Habrían menores entre los contratados
En pleno siglo XX: Jóvenes misioneros son esclavizados en el sur del Brasil
Fueron reclutados para trabajar en el cultivo de cebollas y los engañaron con una buena paga pero la realidad es otra.
Un chico logró escapar y denunció el hecho ante las autoridades de Misiones. Tomó cartas en el asunto la Carcillería Argentina quien ya está trabajando con la Policía Fdeeral del vecino país. El consulado argentino en Florianópolis, Brasil, intervino en el caso de los misioneros que están trabajando como esclavos en campos de cebolla en el estado de Santa Catalina y se empezó trabajar en el operativo rescate junto a la Policía Federal del vecino país.
Según los datos que manejan la Policía de Misiones y el Ministerio de Trabajo de la Provincia, habría al menos 13 misioneros trabajando en las plantaciones de cebolla, de los cuales varios serían menores de edad, llevados de forma irregular al vecino país por un reclutador conocido como Odilón.
De acuerdo a las precisiones que aportó Eliseo, uno de los misioneros que logró escapar, los jóvenes de El Soberbio estarían en el municipio de Alfredo Wagner, localidad de casi 10 mil habitantes ubicada a unos 110 kilómetros de la capital del estado, Florianópolis, en dirección hacia el nordeste.
Emilio Neffa, cónsul argentino en Florianópolis, en charla con El Territorio explicó: “Las autoridades de Misiones hablaron con nosotros y nos comunicamos con la mamá de uno de los chicos (Marilín Bellarmino) y con el chico que se escapó (Eliseo), quien nos dio todas las precisiones para empezar a trabajar con la Policía brasileña”. El campo donde estarían los misioneros, en el municipio de Alfredo Wagner, sería propiedad de un hacendado conocido como Jaime.
“Ayer estuvimos en una reunión con el superintendente de la Policía Federal Brasileña para que tomen cartas en el asunto”, agregó.
El cónsul se mostró preocupado por la situación de los misioneros: “A la Policía se le explicó la gravedad de la situación, ya que, además de tenerlos como esclavos, hay menores involucrados, lo que es un delito gravísimo, y nosotros les entregamos todos los datos que teníamos para que ellos empiecen a investigar”.
El testimonio de Eliseo, uno de los misioneros que logró escapar, fue fundamental para convencer a las autoridades brasileñas, que evalúan dar intervención a la Justicia del vecino país para concretar lo antes posible un operativo de rescate.
“Los datos los aportó el chico que se escapó y no sabemos cuántos de los que todavía están son menores, pero según su testimonio, había varios menores. Nosotros el lunes tomamos conocimiento del caso y automáticamente informamos a la Cancillería Argentina y ellos tomaron cartas en el asunto ante las autoridades brasileñas”, reseñó Neffa.
El informe de la Policía
Por otra parte, la Policía de Misiones elaboró un informe de inteligencia al que tuvo acceso El Territorio y que fue enviado a las autoridades brasileñas.
En el escrito se detalla que “los misioneros tienen entre 17 y 25 años de edad y son oriundos de la zona de El Soberbio, Colonia Alicia y Paraje Los Rusos”.
“Todos son changarines y resultaron entusiasmados con la publicidad que escucharon en una radio de El Soberbio”, indicó el informe.
Según se explicó desde la fuerza, se entrevistó a dos personas que volvieron a contar lo expuesto por El Territorio.
“Al llegar a la chacra a la que irían a trabajar, el patrón les dijo que pagaría por día de trabajo la suma de dos reales por cada mil plantas de cebolla implantada, el pasaje de colectivo tuvieron que pagar, el cual les dijeron que sería gratis después de trabajar, entre 12 y 13 horas diarias; la paga que deberían recibir no les alcanzó ni para pagar ni la deuda con el patrón, estaban en condiciones inhumanas, muchas veces sin alimentarse ni descansar.
Decidieron volver a suelo argentino caminando desde el lugar donde estuvieron esclavizados, en el que aún permanecen alrededor de 13 misioneros mencionados”, expusieron los oficiales que trabajaron en la testimonial.
El pedido de una madre
La madre de uno de los misioneros que aceptó cruzar la frontera hacia el Brasil para trabajar en el cultivo de cebollas en el Sur de ese país aseguró el jueves pasado que temía por la vida de su hijo, con el que perdió contacto hace varios días.
Marilín Bellarmino relató: “El martes le mandé un mensaje (al hijo, Pablo Ezequiel Rodríguez Da Silva, de 18 años) y ya no me contestó más, estoy muy preocupada porque él había escrito que nada de lo prometido era cierto, sólo le pagan 2 reales (alrededor de 4 pesos) por mil plantines y tiene que pagar la luz y el agua”, afirmó.
Por su parte, agentes de la Unidad Fiscal de Asistencia en Secuestros Extorsivos y Trata de Personas, dependiente del Ministerio Público Fiscal de la Nación, iniciaron la investigación preliminar.
En ese sentido pidieron la intervención de los funcionarios de Derechos Humanos de la Provincia, que ayer tuvieron un primer contacto con Marilín Bellarmino en El Soberbio.
Según Neffa, “el Ministerio de Trabajo estuvo en contacto con el chico que logró escaparse. Nosotros acá pedimos la intervención de la Policía para que actúen en el lugar de los hechos para ver si había menores o personas en situación de esclavitud”.
El cónsul expuso su preocupación ante la situación que viven los misioneros y solicitará todas las medidas para lograr el regreso jóvenes a la Argentina.
“Nosotros expusimos la situación ante la Policía Federal, y, si no tenemos respuestas, vamos a pedir la intervención del Ministerio de Trabajo de Brasil, porque es trabajo esclavo lo que están haciendo”, afirmó Neffa.
- Fuente: El Territorio de Misiones - - Foto: Imagen en la web -
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