Por segundo Mundial consecutivo, están en los cuartos de final y mantienen en alto la mística del equipo; vencieron por 25-7 sobre Georgia y el domingo próximo chocarán contra los All Blacks.

PALMERSTON NORTH.- La emoción, mezclada con el alivio que significó el durísimo triunfo frente a Georgia por 25-7, se respira en cada butaca. La gente salta, baila y canta. Los jugadores revolean sus camisetas y se unen en un grito interminable.

Los Pumas vuelven a hacer historia. Por tercera vez, la segunda de manera consecutiva, se meten entre los mejores ocho equipos del mundo. El domingo próximo, los All Blacks los esperan en Auckland. Pero ellos ya cumplieron lo que se propusieron hace tres meses.

La revolución que comenzó hace cuatro años continúa viva y más fuerte que nunca, porque éste es un equipo fuerte, de los más difíciles de doblegar del mundo. Así lo indican los fríos números; así lo marca la historia moderna y, sobre todo, la cara de los rivales que deben enfrentarlos.

En los últimos dos mundiales, los Pumas fueron el segundo equipo más ganador. Ganaron seis partidos y perdieron sólo uno en Francia 2007; ahora llevan un récord de tres victorias y una derrota, para una marca de 9-2.

Sólo son superados por Sudáfrica e igualados por los ingleses. El resto de las potencias está detrás. Es que este grupo, conquistador de batallas que parecen siempre imposibles, es un ejemplo de sacrificio, valor, entereza y unidad. Esa es su marca.

Ya no se trata de la casualidad. Los jugadores argentinos ratificaron su pertenencia a la elite mundial. No se trata de un nuevo golpe, sino de la certeza de que estos Pumas son fruto del trabajo organizado y de largo plazo. Pero sólo ellos saben los sacrificios que hicieron para lograr el primer objetivo.

Porque esta nueva inolvidable historia nació de la marginación. Porque los colosos se hicieron los distraídos durante cuatro años y no permitieron el ingreso de la Argentina en una competencia internacional anual que le permitiera un desarrollo acorde con las necesidades del deporte actual.

Ahora, el rugby argentino puede celebrar el ingreso en el Rugby Championship, el nuevo torneo que integran los equipos de la Sanzar: Nueva Zelanda, Sudáfrica y Australia.

Ayer, frente a Georgia, sufrieron más de lo que se preveía. Tardó 31 minutos el equipo argentino en vulnerar la defensa de los Lelos. Fue gracias a una jugada de manual bien orquestada. Un penal en la mitad de la cancha que se transformó en un line sobre los 35 metros del campo rival. La buena obtención en la hilera siguió con buen control de pelota.

Tres fases bien jugadas terminaron en las manos de Juan Imhoff, que se sacó una marca de encima y anotó su segundo try en el Mundial. Pero la tranquilidad duró poco. Georgia respondió con el try de Khmaladze. Y entre innumerables errores de manejo y nerviosismo, los Pumas se fueron al descanso perdiendo 7 a 5.

Una charla intensa en el vestuario los sacudió y los Pumas salieron a la cancha con nuevos bríos, pero con la misma falta de ideas. La defensa volvió a ser infranqueable.

Construyendo desde las bases, Felipe Contepomi, conductor y estratego, fue el responsable de anotar 13 puntos -un try y dos penales- con los que la Argentina se tranquilizó.

El capitán argentino quedó a cuatro puntos de ser el goleador histórico de los Pumas, lugar que ocupa Hugo Porta.

En los minutos finales, los backs armaron una gran jugada que llevó la pelota a la punta, a Juan Imhoff, quien con un kick largo de rastrón habilitó a Agustín Gosio, que se zambulló en una de las puntas para desatar el festejo contenido.

El sendero que llevó a esta página de gloria estuvo lleno de fracasos, de momentos de zozobra y desconsuelo, pero ellos jamás claudicaron. En los peores momentos cerraron filas, lavaron las heridas de forma interna y así volvieron al camino virtuoso. Un recorrido que construyeron a partir del esfuerzo cotidiano.

Estos jugadores, al igual que hace cuatro años en Francia, hacen estallar los corazones de alegría; en la Argentina o en esta remota ciudad de la isla norte de Nueva Zelanda. La mística que llevó al legado de bronce sigue intacta. Ese es el gran triunfo de los Pumas. Este es un equipo ganador.

LAS CLAVES

DEFENSA, EL PRIMER PUNTO FUERTE
En los cuatro partidos de la etapa clasificatoria, los Pumas hicieron del tackle su mayor virtud. Sólo tuvieron problemas en este aspecto en el primer tiempo frente a los georgianos.

LA UNIDAD DENTRO DEL PLANTEL
Los tres meses de preparación y concentraciones fue el tiempo que el grupo necesitó para fortalecerse. Pensacola, la Argentina y el Reino Unido fueron los lugares donde se limaron las asperezas y se consolidó el plantel.

PACIENCIA FRENTE A LAS ADVERSIDADES
Fue la virtud que tuvieron los Pumas ante lo que les propusieron los escoceses y los georgianos. Ayer, volvieron a demostrar que aun cuando no juegan bien saben esperar las oportunidades que se les presentan.

2 debutantes tuvo el seleccionado frente a Georgia: Tomás Vallejos y Agustín Gosio. Si bien habían participado en amistosos, no habían disputado partidos oficiales en los Pumas.

- Por Santiago Dapelo/ Enviado especial -
- 01 de Octubre de 2011