Exhaustiva investigación
Una camioneta y otras evidencias se convierten en los rastros para identificar a los asesinos de Candela
Una camioneta blanca y otras evidencias fueron secuestradas en allanamientos realizados en Hurlingham en busca de rastros de la menor, en tanto el padre de la niña volvió a negar que alguien tuviera motivos para amenazarlo o dañar a su familia. Los investigadores analizaban el contenido de las cámaras de seguridad del municipio y de algunas de particulares instaladas en la zona, para ver si quedó registrado el momento en que la bolsa con el cuerpo de Candela fue dejado ayer entre las 15.30 y 16 en la colectora de la autopista del Oeste y Vergara.
El fiscal General de Morón, Federico Nieva Woodgate, y el instructor de la causa, Marcelo Tavolaro, confirmaron hoy en una conferencia de prensa el secuestro de elementos y de filmaciones y el contenido de la declaración tomada anoche al padre de la niña de 11 años asesinada, Alfredo Rodríguez.
También dijeron que la hipótesis de un secuestro extorsivo es sólo "una de las que se investigan" y que por el momento "no hay ninguna prueba firme de que haya existido una deuda" o algún otra circunstancia que vincule al padre de Candela con lo sucedido, tal como alude una llamada realizada a la familia.
El fiscal Tavolaro dijo que en las últimas horas, en el marco de causa, se secuestró una camioneta y algunas evidencias durante un allanamiento realizado en una vivienda de Hurlingham, que serán cotejadas con material obtenido durante la autopsia.
"Se encontró una camioneta que podría estar vinculada con el suceso o no a partir de que los rastros nos permitan afirmar que hay un pelo de Candela o algún elemento", manifestó.
Fuentes policiales, en tanto, informaron que la camioneta es una Trafic blanca con pedido de secuestro, vinculada a un familiar de Juan Manuel Falasco, el ex convicto vecino de la familia de Candela, a quien le allanaron la casa durante la pesquisa.
No obstante, esta mañana, la madre de Falasco dijo que el rodado pertenece a la empresa para la que trabaja el novio de su hija, quien nada tiene que ver con el hecho.
El allanamiento realizado esta mañana fue en una casa y un galpón contiguo situados en J.B. Kiernan 992, de Hurlingham, de donde la policía se llevó algunos elementos y levantó rastros para cotejar, con el fin de saber si pudo ser el lugar en el que Candela estuvo cautiva los siete días previos a su asesinato.
Según los vecinos, esa vivienda, situada a unas 15 cuadras del lugar del hallazgo del cuerpo, estuvo deshabitada durante un año y en los últimos días tuvo movimiento de gente desconocida, lo que los llevó a sospechar y dar aviso a la policía.
El fiscal informó que además grupos técnicos analizaban las cámaras de seguridad del municipio, de la autopista y algunas privadas instaladas en la zona del hallazgo, aunque por el momento sin resultados..
Sobre las hipótesis del crimen de la niña, que estaba desaparecida desde el 22 de agosto último, el fiscal Nieva Woodgate informó que "la del el secuestro extorsivo" es una de las posibilidades, aunque aclaró que "hay otras".
"Todo está alrededor de las llamadas extorsivas, que no fue una sola. La semana pasada se recibió más de una llamada extorsiva, incluso una terminó en el procesamiento de una persona por secuestro virtual porque se hizo pasar por el secuestrador de Candela y pretendió cobrar por lo que no había hecho", explicó.
"La veracidad de esas llamadas hasta ahora no se ha acreditado", dijo el fiscal general, quien agregó que "hasta este momento no hay ninguna prueba firme de que efectivamente haya existido una deuda" que vincule al padre de Candela con el hecho.
"Anoche - dijo- los fiscales interrogaron personalmente al padre, que volvió a negar toda relación con cualquier persona que quisiera hacerle daño a él o a su familia".
Nieva Woodgate explicó que Alfredo Rodríguez, que está detenido por un hecho de piratería del asfalto, escuchó la llamada extorsiva en la que un hombre amenaza con no liberar "jamás" a Candela y pide que le devuelvan dinero, y dijo desconocer tal circunstancia.
"Le pareció que la voz podía pertenecer a alguien (conocido, le resultó familiar), aunque dijo que (esa persona) no tenía ningún motivo para amenazarlo a él o a su familia", añadió el funcionario.
Por su parte, el fiscal Tavolaro insistió en que "de ese tipo de llamados hubo decenas" y dijo que le tendrán que explicar cómo llegó particularmente ése a manos de la prensa.
Finalmente, tanto el fiscal general como el de Instrucción se refirieron al hallazgo del cuerpo de la niña y dijeron que la bolsa fue arrojada en ese sitio menos de una hora antes de ser hallada, cerca de las 16 de ayer.
"La zona donde apareció es de intenso tránsito, cualquiera puede pasar, parar y en medio de un minuto dejar la bolsa e irse sin que nadie lo note", aseguró Nieva Woodgate, quien dijo que nada indica si la niña estuvo cautiva cerca o lejos de ese sitio.
Según el fiscal general, el estudio forense indica que la muerte de candela se produjo unas "36 a 48 horas antes de la autopsia", que fue por "asfixia" y que "no presenta signos de haber sido violada o atada", que estaba en "buen estado de nutrición y con la deshidratación propia de un cuerpo que lleva dos días de muerto".
Candela fue hallada ayer en el interior de una bolsa de residuos negra, por una cartonera que revolvía basura y vio sobresalir una mano de nena, en la colectora de la autopista del oeste y Vergara.
Tras el hallazgo acudió al lugar la policía, tras lo cual arribaron la madre de la chica, Carola Labrador; el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, y el ministro de Justicia y Seguridad provincial, Ricardo Casal, además de autoridades judiciales.
La mujer fue quien reconoció el cuerpo y gritó "¡Por Dios, me mataron a mi hija!", ante el propio mandatario.
Candela había sido vista por última vez el lunes 22 de agosto, cuando salió de su casa ubicada en Coraceros 2552, de Hurlingham, para encontrarse con unas amigas con quienes asistía a un grupo de scout, en la parroquia San Pablo Apóstol, de Villa Tesei.
|