunes era otro dato subido a esas interpretaciones en los laboratorios del poder, puestos a trabajar a full , por esas horas. "Es una amenaza directa, una forma de decirnos que eso es lo que pueden provocar si les soltamos la mano o no les damos los cargos que piden", despotricaban algunos. El gobierno tiene lo suyo. El canciller Timerman cortará algunas cabezas en el nivel administrativo del Palacio San Martín. Y tal vez, de manera impensada, su propia cabeza pueda ser puesta en la mira desde la Casa Rosada o los aposentos de Olivos.
El hombre se pregunta, cargado de sospechas, por qué nadie le avisó que el exhorto de la fiscalía suiza estaba en Buenos Aires desde hace, por lo menos, diez días. Y que, peor todavía, su divulgación a través del sitio oficial de difusión de la Corte Suprema lo haya tomado con la guardia baja, como a todo el resto del gabinete.
El grueso de ellos se desayunó del bombazo mediático contra Moyano, que terminó disparando todo lo que ya se sabe, por los cables de las agencias. También el jefe de la diplomacia da por sentado que una copia de aquel documento fue filtrada antes a algunos periodistas.
Cuentan que la presidenta habló de "impericia". ¿De Timerman? No se sabe. Pero sí se conoce que, con el rostro desencajado, lo primero que atinó fue a reclamar silencio de radio. Y de reactivar una vez más los contactos con la justicia federal, para saber cómo venía la mano. (...)". 5. Joaquín Morales Solá en el diario La Nación: "(...) Cuando los Kirchner llegaron al gobierno nacional, Moyano casi no podía salir a la calle, empapado de impopularidad, y su sindicato era uno más entre los grandes gremios. Los Kirchner hicieron de él y de su gremio un sistema solar, alrededor del cual orbitan los otros gremios y hasta la política del oficialismo.
En las hemerotecas hay fotos de la Presidenta luciendo la gorra de los camioneros. Moyano se adueñó de estructuras cruciales del peronismo en los últimos años y hasta del dominio de su liturgia. Nunca otro dirigente sindical tuvo tanto poder político, gremial y económico. Tampoco podía la Presidenta mirar para otro lado cuando la causa madre que se investiga es el manejo de las obras sociales; algunos de los fondos cuestionados por la Justicia sirvieron para financiar su campaña presidencial. Ochenta sindicatos están bajo la lupa de los jueces por el manejo de esos dineros destinados a la salud de los trabajadores. Moyano no estaría donde está ahora, en verdad, si la ex ministra Graciela Ocaña no hubiera insistido, con una constancia casi religiosa, en investigar el presunto desvío de esos fondos. Por la vía de las obras sociales se puede llegar a un proceso mani pulite argentino , se desconsolaba el viernes un político peronista. Según una investigación de Ocaña presentada a la Justicia, las empresas de la familia Moyano ganaron, luego de pagar impuestos, unos 20 millones de pesos en los últimos tres años. Una fortuna si se considera que el jefe del holding es un dirigente obrero. Sin embargo, la política oficialista está impedida de ir más allá con el líder gremial, que sigue amenazando y exigiendo más poder. En su futuro esquema de poder están la vicepresidencia de la Nación y la vicegobernación de Buenos Aires. Elisa Carrió lo pescó, premonitoria, cuando lo encontró parecido a Herminio Iglesias, apenas cinco horas antes de que Moyano se convirtiera para el peronismo en lo más parecido a Herminio desde que éste quemara un féretro vacío." 6. Horacio Verbitsky en el diario Página/12, al rescate de Hugo Moyano y el Frente para la Victoria: "(...) El pedido de colaboración de la Confederación Helvética está fechado en Lausana el 9 de febrero. Una vez traducido, ingresó a la Cancillería argentina el 9 de marzo. Entre ambas fechas, el 28 de febrero, terminó su gestión como embajadora en la Argentina la ex Procuradora General suiza Carla del Ponte. Quien firma el requerimiento, la fiscal María Antonella Bino, fue una de sus subordinadas dentro del ministerio público helvético. Del Ponte llegó a la Argentina en 2008, prestigiada por su actuación como fiscal del Tribunal Penal Internacional ad hoc para la ex Yugoslavia. Antes, como Procuradora General suiza, había identificado cuentas secretas en su país del ex presidente Carlos Menem. En Buenos Aires sorprendió a muchos interlocutores argentinos por su desinterés en los juicios por violaciones a los derechos humanos. En cambio preguntaba con insistencia sobre lo que denominaba “la corrupción en el gobierno kirchnerista”. Al abandonar el país, declaró que le hubiera gustado aportar su experiencia en La Haya para “los juicios orales a los criminales de la dictadura”, pero que “no podía por mi función diplomática”. Curiosa observación para quien al mismo tiempo no se cuidó de opinar sobre los problemas que a su juicio constituían en la Argentina “la inflación y la inseguridad”. (...) El pedido de la fiscal Bino de causas que involucren a los Moyano es impreciso, carece de lenguaje jurídico e incluye vaguedades y errores. Pero para alguien que no conoce los expedientes, y por eso pide acceso a ellos, revela un grado de familiaridad con los dimes y diretes del conurbano difícil de obtener en Ginebra. Según el escrito suizo, la cuenta 25491, Pueyrredón, abierta en noviembre de 2004 en el Standard Chartered Bank de Ginebra, recibió en 2005 un depósito de 88 mil dólares de una sociedad que según la Asociación de Abogados de Florida, Estados Unidos, fue utilizada en un fraude inmobiliario en ese país. ¿Cómo se llega desde ese dato a solicitar copia de causas judiciales de la Argentina que involucrarían a Hugo Moyano y su familia? A través de artículos periodísticos, que no identifica. La lectura del requerimiento deja en claro que el blanco no son sólo los Moyano sino también el gobierno nacional. Los titulares de la cuenta son Ricardo Rubén Depresbíteris y Elvira Mete, propietario y accionista de la empresa recolectora de residuos Covelia, cuyo “crecimiento espectacular estaría vinculado a la llegada al poder de Hugo Moyano” (sic).
