Congreso Partido Comunista
El último traspaso del histórico líder cubano
Sin renovación, la vieja guardia continúa dirigiendo los cambios en Cuba.
Raúl Castro asumió el liderazgo del partido en lugar de Fidel. Los militares siguen consolidando su poder. LA HABANA.- Tal como estaba previsto, Raúl Castro tomó ayer las riendas del gobernante Partido Comunista de Cuba (PCC), cuyo VI Congreso lo encumbró como primer secretario en sustitución de su hermano Fidel.
A pesar de los llamados a la renovación política, la vieja guardia sigue al frente del partido, en un Buró Político dominado por las fuerzas armadas.
En la clausura del congreso, al que asistió Fidel Castro, se escenificó el traspaso de poderes dentro del partido, tres años después de que Fidel delegara en su hermano la presidencia de los consejos de Estado y de Ministros de forma permanente.
"Asumo mi última tarea con la firme convicción y compromiso de honor de que el primer secretario del Comité Central del PCC tiene como misión principal y sentido de su vida defender, preservar y proseguir perfeccionando el socialismo y no permitir jamás el regreso del régimen capitalista", dijo Raúl Castro, en el discurso de clausura del VI Congreso del partido único.
La presencia de Fidel Castro, de 84 años, levantó la moral de los asistentes al cónclave. El "máximo líder" de la revolución cubana acudió al Palacio de Convenciones de La Habana, donde se celebró el Congreso, vestido con ropa deportiva, como es habitual en sus últimas apariciones en público.
Entró con dificultad en la sala, apoyándose en uno de sus guardaespaldas, y fue recibido con una calurosa ovación y gritos de "¡Viva, Fidel!".
En su discurso ante los 1000 delegados del congreso, Raúl tuvo palabras de agradecimiento hacia Fidel, que no tomó la palabra pero refrendó con su presencia la política de reformas económicas que impulsa su hermano.
"Mientras [Fidel] tenga fuerzas para hacerlo, y afortunadamente se encuentra en la plenitud de su pensamiento político, desde su modesta condición de militante del partido y soldado de las ideas, continuará aportando a la lucha revolucionaria y a los propósitos más nobles de la humanidad", dijo Raúl. "Fidel es Fidel, y no precisa de cargo alguno para ocupar siempre un lugar cimero en la historia, en el presente y en el futuro de la nación cubana", agregó.
Aunque Fidel Castro llegó a decir anteayer en un artículo que le había sorprendido la preparación de los delegados de las nuevas generaciones, lo cierto es que no hubo renovación generacional en el Buró Político, máximo órgano ejecutivo del Comité Central.
Raúl Castro, más realista que su hermano, ya lo había esbozado en su discurso de apertura el sábado pasado, al recordar que el régimen no cuenta con "una reserva de sustitutos debidamente preparados".
Lejos de promover a algún dirigente joven, el "número dos" del partido será a partir de ahora José Ramón Machado Ventura, un veterano de Sierra Maestra de 80 años, considerado un ortodoxo del sistema.
Cuando Raúl cumpla 80 años, en junio próximo, la dirección bicéfala del PCC será octogenaria. El resto del Buró Político no se queda atrás. Reducido de 24 a 15 miembros, el promedio de edad de la cúpula comunista supera los 71 años.
Machado Ventura ya ejerce como vicepresidente del gobierno desde febrero de 2008, cuando el hermano menor de los Castro lo promovió en detrimento de otras figuras más jóvenes y de perfil renovador, como Carlos Lage, que más tarde sería defenestrado por el régimen bajo la acusación de "deslealtad".
Otra de las lecturas que deja el nuevo organigrama de mando del PCC es la consolidación de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) dentro de la estructura organizativa de la organización de masas.
Con Raúl Castro, son seis los generales de las FAR presentes en el Buró Político. Aunque ya eran miembros del máximo órgano de decisión del partido, el hecho de que permanezcan en una estructura más reducida afianza la tesis del papel predominante que están desempeñando los militares bajo el mandato de Raúl, que durante décadas ocupó la jefatura del Ministerio de Defensa.
Su sustituto en ese departamento, el general Julio Casas Regueiro, es uno de sus hombres de máxima confianza. Para Raúl, el Buró cuenta con "adecuada proporción" de miembros de las fuerzas armadas.
Continúa también en la primera línea de mando el comandante histórico de la revolución Ramiro Valdés, de 78 años, creador de los servicios secretos del régimen.
El nuevo Buró Político cuenta sólo con tres miembros nuevos. Se destaca, entre ellos, Marino Murillo, de 50 años, ex ministro de Economía y supervisor de las reformas económicas que proyecta el régimen.
El VI Congreso eligió también a los miembros de su Comité Central y de su Secretariado. El nuevo Comité Central del PCC cuenta con 115 miembros y en él se aumentó la cuota femenina al elevarla a un 41,7 por ciento respecto al 13,3 por ciento previo, al tiempo que se contempló la diversidad racial al aumentar hasta el 31,3 por ciento la presencia de dirigentes negros o mestizos.
Según Castro, se da así un primer paso para iniciar el "proceso gradual de renovación, rejuvenecimiento y atención al género y a la cuestión racial" que había adelantado en su discurso de apertura del cónclave.
El congreso aprobó anteayer más de 300 reformas económicas destinadas a impulsar una economía mixta en la isla. Se fomentará el trabajo por cuenta propia y se irán reduciendo progresivamente las infladas plantillas estatales.
Además, se eliminarán algunos subsidios y se incentivará la inversión extranjera. El PCC también dio el visto bueno a la compraventa de viviendas y autos entre particulares, dos medidas largamente reclamadas por los cubanos.
Agencias AFP, EFE, ANSA y Reuters
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