Política
El “éxito fantástico” del satélite SAC-D Aquarius abre una nueva era en la cooperación científica
El “éxito fantástico” del satélite SAC-D Aquarius en mapear por primera vez la salinidad de los océanos para estudiar el ciclo hidrológico y la energía asociada a la evaporación del agua, abre una nueva era en la cooperación científica entre las agencias espaciales argentina CONAE y estadounidense NASA, afirmaron investigadores en un seminario sobre las primeras observaciones.
“Estamos demostrando a nuestros congresos que agencias como la NASA y la Comisión Nacional de Actividades Espaciales, CONAE, marcan una nueva era en la cooperación internacional, sin la cual es imposible investigar”, afirmó el director de la estadounidense División Ciencias de la Tierra, Michael Freilich.
El especialista consideró que “la misión sienta las bases en el siglo 21 para que todas las naciones del mundo observen este planeta en que vivimos y entiendan la Tierra como sistema complejo, tarea que no puede hacer un solo país, en forma realista”.
Sandra Torrusio, Investigadora Principal del SAC-D de la CONAE, contó que “puede obtenerse en horas un mapa de situación de la pesca y el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero, INIDEP, ya utiliza parte de los datos, que son de gran impacto económico”.
Durante una conferencia de prensa en el Palacio San Martín de la Cancillería, los responsables de la misión que el pasado 10 de junio puso en el espacio el aparato SAC-D fabricado en Argentina con 8 instrumentos, brindaron un seminario para un centenar de científicos involucrados en el proyecto desde hace ocho años.
El jefe de proyecto Aquarius de la NASA, Amit Sen, calificó de “éxito fantástico que supone rodear la Tierra casi 15 veces al día, cubriendo el planeta cada siete días, midiendo la salinidad a través de tres radiómetros” que confirman importantes datos anteriormente disponibles, pero en una escala global y en tiempo casi real.
Su par argentino, el ingeniero Daniel Caruso, enfatizó que “toda la información está disponible gratuitamente para toda la comunidad de usuarios y la estación terrena de CONAE -en la localidad cordobesa de Falda del Carmen- opera plenamente”.
Torrusio informó a Télam que entre las 15 propuestas de utilidades presentadas por importantes instituciones científicas nacionales, se cuentan aplicaciones costeras y de estudio de biodiversidad, del Centro Nacional Patagónico, CENPAT, en Puerto Madryn, y análisis térmico para predecir erupciones volcánicas, del Servicio Meteorológico Nacional.
Entre las principales aplicaciones del satélite se cuenta predecir los cambios en la circulación oceánica, establecer parámetros ambientales con las especies biológicas y hacer alerta temprana de inundaciones, incendios forestales y erupciones volcánicas.
Torrusio expuso que los primeros datos de la salinidad en Argentina colectados por Aquarius verifican una “coincidencia plena con los datos históricos”, lo cual es relevante para validar los datos que llegan por satélite.
“Recolectar muestras de agua es muy caro y difícil, en forma manual o robótica, para describir el ciclo hidrológico con las precipitaciones, temperaturas, respuesta al aislamiento del sol, el viento y otras cuestiones más biológicas, y hasta ahora nos faltaba una pieza a este rompecabezas” que es la salinidad, sostuvo Yi Chao, científico del proyecto por NASA.
“Del lado argentino, el satélite es obra de todo el sistema científico“, incluido el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas -CONICET-, la Comisión Nacional de Energía Atómica -CNEA-, la Universidad de La Plata y la empresa rionegrina INVAP, entre muchos otros, reivindicó Conrado Varotto, director Ejecutivo y Técnico de la CONAE.
El satélite y sus ocho instrumentos que hoy orbitan a 657 kilómetros de altura son producto de la cooperación entre las agencias espaciales de Argentina, Estados Unidos, Italia, Francia, Canadá y Brasil.
El administrador de la NASA, Charles Bolden, agradeció la hospitalidad presidencial y científica local, y declaró que “Argentina es líder con más de 120 escuelas incorporadas al programa educativo satelital” 2MP, por Dos Millones de Pibes, objetivo del plan pedagógico.
“Vamos a ampliar el acceso a órbitas menores para empresas privadas y vamos a ampliar la tecnología para llegar a Marte, porque estamos ingresando a una edad de oro de la tripulación”, vaticinó Bolden. |