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El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas responsabilizó a Siria por la masacre de Houla
El Consejo de Seguridad de la ONU responsabilizó al gobierno del presidente sirio Bashar al Assad por la masacre de al menos 92 personas -entre ellas 32 niños- perpetrada el viernes en la ciudad de Houla, pese a que Damasco niega toda responsabilidad en la matanza. "El Consejo de Seguridad condena en los términos más contundentes posibles la muerte, confirmada por los observadores de las Naciones Unidas, de decenas de hombres, mujeres y niños y las heridas sufridas por cientos de personas más en la localidad de Houla, cerca de Homs", sostiene el comunicado de la ONU.
Y precisa que esas muertes se produjeron "en ataques en los que hubo artillería y disparos de carros de combate del Gobierno sobre un barrio residencial", según informa la agencia de noticias Europa Press.
"El Consejo de Seguridad también condena la muerte de civiles por los disparos a corta distancia y los graves maltratos físicos", continúa el documento, leído por el portavoz del Consejo, el embajador adjunto de Azerbaiyán, Tofig Musayev, luego de tres horas de ruenión a puerta cerrada, informó la agencia DPA.
"Este atroz uso de la violencia contra la población civil representa una violación determinante a la ley internacional", indicó la declaración, añadiendo que además contraviene las obligaciones asumidas por el gobierno sirio de suspender toda forma de violencia, inclusive el uso de armas pesadas contra centros poblados.
El Consejo de Seguridad, reunido hoy en sesión especial tras la masacre de Houla, reiteró también a todas las partes en conflicto su demanda de frenar inmediatamente la violencia. Asimismo, consideró que aquellos que sean responsables por hechos de violencia "deberán rendir cuentas por ello".
La masacre de civiles con 92 muertos, un tercio de ellos niños, provocó la indignación internacional y avivó los llamados para que el presidente Al Assad deje su cargo.
El régimen en Damasco asegura no haber sido responsable de la matanza y acusa de la misma a "bandas terroristas".
Observadores internacionales manifestaron, en cambio, haber encontrado cartuchos de granadas de artillería y de tanques. Las tropas del régimen son las únicas que cuentan con este tipo de armas pesadas.
El duro documento acusatorio del Consejo de Seguridad era esperado luego de que se conociera la existencia de una carta del titular de la ONU, Ban ki Moon, asegurando que los observadores internacionales habían confirmado que los carros de combate del Ejército sirio dispararon obuses contra Houla.
Los observadores "vieron los cuerpos de los muertos y confirmaron mediante el examen de la munición que se dispararon proyectiles de artillería y de carro de combate contra un barrio residencial", señala la misiva enviada por Ban al Consejo de Seguridad.
En esa carta, Ban reitera su llamado al gobierno sirio a detener el uso de armamento pesado en áreas civiles, "tal como se comprometió Damasco".
Según trascendió, el jefe de los observadores de Naciones Unidas en Siria, el general Robert Mood, habría informado hoy al Consejo de Seguridad que en la masacre habrían muerto "116 personas y 300 resultaron heridas", lo que elevaría la luctuosa cifra de 92 muertes que se manejaba hasta el momento, aunque estos datos no fueron confirmados oficialmente.
Durante la reunión del Consejo, máximo órgano de decisiones en seguridad internacional, el general Mood hizo un relato de la situación en Siria y del agraviento de esa crisis desencadenada hace 15 meses.
Y en ese sentido aseguró que la masacre de Houla debilita el plan de paz aprobado en abril pasado y propuesto por el enviado especial de la ONU y la Liga Arabe, Kofi Annan.
El Consejo de Seguridad había convocado a una reunión "de urgencia" para tratar la masacre, después de que Rusia rechazara una propuesta franco-británica para la aprobación de una declaración de condena.
El vocero del Ministerio de Exteriores sirio, Jihad Makdesi, condenó también "en los más enérgicos términos", el ataque y señaló que el Estado Sirio "es responsable de la protección de los civiles de conformidad con la Constitución", informó la agencia siria de noticias SANA, en su página web.
Makdesi aseguró que no hubo ningún ingreso de artillería o tanques en Houla y que los efectivos que se encontraban en la región actuaron ante ese ataque "como una cuestión de defensa propia", lo que terminó con los enfrentamientos.
El portavoz aprovechó para anunciar la formación de una comisión de investigación judicial militar para esclarecer lo ocurrido, e hizo hincapié en que presentará sus resultados en un plazo de tres días, según informó la agencia de noticias Europa Press.
Paralelamente, el CNS -órgano oficial de la oposición- advirtió sobre el inminente peligro de guerra civil en el país si la comunidad internacional sigue sin encontrar la forma de proteger a la población civil.
"Tras la última masacre en Houla, la oposición debe reflexionar sobre una lucha armada de liberación", dijo hoy su presidente, Burhan Ghaliun, en una rueda de prensa ofrecida en Estambul.
Para Ghaliun, la presencia de los observadores de la ONU es positiva porque "documentarán las violaciones a los derechos humanos del régimen del presidente Al Assad", pero advirtió que ni ellos ni el plan de paz de Annan "podrán poner fin al sangriento conflicto".
"El plan de Annan está muerto", sentenció Ghaliun.
En tanto, el The New York Times señaló hoy que el presidente estadounidense, Barack Obama, desea que en Siria se consiga una transición política como en Yemen.
Citando fuentes de gobierno no identificadas, el matutino señala que el plan prevé que al menos de forma temporal permanezcan en el poder "restos" del régimen de Al Assad.
En Yemen, el presidente Ali Abdullah Saleh, que gobernó el país durante muchos años, entregó a fines de 2011 el poder a su vicepresidente, Abed Rabbo Manur Hadi, de forma provisional. Hadi ganó luego las elecciones. Hasta el momento, Rusia se ha opuesto a medidas más duras contra el régimen de Al Assad.
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