Preolímpico en Mar del Plata
Argentina gritó campeón
La Generación Dorada ratificó su clase suprema: en una final vibrante, a corazón abierto y llena de vaivenes, se tomó revancha de Brasil, lo venció por 80-75 y alcanzó el título. MAR DEL PLATA.- Permítanme que sienta, que me emocione, que rompa códigos periodísticos, que escriba como lo dicte el corazón. Que una lágrima pegue en la N o en la P, que moje el teclado. Que exprese lo que hay adentro.
Que disfrute de esta bendita Generación Dorada, que no deja de conmoverme, que a veces parece arrastrase de agotamiento con sus treintaypicos largos, pero que sigue regalando hazañas.
Que ahora, después de andar sorprendiendo al mundo, pasó por acá, por la Argentina, para que todos sintieran la felicidad de verla. Ellos sufrieron la responsabilidad de no fallarle a ese impresionante público que anoche conmovió cimientos, que bramó todo el partido batiendo trapos y estandartes de todo tipo, pero celestes y blancos. Que coreó todos los cánticos, que se sacó las ganas de festejar como si destapara un champagne añejo de corcho muy duro. Preparados para una celebración que no querían terminar nunca.
Porque fue justo contra Brasil, en una partido épico, que costó sangre, que puso nudos en las gargantas, que levantó pulsaciones, que hizo pegar gritos extemporáneos, que ni nosotros sabíamos que estaban adentro.
Los festejos de la selección Otro triunfo histórico, por 80 a 75, frente al rival al que siempre hay que vencer, para ser campeones del Preolímpico por primera vez en la historia y ratificar que Londres 2012 nos queda como anillo al dedo .
Que es lo que se merece esta selección que rompió la historia del básquetbol en el país y en el mundo, que sigue asombrando, que se pone vieja, pero que a la vez es como el vino, más rica y sabrosa.
Otra vez al tope del podio, frente a su gente, como hace diez años en Neuquén, cuando Luis Scola era un ultrasuplente y esta vez terminó con sangre en la cara de tanto que le pegaron, y que limpió el piso detrás del aro varias veces con sus aterrizajes forzosos tras los golpes que sufrió. Otra vez goleador, otra vez MVP. Quién diría que viene de una operación de rodilla hace 4 meses.
Con Manu cortado en la nariz, nuevamente, de tanto que lo sacudió Alex y los árbitros no sancionaron. Con Kammerichs dominando las alturas y Carlitos Delfino tomando rebotes entre los grandes y Pablito Prigioni con sus triples milagrosos y salvadores. Con el Chapu otra vez excluido y de hincha N° 1 junto a otro gladiador como Leo Gutiérrez.
Sí, es cierto, hubo un partido. Se lo contamos rápido: en la primera etapa casi todo giró en torno de Luis Scola, el hombre que dominó en ambos tableros, controlando a Tiago Splitter y convirtiendo puntos con una eficacia brillante.
Cuando el pivote de Houston debió dejar la cancha para cuidarse de las dos faltas acumuladas, Brasil empezó a emparejar un parcial que llegó a perder por 12 puntos (25 a 13), a los 3 minutos del segundo cuarto.
Sin Scola, pese a que Julio Lamas intentó diferentes fórmulas, incluso buscando el tiro de Manu Ginóbili, la sequía local fue notoria. Sólo anotó 4 tantos en 5 minutos y una marcada impotencia para romper la zona 2-3 que opuso el conjunto de Rubén Magnano.
La opinión de Juan Pablo Varsky: "Un legado imborrable". Por eso no extrañó que los brasileños se pusieran en partido con varios dobles de media distancia de Marquinho, la figura brasileña (14 unidades) en esa primera etapa.
Sin embargo, volvió Scola, anotó 8 puntos consecutivos sin fallar un solo lanzamiento y la ventaja aumentó a 13 de máxima (35 a 22), en a penas 3 minutos. Lo de Luifa fue impecable y ya al promediar el partido se había convertido en el goleador del Preolímpico, como hace un año en el Mundial de Turquía.
Tras algunos fallos polémicos, especialmente por las faltas no cobradas de Alex sobre Ginóbili, el partido se puso muy friccionado, áspero y con algunas protestas especialmente contra el árbitro español Vicente Bultó.
Brasil emparejó y se hizo un juego electrizante, de enorme tensión, y parejo, con lapsos de dominio brasileño en el tanteador. Por suerte la Argentina sacó 10 puntos de ventaja sobre el final y pese a que erró libres muy valiosos y tuvo algún susto, terminó victorioso. Sí, como hace diez años, como tantas otras veces.
Provocando una inmensa felicidad en quienes pudieron colmar el ahora más que nunca histórico Polideportivo y que saltaron y aplaudieron y se emocionaron. Se trató de una fiesta completa, absoluta. Entonces, cómo no dejar que una tecla se moje, cómo no sentir que esta Generación Dorada nació para eso, para romper la historia con sus grandes triunfos, inolvidables, como el de anoche...
LAS POSICIONES FINALES
Así quedaron las posiciones del Preolímpico: 1°) Argentina; 2°) Brasil; 3°) República Dominicana; 4°) Puerto Rico; 5°) Venezuela; 6°) Canadá; 7°) Uruguay; 8°) Panamá; 9°) Paraguay, y 10°) Cuba.
- Por Miguel Romano / Enviado especial -
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