Números estelares
Anillos y compromiso en el aniversario
En un festejo realizado por el aniversario de Gladis Ledesma y Hugo Lacognata también hubo otro acontecimiento sorpresa muy especial. Después de la exquisita cena, con una entrada de empanadas criollas, un sabroso pollo a la parrilla y asado de carne vacuna acompañado con ensaladas varias, llegó el momento de los oradores.
Primero fue Gladis, agradeciendo a todos los presentes por hacerse eco de la invitación y estar con ellos en tan grato acontecimiento, después, su hijo Mariano (flamante contador público nacional), hizo uso de la palabra haciendo una breve síntesis de la vida de su mamá y su compañía junto a Hugo.
Tuvo palabras muy elocuentes y gratas al referirse a su progenitora, recalcando la importancia que tuvo y tiene Gladis en su existencia, recordando hechos trascendentes y mencionando también, las charlas y sugerencias que Hugo ha compartido con él a lo largo de su vida.
Luego, la pequeña Maira se hizo presente al llamado de Mariano, trayendo lo que fue una sorpresa inesperada en esa noche tan singular, los anillos que la feliz pareja intercambió, en un compromiso más que emocionante para todos ellos, ya que este hecho significa algo especial y único en una fiesta conmovedora por sus características tan inusuales.
A continuación, una pareja de tango bailó para el deleite de todos los presentes, más la presentación de una danzarina árabe que no solo hizo una demostración de ese ritmo clásico que caracteriza a ese país de medio oriente, sino que hizo que varios de los hombres invitados a la fiesta, también tuvieran la oportunidad de demostrar sus condiciones en la pista de baile.
Después, el número que presentó una bailarina del mundo del espectáculo local, en donde se mezclaban Jésica Cirio, Karina Jelinek, Graciela Alfano y la Tota Santillán, todos ellos en una sola persona, fue el resultado de un sorpresivo strip teasse personificado en el amigo de la pareja, NF (por razones obvias no se publica su nombre, ya que quiere preservar el anonimato y su intimidad), quien en sus ratos libres trabaja de sodero, ganándose el aplauso de la gente que por primera vez (y ojalá que sea la última) tiene la posibilidad de observar un show en vivo.
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