Otro periodista muerto en México
La macrabra trama del asesinato de Regina Martínez
La periodista mexicana Regina Martínez, corresponsal de la revista Proceso en Veracruz, fue hallada muerta en su domicilio de Xalapa, la capital del Estado. Desde todas latitudes se exige una investigación que esclarezca el caso y castigue a los culpables. CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). El cadáver de la reportera Regina Martínez fue hallado en el baño de su casa, y presentaba golpes en el rostro y el cuerpo.
La Procuraduría General de Justicia en Veracruz ya inició la averiguación correspondiente para esclarecer el asesinato y se designo un equipo especial: apuntó como primera hipótesis la “asfixia por estrangulamiento” como causa de la muerte. La muerte de Regina estaba anunciada: la narco-política cuestionaba sus crónicas y artículos. Tal como lo explicó Horacio Zaldívar en Vanguardia, de México, para nadie en Veracruz es un secreto el vínculo entre el gobierno estatal y los cárteles del crimen organizado. Él brinda un ejemplo de los muchos que parecen conocerse: el propietario del rancho Flor de María, en Tuxpan, Veracruz, donde fuerzas federales detuvieron a 26 personas tras un enfrentamiento que dejó 2 muertos y 7 heridos, es el polémico empresario Francisco Colorado Cessa, ganadero y contratista de Pemex vinculado al ex gobernador Fidel Herrera; al alcalde de Tuxpan, Alberto Silva; al actual gobernador Javier Duarte; y a Jorge Carvallo, }presidente de la Junta de Coordinación Política de la Legislatura local. Por tanto, la “alta prioridad” que el gobierno de Veracruz prometió para investigar la muerte de Regina Martínez, carece de credibilidad. La revista Proceso, para la que trabajaba Regina, solicitó participar de la investigación de la Procuraduría General de Justicia (PGJE) del Estado (de Veracruz), luego de que el ministerio público federal decidiera también indagar en la tarea del procurador local Felipe Amadeo Flores Espinosa. A su vez, la fiscal especial para la Atención de Delitos Cometidos contra la Libertad de Expresión, Laura Angelina Borbolla Moreno, ingresó a la pesquisa. Flores Espinosa precisó que la instrucción del gobernador Javier Duarte de Ochoa es darle prioridad al caso. Y la vocera del Gobierno de Veracruz, Gina Domínguez, señaló que ha sido descartada la posibilidad de que el asesinato fuese un crimen pasional. ¿Por qué semejante declaración tan absurda? Porque el director de Proceso, Rafael Rodríguez Castañeda, y su fundador, Julio Scherer García, viajaron a Veracruz para reunirse con el gobernador Javier Duarte, y difundieron un comunicado expresando: “No les creemos y se los hicimos saber”. En entrevista con Carmen Aristegui, por CNN en Español, Rodríguez Castañeda cuestionó que en la investigación se hablara de un presunto crimen pasional, lo que calificó de “ruta incial de distorsión que trata de hacer lo que es frecuente: que no se relacione este tipo de crímenes con el ejercicio periodístico”. Lydia Cacho recordó así a Regina, en Señales: "Regina Martínez era más bien tímida, siempre cargaba su grabadora, una libreta con pluma negra y de vez en vez se acomodaba los lentes como un tic cuando estaba muy concentrada en entrevista. Durante años fue corresponsal de La Jornada en Veracruz y, como todas las reporteras y reporteros del país, trabajaba también para medios locales para poder subsistir. (...) No podemos olvidar que éste es el quinto asesinato de periodistas en Veracruz bajo el gobierno de Javier Duarte y que 13 periodistas han salido de Veracruz por amenazas de muerte y censura controlada por el propio Duarte (este es el contexto). Ninguno de los asesinatos en ese estado ha sido esclarecido ni hay detenidos. Las primeras pistas para investigar su muerte deben, necesariamente, comenzar al leer sus últimos reportajes y notas publicadas por la agencia de noticias APRO, perteneciente a la revista Proceso. “Detienen en Veracruz a 9 policías vinculados con el narco” y “Capturan en Veracruz a la ‘Comandante Tere’, presunta jefa de sicarios”.
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