En la provincia de Misiones
Aprovecharon transmisión de fútbol para escapar
Pese a no ser la versión oficial, los investigadores no descartan la posibilidad de que el escape de los tres detenidos de la Seccional Segunda de Oberá, se haya producido varias horas antes del hallazgo de las celdas vacías.
el juez Francisco Aguirre, presidente del Tribunal Penal Uno de esta localidad, calificó el hecho como “lamentable y no es la primera vez que ocurre”, al tiempo que reconoció que las comisarías están colapsadas y saturadas de presos. OBERÁ (CORRESPONSALÍA). Según fuentes internas, en el horario de visita del domingo habría ingresado la sierra que los malhechores utilizaron para cortar el pasador de la celda donde estaban alojados y forzar una segunda puerta de un patio interno.
Luego, aprovechando que los guardias habitualmente miran los partidos televisados, los detenidos dispusieron del tiempo necesario para burlar la seguridad y escapar por los techos de la Comisaría.
A juzgar por el resultado, la evasión fue diseñada con exactitud y tiempo, para lo que fue vital el aporte de uno de los prófugos, quien llevaba casi un año alojado en dicha dependencia y conocía en detalle los movimientos internos.
Al respecto, el juez Francisco Aguirre, presidente del Tribunal Penal Uno de esta localidad, calificó el hecho como “lamentable y no es la primera vez que ocurre”, al tiempo que reconoció que las comisarías están colapsadas y saturadas de presos.
En las seccionales el horario de visita se extiende de 12 a 16 y el último domingo Boca jugó a las 17, mientras que a las 19 fue el turno de River. Por ello, los detenidos dispusieron de cuatro horas para concretar el escape, siempre atentos a que el personal de guardia miraba fútbol por televisión.
Dicen que la ocasión hace al ladrón. Esta vez, la ocasión hizo a la fuga.
El hecho causó una fuerte conmoción en la comunidad, ya que los prófugos están acusados por delitos graves, tales como homicidio, violación y robo calificado. También caló hondo puertas adentro de la Unidad Regional II de Policía, cuya cúpula inició un sumario administrativo interno para deslindar las responsabilidades del caso.
Los cinco uniformados que estaban de guardia declararon que no oyeron ningún ruido extraño. Por su parte, el jefe de la Unidad Regional II, comisario mayor José Barboza, informó que los prófugos estaban alojados junto a otros diez detenidos, quienes hasta aquí tampoco habrían aportado demasiados datos.
Por cercanía geográfica, se presume que los evadidos tenían la intención de cruzar al Brasil. Incluso, el principal temor de las autoridades de las fuerzas de seguridad es que los delincuentes hayan logrado su cometido, sobre todo si contaron con apoyo externo, ya que en media hora en auto se puede llegar desde Oberá hasta la costa del río Uruguay, en Panambí.
El presagio del juez
La fuga de los tres peligrosos delincuentes alojados en la Seccional Segunda desnudó una cuestión que hace casi dos años denunció Francisco Aguirre, presidente del Tribunal Penal Uno, quien alertó sobre comisarías saturadas y la posibilidad de conflictos.
“Les pedí a los jueces que en casos concretos por favor se apuren para que saquemos de esta situación a los detenidos, sobre todo para que no tengamos que lamentar después algunos problemas que ojalá no ocurran, pero que pueden pasar en este estado de cosas”, anticipó el magistrado en una nota publicada por El Territorio en agosto del 2010.
Señaló que las comisarías Primera y Segunda tienen el doble de detenidos que deberían tener por capacidad edilicia, por lo que mantuvo reuniones con la cúpula de la Unidad Regional II y los jueces de instrucción, a quienes les solicitó que agilicen los trámites de traslado a la Unidad Penal Dos.
“La cantidad de detenidos supera la capacidad del lugar de detención de las personas que están siendo procesadas, acusadas de delitos como homicidio y homicidio calificado, robo calificado y abuso sexual”, señaló entonces.
Ahora, ante los hechos consumados, los dichos de Aguirre cobran un cariz de presagio, ya que los tres evadidos están acusados por homicidio, robo calificado y abuso sexual, respectivamente.
El tiempo le dio la razón y ayer el magistrado opinó: “Lo que pasó es lamentable, es muy preocupante y no es la primera vez que pasa. Después de dos o tres meses hay que derivar a los detenidos a la Unidad Penal, que nos queda cerca de la ciudad y es mucho más segura”.
“Hoy observamos saturación y precariedad en las comisarías. Por eso los jueces de instrucción deben dictar procesamiento y prisión preventiva para que los detenidos puedan ser llevados a la Unidad Penal cuanto antes", subrayó.
- Prensa de Misiones - - Foto: Archivo Imagen de Prensa -
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