En acuerdo con las autoridades
El gobierno francés prohibió a los ciudadanos musulmanes rezar en las calles de París
Las plegarias de los ciudadanos musulmanes en plena vía pública quedarán prohibidas a partir de la medianoche de este jueves en las calles de París, anunció el ministro del Interior francés, Claude Guéant.
La medida se tomó luego de un acuerdo con las autoridades musulmanas de París, pero el problema podría continuar en las ciudades de Marsella y Niza.
Guéant, en una entrevista publicada por el diario Le Figaro, destacó la reciente firma de una "convención" con asociaciones de musulmanes, para que utilicen un antiguo cuartel parisino como sitio de culto en la noche del miércoles.
El ministro aseguró, no obstante, que no descarta "el recurso de la fuerza" para quienes transgredan la norma.
“Si hay algunos recalcitrantes terminaremos con ellos", porque “rezar en la calle ofende la sensibilidad de muchos compatriotas escandalizados por la ocupación del espacio público por una práctica religiosa”, afirmó.
En los últimos años, decenas de musulmanes comenzaron a rezar en las calles Myrah y Polonceau, en el popular barrio Goutte d’Or del distrito 18, en el noreste de la capital francesa, por la falta de espacio en las mezquitas de la zona los días viernes.
Las imágenes de las calles repletas de musulmanes orando generaron un fuerte debate en Francia Inclusive, grupúsculos de extrema derecha convocaron a principios de año a un picnic a base de salame y vino, en alusión a que los musulmanes no comen cerdo ni beben alcohol, que debió ser prohibido por la Alcaldía parisina por temor a enfrentamientos.
Durante este verano, la Prefectura de París propuso a las autoridades musulmanas del barrio 18 un antiguo cuartel de bomberos de 2.000m2 para poder alojar a la creciente cantidad de fieles que cada viernes se dan cita en el multiétnico barrio parisino.
Finalmente, con el apoyo de diversas asociaciones musulmanas, los practicantes del barrio 18 lograron alquilar el cuartel por 30.000 euros anuales hasta 2014, que con los trabajos realizados (salas de ablución, calefacción, etc) abrió sus puertas este jueves.
“Durante dos semanas, las mezquitas de la calle Myrha y Polonceau permanecerán cerradas para que los fieles se acostumbren a ir al nuevo local”, precisó el portavoz de la Mezquita de París, Silmane Nadour a la radio France Inter.
La prohibición entrará oficialmente en vigencia a primera hora de mañana, pero el ministro reconoció que “el problema persiste en dos mezquitas de Marsella y en Niza”.
“Mi vigilancia en este tema será total para que la ley sea aplicada. Rezar en la calle no es digno de una práctica religiosa y contrario a nuestro principio de laicismo”, prosiguió.
Y agregó: “existe el derecho a la expresión pública de la religión en Francia. Se puede organizar procesiones y ceremonias tradicionales, pero estas deben ser autorizadas previamente”.
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