El ATP World Tour Finals
Del Potro: Londres a sus pies
Expectativa mundial por el argentino. El hombre que venció a Federer despierta el interés general y sus rivales en el ranking lo elogian; hoy, desde las 17.45, se medirá con Soderling, por un lugar en la final. LONDRES.- "¡Ese es Del Potro!" Sácame una foto, que para el partido de Rafa aún hay tiempo". La imagen de la bella española es captada por la cámara de su novio, a centímetros de la fascinante Avenida del Ocio de esta gran carpa blanca conocida como el O2 Arena.
Rafael Nadal está sufriendo contra Novak Djokovic en plena competencia aquí, y varios metros más allá, el tandilense le pega a la bola como los dioses con Franco Davin, su entrenador, como fiel escudero. Hasta eso provoca Juan Martín: perderse minutos de un partido oficial (se descubre que los tickets ascendían a unas 35 libras) para conocer en vivo y en directo, sintiendo su respiración, palpitando sus latidos, cómo es el hombre que derriba a Roger Federer.
Cómo es el personaje que hoy, no antes de las 17.45, chocará contra Robin Soderling por alcanzar la final del ATP World Tour Finals. Como sólo lo lograron Guillermo Vilas, 35 años atrás, y David Nalbandian, hace cuatro temporadas. En ese destino de grandeza anda el hombre de las sierras.
Es el tenista de moda por las calles de Londres. Todos se refieren a su potencia, a su agresividad, a su futuro. Si apenas tiene 21 años y un mundo por delante.
Son 60 curiosos los que observan la práctica del chico de tapa: los flashes son parte de la escenografía. Durante los días anteriores, esa cifra se triplicó. Claro: no estaban jugando, al mismo tiempo, dos monstruos de elite como Rafa y Nole. Del Potro genera ese revuelo.
"No tiene límites, puede llegar hasta donde él quiera. Me sorprende que cada día juegue mejor", cuenta Roger Federer, caído en desgracia en los dos últimos actos contra el tandilense. "Probablemente sea un número 1.
Ganó el US Open y está jugando para serlo. Yo no hablaría de futuro, ya es presente", advierte Rafa Nadal.
Ellos saben de qué se trata la cima. La cúspide del tenis.
"Es un gran jugador y no es sencillo superarlo", aclara Novak Djokovic.
"Va a estar por muchos años en los primeros lugares del ranking", aclama Fernando Verdasco.
Ya dejó de ser una revelación Juan Martín, observado por recelo por un ejército de guardias y con admiración por una tropa de promotoras.
El, mientras, le da a la pelota. Primero, el drive. Después, el revés a dos manos. Más tarde, el servicio. Aquí, parece que el número de curioso se acrecentara cuando la pelota viaja a más de 100 kilómetros por hora.
Hay risas, hay buena onda. "Devolvés mejor que Federer", le dice Del Potro a Davin. "Dale, seguí intentando", le contesta el entrenador.
A horas de uno de los grandes partidos de su vida, el humor forma parte de todo esto. Y no pierde la brújula. Lo cuenta él mismo: "Va a ser difícil repetir un año como éste, pero voy a hacer el intento. El año pasado pensaba lo mismo y me fue mejor. Tengo que tener en la cabeza la necesidad de que siempre hay cosas para mejorar", explica, frente a la incredulidad.
Parece mentira: tiene apenas 21 años. Y sólo comenzó a construir su carrera como profesional en mayo de 2004. Parece un veterano de mil batallas.
Insiste en hallar defectos y minimizar virtudes. La escuela que aprendió con el Negro Gómez en Tandil y que profundiza por estos días Franco Davin.
Así lo confirma: "No todos los días se le gana a Federer y estoy contento por la forma en la que le gané. Ese primer set tal vez haya sido el mejor de mi carrera. Pero no puedo mirar atrás: tengo que ganar para soñar con la final. Y atacar más, ser más agresivo. Trabajar mejor en la red".
Hasta prefiere poner otra vez los zapatos sobre suelo firme cuando le sugieren que una consagración podría subirlo un escalón. "¿Ser número 4? No, dejá, si estoy bien con el 5", se divierte.
Perfecciona el servicio: a centímetros de su esfuerzo, hasta parece que tomara mayor velocidad. El esfuerzo, al fin, ha acabado. Bebe un poco de agua mineral, descansa unos segundos, con una toalla azul (el color de moda del tradicional certamen) que protege su cuello y se despide.
Los indiscretos se marchan felices. "¿Puede ser campeón?", consulta un desprevenido. "Puede, claro que puede", se le contesta. "Hasta mañana, muchachos", concluye Juan Martín. Casi sin darse cuenta del mundo que recorre a su alrededor. De los suspiros, de las miradas. Es que el circo del tenis lo tiene bien sujetado. Hoy es el chico de moda, aunque sea mejor relativizar ciertas miradas.
Federer, a primera hora La presunción se hizo realidad: Roger Federer habría pedido evitar el segundo turno de las semifinales, ya que tendría poco descanso ?unas 14 horas? para una eventual final.
Lo que complicaría a Del Potro. Por eso, el suizo jugará hoy, a las 11.15, frente a Davydenko.
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