Peligro ambiental
Erosión del Lago Itaipú
Una mancha roja bordea las costas del lago de Itaipú, acompañado de troncos y raíces. Es el efecto de la erosión. La imagen se repite 481 puntos a lo largo de los casi 3 mil kilómetros que hace a la zona del embalse, que se extiende desde Hernandarias hasta Salto del Guairá. “Es un problema que requiere de una urgente remediación ambiental”, refirió el ingeniero Fidelino Benítez, técnico ambientalista al ser consultado al respecto, sin embargo, como no afecta a la generación de energía, remediar el problema, por ahora, no es prioridad para la Itaipú Binacional.
El problema no ajeno a la Superintendencia de Gestión Ambiental de la entidad que realizó un estudio 1999, identificando los puntos de erosión.
"Proteger las costas de todo el embalse es imposible. Se debe hacer una evaluación para determinar el costo—beneficio de una obra para proteger los bordes. Son demasiados puntos y tendría un costo millonario", explicó el ingeniero José Luis Hermosa, funcionario de la Superintendencia de Gestión Ambiental.
El estudio comprobó que los sedimentos que tiene el embalse, sólo un 2 por ciento es causado por la erosión. Esto no representa un problema grave por lo que la Itaipú no considera viable invertir tanto dinero en contrarrestar la erosión del suelo.
ORIGEN. La erosión costera se originó con el represamiento de las aguas del río Paraná y la formación del embalse, o gran lago artificial de Itaipú, ocurrido en octubre de 1982.
A partir de entonces, el daño ambiental en las costas del embalse, ha ido aumentando, se formaron altos barrancos, se retrocedió la línea de costa en muelles o embarcaderos y hasta se pierden bosques con el derrumbe de árboles, al perderse extensiones de suelo.
DAÑOS AMBIENTALES. La erosión tiene impactos negativos en la tierra y el agua, señala el último estudio realizado por la Superintendencia de Gestión Ambiental de la Itaipú. "Al avanzar, la erosión costera va devorando metros de tierra firme sin distinción de tipos de vegetación, ya que está demostrado, que avanza en zonas de monte alto, praderas.
Esto significa, la pérdida de diversidad de vida que habita esas áreas, ya sean insectos, microorganismos del suelo, reptiles, aves, además del efecto indirectos debido a la pérdida o disminución del hábitat de estas especies", señala el informe.
En el agua. "Los lugares donde se observa la erosión costera y en días de viento, el agua se encuentra siempre turbia y rojiza, lo que con toda seguridad producirá la alteración de las condiciones para la vida acuática", reza el estudio.
A pesar de las conclusiones que realizaron los técnicos —entre los cuales estuvo el ingeniero Hermosa—, no se consideró la situación lo suficientemente grave, como para tomar medidas contra la erosión.
Entre las posibles medidas de protección se encuentran la reforestación, la construcción de caminos, puentes, embarcaderos, muelles, campamentos, además de la construcción de defensas costeras como muros rompe—olas o cargas de piedra.
Fuente: Prensa Puerto Iguazú -
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