En Mercedes Corrientes
Prisión perpetua para siete de los nueve acusados por el crimen del niño
El Tribunal de la Cámara en lo Criminal de Mercedes dictó la máxima pena para Escalante, Bentura, Beguiristain, Sánchez, González, Alegre y Aranda. En tanto, Fermín Sánchez y Patricia López quedaron en libertad. La madre del chico clamó la detención del único prófugo. EL PROCESO LLEGÓ A SU FIN El Tribunal de la Cámara en lo Criminal de la localidad de Mercedes condenó ayer a prisión perpetua a siete de los nueve imputados por el crimen de Ramón Ignacio “Ramoncito” González, el niño de 12 años que en octubre de 2006 fue violado, torturado y decapitado en el marco de un rito satánico.
El fallo recayó sobre Esteban Iván Escalante (21), Yolanda Martina Bentura (42), César Carlos Alberto Beguiristain (20), alias “El brujo” o “El porteño”, Ana María Sánchez (48), Claudio Nicolás González (18), Jorge Carlos Alegre (32) y Osmar Osvaldo Aranda (52).
Los restantes dos acusados, Fermín Reinaldo Sánchez (33) y Patricia Mabel López, fueron absueltos por decisión de los jueces Raúl Adolfo Silvero, Juan Manuel Iglesias y Raúl Juan Carlos Guerín, quienes desde las 19:15 dieron lectura a su veredicto y también dispusieron la “inmediata libertad” de ambos, acción que se concretó a las pocas horas.
En los alegatos, los fiscales del juicio, Juan Alegre y Alejandro Chain, y el abogado querellante, Marcelo Hanson, habían solicitado la prisión perpetua para los nueve acusados por los delitos de “homicidio triplemente calificado por ensañamiento, alevosía, y en concurso de dos o más personas; y abuso sexual con acceso carnal y privación ilegítima de la libertad”.
En tanto, por el caso hay un décimo imputado, Daniel Alegre, quien actualmente se encuentra prófugo de la Justicia y de quien no se tienen pistas firmes para lograr su detención.
Una vez conocido el fallo, la madre de la víctima, Norma González, dijo al salir de la sala que a partir de ahora su hijo “descansará en paz”. Pero clamó “que traigan a Daniel Alegre, que lo encuentren y que también pague su condena por lo que le hizo a Ramoncito”, en alusión al prófugo. En consonancia también opinó la tía del chico, llamada Olga.
Por su parte, el abogado querellante Marcelo Hanson manifestó su “satisfacción” por la condena de los siete acusados, aunque aclaró que “junto a la Fiscalía Pública esperaremos los fundamentos de las absoluciones para analizar la factibilidad de interponer un recurso de casación ante el Superior Tribunal de Justicia”.
A su vez, el letrado aseveró que las condenas provocaron “satisfacción y alivio” entre los familiares del niño asesinado, principalmente en su madre Norma González, quien “también reclamó que se revean las absoluciones y se enfatice en la búsqueda del único prófugo que tiene la causa”.
La necesidad de que se revean las absoluciones reside en la gravedad de las acusaciones que pesan sobre Fermín Sánchez, quien se sospecha que “violó en reiteradas oportunidades al menor de edad, incluso el día previo al crimen”, mientras que “Patricia López fue la enfermera que estuvo presente en el momento de las torturas” y “tuvo participación porque inyectaba drogas al niño e indicaba los cortes que había que hacerle para cumplir con el rito”, explicó Hanson.
El proceso
El debate había comenzado en septiembre pasado, en dicha ciudad ubicada a 230 kilómetros de la capital correntina, y durante las audiencias declararon más de 130 testigos y por lo menos tres de ellos fueron detenidos por falso testimonio.
Durante la investigación del cruento hecho, fue el acusado Beguiristain, detenido en enero de 2008 en la localidad bonaerense de Temperley, quien contó cómo fue la violación y el descuartizamiento de “Ramoncito”, y dio los nombres del resto de los imputados.
Durante el juicio también se escuchó el testimonio de “Ramonita” Gauna, la mejor amiga de Ramoncito y hasta se dijo que fue su novia, quien volvió a relatar con lujo de detalles la noche macabra.
El macabro hecho
Ramón Ignacio González, de 12 años, salió de su humilde vivienda hacia la escuela poco después del mediodía del viernes 6 de octubre de 2006.
Su madre, Norma Beatriz González, al día siguiente radicó la exposición de solicitud de paradero. Mientras tanto, se desplegó una intensa búsqueda. Llamó su atención que su hijo no regresó a la casa.
El domingo 8 de octubre, cerca de las 8, los ladridos de perros en un baldío de las vías y avenida San Martín despertaron la curiosidad de vecinos que fueron a mirar y descubrieron un cuerpo.
Se avisó a la Policía. El cadáver pertenecía a un niño. Se determinó después que se trataba del chico buscado. El predio de la escena se encuentra cercano a la terminal de ómnibus. Junto al cadáver, que exhibía cortes y signos de torturas, se hallaba la cabeza que fue totalmente escalpelada. Restos de cuero cabelludo estaban esparcidos por el baldío.
La autopsia reveló que el chico fue violado, empalado y luego decapitado. La investigación estableció que el sacrificio se concretó durante un rito satánico.
Fuente: época -
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