Los no especificados artículos de prensa indicarían que Depresbíteris “estaría muy unido” al secretario general de la CGT y a su hijo Pablo, “secretario general de la Unión de los Camioneros” a la que el escrito menciona con la sigla APE (sic). Unión es una mala traducción por sindicato, pero APE no es el Sindicato ni la Federación de Camioneros sino la Administración de Programas Especiales del Ministerio de Salud, que distribuye entre las distintas obras sociales los recursos del sistema, para tratamientos de alta complejidad.
Los contratos públicos de Covelia serían “resultado de ofertas públicas falseadas y de corrupción”, dice la fiscal suiza. Agrega que otro depósito en esa cuenta “podría proceder” de Luis María Corsiglia, a quien menciona como “actual director del Banco Central”. El viernes, Corsiglia desmintió haber realizado esa transferencia. Pero aunque no fuera así, el depósito que menciona el endeble escrito suizo se produjo en 2004, cuando sólo era un empresario privado. Recién al año siguiente este ex presidente de la Caja de Valores, hijo, nieto y bisnieto de agentes de bolsa, fue designado para una función pública, que concluyó en 2007.
La fiscal también confunde director con presidente, ya que dice que Corsiglia fue designado “a la cabeza del Banco Central” por Néstor Kirchner, “aliado próximo de Hugo Moyano”. Con este encadenamiento de imprecisiones, falsedades y diretes llega por carácter transitivo al gobierno nacional. La cuenta fue bloqueada el 24 de enero cuando había en ella 1,87 millones de dólares, “cuyo origen podría estar en relación con actos de blanqueo de dinero vinculados a la supuesta corrupción”. (...)". 7. Por Martín Piqué en el diario Tiempo Argentino, entrevistando a Facundo Moyano, hijo menor de Hugo Moyano: "(...) Moyano Jr. recibe a este diario en la sede del sindicato, en Castro Barros al 1000, donde lo acompañan apenas dos colaboradores. “Facundo”, como le dicen desde sus compañeros del gremio hasta los vocales del consejo directivo de la CGT, estuvo todo el viernes en el edificio de la calle Azopardo. En ausencia de su padre, que en ese mismo momento seguía todo desde las oficinas de Camioneros en el barrio de Constitución, Facundo se convirtió en un testigo clave de la negociación con la plana mayor del gremialismo. “Es mentira lo que dijeron varios medios, que no se contó con el apoyo de gremios clave, como SMATA y UOCRA y demás. Todos mandaron representantes. Estaban todos”, subraya desde su escritorio en el entrepiso del gremio. Distendido, el menor de los Moyano se muestra reflexivo a la hora de hacer un balance de los últimos días. Defiende la convocatoria al paro general que luego fue levantado. Dice que no fue un error político, que no era un mensaje a Cristina, que consiguió el resultado que buscaba. “Ante la campaña sistemática de hostigamiento hacia la figura de Hugo Moyano, que buscaba frenar la participación política del movimiento obrero, la respuesta tenía que ser política. Por eso se convocó al cese de actividades y a la movilización. Después se decidió no llevar adelante la medida, porque el objetivo ya estaba cumplido de alguna manera: la movilización buscaba expresar el descontento de los trabajadores”, dice Facundo. En la entrevista, 50 minutos en los que aceptó hablar de todo, el dirigente de la Juventud Sindical ratificó el reclamo para que se elimine el Impuesto a las Ganancias para los trabajadores. También confirmó que el movimiento obrero espera colocar hombres en las listas del FPV-PJ, negó haber discutido con Máximo Kirchner y defendió el proyecto de participación en las ganancias empresarias. –¿Qué balance hace de lo que pasó? –El objetivo era poder decir lo que no se tiene oportunidad de decir. Y toda la audiencia, todo el país pudo escuchar al secretario general de la CGT. –¿Cuál es el análisis que hizo la familia Moyano de los hechos de la última semana? –El análisis que yo hago es como secretario general de un sindicato. Esto fue una operación del multimedios, jugando para los intereses del antipueblo, de lo antiobrero. No es ninguna coincidencia la tapa del diario Clarín el mismo día en que llega la noticia del exhorto judicial, y no es coincidencia el cable de WikiLeaks que el día anterior sale también en Clarín.
