Con la participación de Antonio Tarragó Ros
Estrenan “Promesantes”, un filme sobre fieles de la Difunta Correa
“Promesantes” es un documental de la productora y realizadora Dolores Montaño que se estrenará hoy en una sala porteña y que sigue los pasos de tres devotos de la Difunta Correa, considerada milagrosa por miles de personas en todo el país debido a que su hijo sobrevivió amamantándose de ella, a pesar de que había muerto de sed en el desierto. Se trata de un documental que muestra el mundo de los promesantes, que todos los años durante Semana Santa se acercan por miles al Santuario de la Difunta Correa, y que además cuenta las historias de vida de Karina, Alejandro y Rosa, tres devotos que cumplen su promesa de regresar para agradecer un milagro concedido.
Con la participación especial de Antonio Tarragó Ros y Pacho O`Donell, la primera película de Montaño se estrenará mañana y se verá los miércoles 22 y 29 de junio y el miércoles 6 julio, siempre a las 21.30 horas, en el Camarín de las Musas, ubicado en Mario Bravo 960 de la ciudad de Buenos Aires.
La historia de Deolinda Correa empieza en San Juan, donde vivía junto a su esposo Baudilio Bustos, tomado prisionero y llevado a La Rioja durante las luchas entre unitarios y federales, ante lo cual ella decidió emprender un viaje con su hijo para encontrarlo, pero luego de varios días sin agua murió deshidratada en el desierto.
Según la leyenda, unos días después, unos arrieros escucharon el llanto de un bebé y se acercaron hasta encontrar al hijo de Deolinda, amamantándose del pecho de su madre muerta, a quien sepultaron dándole el nombre de “Difunta Correa”.
En una entrevista con Télam, Montaño -docente, jefa de producción y productora ejecutiva en más de 20 cortometrajes y directora del corto “No es un corto de hadas”- explicó cómo se acercó a la historia de la Difunta Correa y cuáles son los elementos que hacen interesante a este filme sobre la devoción y la fe.
-¿Cómo conociste a la Difunta Correa? -Recorriendo San Juan con mi familia leí en una guía turística que existía un pueblo llamado Vallecito que veneraba a Deolinda Correa. Meses después, en otro viaje familiar a Mendoza, insistí a mis padres y fuimos hasta allá. Encontramos poca gente pero muchísimas ofrendas de agradecimiento. El solo hecho de ver las capillas, recorrer el lugar y ver los obsequios, impresionaba.
Vallecito tiene una carga energética muy especial, es un lugar de paz.
-¿A partir de esa vivencia nació la idea de hacer una película? -Sí, volví a Buenos Aires y comencé a investigar un poco más.
Decidí darle forma a eso que me había llamado tanto la atención y empecé a pensar en el documental. Llamé a algunos amigos para que me dieran una mano y nos fuimos a grabar a San Juan. Estando allá, nos dimos cuenta de que había cosas muy fuertes, historias muy conmovedoras en cada una de las personas que se acercaban al lugar.
-¿Qué te parecía atractivo de esas historias? -En principio, lo que más me interesaba era la historia de Deolinda Correa, su búsqueda siguiendo a su marido, su muerte, su hijo… Estando en el Santuario y a medida que pasaban los días, me di cuenta que en realidad lo que mantiene viva la historia es esa gente que se acerca con devoción, pidiendo, agradeciendo, y que ahí estaba lo más interesante.
-¿Qué significado tiene su mito para la gente que cree en ella? -Creo que la historia es importante desde el principio básico de que las personas se sienten identificadas con ella. La Difunta para ellos es alguien real, común, simple… pero con la diferencia que cumple milagros. Lamentablemente no puede ser canonizada por falta de documentación que certifique su existencia real, pero los promesantes no necesitan que alguien la apruebe. Su fe va más allá de eso.
-¿Hasta qué punto estas creencias van a contramano de los dogmas de la Iglesia Católica? -No creo que vayan en contra, sino que van por un camino adyacente. La devoción a la Difunta Correa es una “devoción popular” con muchos puntos en común con la religión católica. Creo que la gente tiene una necesidad muy grande de creer en alguien o algo que lo ayude y acompañe en su vida.
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