Accidente en Río Negro
El hielo habría causado la tragedia aérea
El piloto había alertado a la Torre de Control sobre el congelamiento del fuselaje. La nave se incendió en el aire. Los restos han sido traídos. La tragedia del vuelo 5428 de Sol Líneas Aéreas, ocurrida a las 20.50 de anteanoche en Río Negro, que provocó la muerte de 22 personas, no fue una sorpresa para los operadores de tierra.
La tripulación, a cargo del experimentado piloto Juan Raffo, logró entablar un contacto con la torre de control en Comodoro Rivadavia. En ese momento, informó que luchaba con la formación de hielo en el fuselaje y que la situación se complicaba. Fueron 12 minutos de angustia. El primer aviso había sido dado a las 20.38.
Por esas conversaciones y la forma en que quedaron casi desintegrados los restos del avión, en no más de 200 metros de diámetro, aparece como hipótesis central la caída por hielo en los motores.
Expertos en aeronavegación relataron que la tragedia puede haber empezado de esa forma en el biturbohélice, situación que provoca una menor entrada de aire, al tiempo que se mantiene el flujo de combustible.
Los motores de esa aeronave trabajan con una temperatura normal de 800 grados, pero si el hielo cierra el paso de aire puede alcanzar en pocos minutos los 1500 grados y hacer explotar el motor. Por esa causa los testigos de Prahuaniyeu, paraje situado en la localidad de Los Menucos, dicen haber oído explosiones, que asociaron con la destrucción del avión.
La forma en que quedaron diseminados los restos y la sospecha del hielo como desencadenante del siniestro permitieron pensar a pilotos con miles de horas de vuelo que el Saab 340A cayó con "velocidad longitudinal 0". Lo denominan "a plomo".
Raffo, a quien acompañaban el copiloto Adriano Bolatti, y la azafata Jésica Fontán, era un piloto con experiencia. Entre otros, operó aviones bimotores CASA de la Prefectura, Fuerza a la que perteneció hasta 1998. Había nacido hace 45 años en Córdoba.
Su hermano, Víctor, afirmó ayer a la prensa: "Estoy seguro de que hizo todo lo posible para salvar a la gente".
También el secretario de Transporte de la Nación, Juan Pablo Schiavi, se refirió a la tragedia: "El avión, un Saab 340 turbohélice, del vuelo 5428, estaba en regla y había cumplido con las revisiones técnicas", dijo.
La aeronave hacía la ruta Rosario-Córdoba-Mendoza-Neuquén-Comodoro Rivadavia. Solía trasladar a muchos pasajeros vinculados con la industria del petróleo.
El avión, matrícula LV-CEJ, había llegado a la Argentina en agosto de 2010. Se incorporó a la flota de seis Saab 340 que opera Sol en sus rutas.
El LV-CEJ voló por primera vez el 30 de mayo de 1985 para la empresa norteamericana Comair. Pasó luego por otras tres compañías antes de llegar a Sol. El Saab 340 también es operado desde hace dos años en la Argentina por la estatal LADE.
Por su parte, el vicepresidente de la empresa Sol Líneas Aéreas, Juan Nyffenegger, indicó que el avión no sufrió "ninguna" falla técnica y que no tenía una hipótesis sobre lo ocurrido. También indicó que la empresa no había sido cuestionada por la fallecida azafata, tal como afirmó el gremio de aeronavegantes.
Sin embargo, el secretario de esa entidad, Ricardo Frecia, dijo que Fontán se había acercado al gremio para denunciar "las irregularidades, los mínimos descansos y las máximas actividades". Agregó Frecia: "No tenemos la mejor relación con Sol porque es una empresa que viola sistemáticamente las normas de protección de los tripulantes".
Además de Raffo, Bolatti y Fontán, fallecieron Marcelo Frías, Juan Carlos Begovic, Guillermo Castro, Andrés Cerioni, Diego Córdoba, Jorge Jacomes, Antonio López, Eduardo Musacchio, Sara Tula, Luis Vargas, Gustavo Basaldúa, Rubén Demaría, Hugo Di Filippo, Carina Mancilla, Emanuel Olivera, Fernando Pulozzi, Juan Manuel Ruiz, Darío Runjevac y Santiago Sloper.
Ayer, en aeropuertos de cinco provincias se registraban escenas desgarradoras. Familiares y amigos de las víctimas no podían creer lo sucedido. Entre los muertos se hallaba un bebe de diez meses, un joven a punto de casarse, un colaborador del polémico empresario kirchnerista Cristóbal López y un padre que había perdido a su hijo en un violento hecho policial.
El traslado de los restos humanos a Buenos Aires se hará hoy a bordo de un avión Hércules de la Fuerza Aérea. Se intentará la identificación en la morgue porteña.
En forma paralela se iniciaron dos investigaciones. Por un lado, la llevada adelante por la Junta de Investigaciones de Accidentes de la Aviación Civil, que solicitó la colaboración técnica a la empresa sueca Saab, constructora de la aeronave.
De esa manera se hará el peritaje técnico gubernamental, que podría contar con los resultados preliminares dentro de al menos seis meses.
Por otra parte, el juez federal de Bariloche, Leónidas Moldes, lleva adelante la causa penal derivada de este siniestro que terminó en la muerte de 22 personas, entre ellas, la de un bebe de diez meses..
- Por Daniel Gallo -
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