Asesinato de la maestra
Derqui: uno de los detenidos confesó haber participado del asalto a la maestra
El joven de 19 años apresado por el crimen de Sandra Almirón admitió que estuvo en el momento del hecho, pero negó haber disparado; Scioli dijo que hoy se comunicó con el esposo de la víctima, quien aún no decidió si aceptará reunirse con la Presidenta. Uno de los detenidos por el crimen de Sandra Almirón, la maestra asesinada en Derqui, confesó haber participado del asalto, pero negó haber sido el autor de los disparos, según consignó la agencia Télam.
Almirón fue asesinada anteanoche en Derqui, partido de Pilar, cuando tres delincuentes le robaron el auto y uno de ellos le disparó a quemarropa.
El joven, de 19 años, declaró hoy frente al fiscal de Pilar Gonzalo Acosta. El expediente será girado al fuero de Responsabilidad Penal Juvenil de San Isidro.
Por su parte, el jefe de la Policía de la provincia de Buenos Aires, comisario general Juan Carlos Paggi, aseguró hoy que el caso "está completamente esclarecido".
Dolor en la despedida. Con profundo dolor, familiares y amigos despedían hoy los restos de Almirón.
La policía detuvo ayer a tres jóvenes, dos de ellos menores de edad y, según indicó el hermano de la víctima, Claudio Almirón, se confirmó que todos participaron del hecho.
Uno de ellos, que había sido reconocido por Sandra, habría sido alumno de la maestra y los investigadores se disponían a revisar los archivos de la escuela donde trabajaba para corroborar su identidad.
Una profunda conmoción causó el asesinato de la maestra Sandra Almirón, de 37 años, ocurrido el Miércoles por la noche en la puerta de su casa, en Derqui, partido de Pilar, donde tres delincuentes le robaron el auto. Uno de ellos le disparó a quemarropa.
"Este país no es un país; es una porquería donde ya no se puede vivir. Que hagan algo: están matando gente todos los días", dijo, desconsolado, el padre de la víctima, Rubén Almirón, que descalificó con duros términos a la presidenta Cristina Kirchner y al gobernador bonaerense, Daniel Scioli.
Conmovido, el esposo de la maestra asesinada, Walter García, llamó a la reflexión: "Le tocó a mi señora, pero le puede tocar a cualquiera". Y les reclamó soluciones a la Presidenta y a Scioli. "Ellos tienen hijos y a ellos también les puede tocar", sostuvo, tras lo cual reveló que con su esposa iban a recibir el lunes próximo los resultados de un estudio médico para poder lograr el primer embarazo después de cuatro años de matrimonio.
El homicidio de Almirón (sobre el que LA NACION informó en su segunda edición de ayer) ocurrió ocho días después del asesinato de la arquitecta y catequista Renata Toscano, en Wilde, partido de Avellaneda, en otro ataque para robar un auto.
Por el hecho de Derqui la policía bonaerense detuvo ayer a tres sospechosos, entre los que se encontraría el autor material del homicidio. "Dos son menores de edad y los tres tienen antecedentes por robo. Hace un tiempo estuvieron detenidos en la comisaría de Derqui", informó anoche a LA NACION un jefe policial que participó de los allanamientos.
Fuentes policiales y judiciales afirmaron que dos de los detenidos se acusan mutuamente por el homicidio. Los tres delincuentes viven en el mismo partido que la docente asesinada.
Dos fueron detenidos por la tarde. El tercero, a la noche, en la localidad de Muñiz, en San Miguel, en un cyber cuando chateaba con su familia.
Almirón murió cuando era trasladada al Hospital Austral, de Pilar, por un vecino. Fuentes de la investigación explicaron que el disparo que le provocó la muerte a la docente ingresó por la espalda, a la altura del omóplato derecho. El balazo, presumiblemente con un arma calibre 38, le rompió una válvula del corazón.
Uno de los hermanos de la víctima, Claudio Almirón, dijo que la autopsia determinó que su hermana le dispararon tres tiros y le pegaron en la cabeza con la culata de un arma. Y agregó que, quizá, por lo salvaje del crimen, Sandra reconoció a sus asesinados. Sospechas que fueron descartadas por los investigadores.
Almirón fue asesinada anteanoche a las 20.15, cuando llegaba en su auto Chevrolet Corsa verde a su casa, situada en Los Chingolos 1719.
El mismo vecino que llevó a Almirón al hospital observó cómo escaparon los delincuentes con el auto de la víctima.
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