Es una maniobra del multimedios, una operación en defensa de otros intereses. Nosotros sabemos qué intereses defiende Hugo Moyano: si queremos entender mejor qué papel cumplió Moyano en los últimos 20 años tenemos que retrotraernos a los ’90 y saber que los trabajadores encuadrados en el MTA, con Hugo Moyano a la cabeza, peleaban por el modelo que hoy está instalado en la Argentina desde mucho antes que se hubiera instalado.
Fue uno de los pocos que combatió el modelo neoliberal, y sabemos que claramente es el enemigo no solamente de la oligarquía y de los grupos corporativos en la Argentina sino que, en definitiva, del imperialismo.
También de otros actores, como La Nación, que operan para esos intereses. Para los intereses de los Estados Unidos, de la embajada. Pero yo no quiero que esto parezca una lectura demasiado extremista aunque sabemos que es así.
Por otra parte, ¿qué significa que se profundice el modelo? ¿Y con qué factor de poder real se puede profundizar? Con el movimiento obrero. ¿Y quién es la máxima expresión del movimiento obrero organizado? Hugo Moyano. No es ninguna casualidad que desde hace años venga sufriendo una campaña sistemática en su contra. (...)". 8. Eduardo van der Kooy en el diario Clarín: "(...) El líder camionero se venía quejando de la indiferencia del Gobierno. ¿Qué indiferencia? La relacionada con las causas que lo involucran –entre ellas la de la mafia de los remedios– y que circulan sin freno por tres juzgados, sobre todo en el de Norberto Oyarbide. Moyano hizo varios intentos con el procurador de la Nación. Pero Esteban Righi lo despachó con vaguedades. Dicen algunas fuentes que el jueves, cuando se conoció el exhorto de la Justicia suiza pidiendo información sobre esas causas a raíz de una investigación sobre lavado de dinero, recurrió a su hombre más confiable en el poder, Julio De Vido. ¿“Qué significa todo esto”? , le preguntó exaltado. El ministro de Planificación sabía tanto o menos aún que Moyano. De Vido ha dejado de tener la influencia que tuvo mientras Kirchner vivió. Moyano se resiste a creerlo.Ese diálogo tenso entre ambos no habría concluido nada bien. Pero se reanudó: “Negro, ¿no pensás que después de un paro todo puede ser peor para vos?” , le preguntó De Vido. Moyano se quedó tieso y mudo porque, palabras más o menos, el diputado Héctor Recalde, su numen intelectual, le había comentado lo mismo. El líder camionero empezó entonces a poner freno a su ofensiva. El retroceso final se produjo por una de sus torpezas políticas. Lanzó el paro contra Cristina sin consultar al plenario de la CGT. O se olvidó –imperdonable– o creyó que podía llevarse a todos por delante, como cuando Kirchner vivía. “Un paro por un exhorto judicial. El negro se volvió loco” , rezongó un veterano sindicalista antes de que arrancara el cónclave. Hubo varios gremios importantes que lo abandonaron. El principal, la UOCRA. Su jefe, Gerardo Martínez, hace tiempo que brega por la destitución de Moyano. Martínez es el gremialista dilecto de la Presidenta, que lo subió al avión en una de sus últimas salidas al exterior y lo hizo participar en una cena cumbre. Muchos dirigentes cegetistas le cobraron a Moyano viejas facturas. El gremio camionero creció tanto en la era K porque capturó afiliados de otros gremios con la anuencia del Gobierno. El secretario general abusó, además, de una conducción personalista y acaparó sólo para su gremio los favores oficiales. Esos reproches circularon mientras Moyano rastreó una solidaridad que nunca halló. El líder camionero sabe de otros asuntos que no le suenan bien. Las declaraciones de Hebe de Bonafini acerca de que el secretario cegetista debería ser apartado de “la canastita del poder”. (...)".
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