Medio Oriente
Gestión de último momento de Obama en la ONU por Palestina
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, pedirá a los palestinos, en público y en privado, que desistan de solicitar el reconocimiento de su Estado, en un agónico esfuerzo por evitar el costo político de vetar una medida apoyada por la mayoría de los países.
Luego de hacer su pedido durante el discurso en la Asamblea General de la ONU, el mandatario estadounidense tiene previsto reunirse por separado con el presidente palestino, Mahmud Abbas, y con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, para intentar convencer a las partes de reanudar las conversaciones de paz.
Sin embargo, funcionarios estadounidenses admitieron que será muy difícil persuadir a Abbas de echarse atrás con sus planes de solicitar al Consejo de Seguridad de la ONU que reconozca a un Estado de Palestina que incluya a Cisjordania, Franja de Gaza y Jerusalén este, territorios capturados por Israel en 1967.
De todos modos, se espera que Obama reitere en su reunión privada con Abbas -prevista para las 18 (las 19 en Argentina)- el pedido que primero le hará públicamente de abandonar su iniciativa, que el presidente palestino tiene previsto presentar el viernes luego de dar su propio discurso ante la Asamblea General.
"Francamente, el presidente dirá en privado lo mismo que dirá en público, lo cual es que no creemos que este sea el mejor curso de acción para realizar las aspiraciones palestinas", dijo el viceasesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Ben Rhodes, citado por la cadena de noticias CNN.
El gobierno de Obama ya adelantó que vetará la solicitud palestina en el Consejo por considerar que cualquier Estado palestino debe ser fruto de negociaciones directas con Israel.
La membresía plena de la ONU sólo puede ser concedida por el Consejo de Seguridad, donde la iniciativa palestina fracasará si no logra al menos el voto de 9 de los 15 miembros del cuerpo o si es vetada por Estados Unidos o alguno de los otros cinco miembros permanentes, los únicos con derecho a veto.
La eventual votación, que no ocurrirá hasta dentro de semanas, pone a Estados Unidos en la incómoda posición de tener que frenar una iniciativa que cuenta con el respaldo de una clara mayoría de países, entre 140 y 170 según los palestinos, y que es central para la política de acercamiento de Obama al mundo islámico.
Dada la determinación de Abbas, los esfuerzos estadounidenses se centrarán en la alternativa de evitar que los palestinos logren los al menos 9 votos que buscan, lo que permitirá a Washington abstenerse a la medida en vez de vetarla, según analistas.
Con el proceso de paz estancado, otra opción que se baraja es que el Cuarteto de mediadores para Medio Oriente -Estados Unidos, la ONU, la Unión Europea (UE) y Rusia- emita un comunicado que colme las expectativas palestinas e israelíes y fije un cronograma para relanzar las conversaciones, dijeron fuentes diplomáticas.
Bajo esta fórmula, Israel debería aceptar las fronteras anteriores a 1967 como base de futuras negociaciones, mientras que los palestinos deberían aceptar a Israel como Estado judío para luego alcanzar un acuerdo de paz definitivo.
Aunque la cuestión palestina dominará la actividad de Obama en la ONU, se espera que en su discurso se refiera también a los cambios ocurridos en el mundo en el último año, en particular en el mundo árabe.
Rhodes señaló que el presidente hablará de eventos significativos para la política exterior de su país, como los repliegues de Irak y Afganistán y el asesinato de Osama Bin Laden.
Al margen de la Asamblea, Obama tiene agendadas reuniones bilaterales con los líderes del Reino Unido, Francia, Japón y Sudán del Sur, el país más nuevo del mundo.
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