1962 - 2012
Las populares havaianas cumplen 50 años
Desde los más adinerados hasta el más humilde trabajador, todos en Brasil tienen sus infaltables sandalias de goma. El año pasado, se vendieron 210 millones de pares en el mundo. Las portan los empleados de salario mínimo y los nuevos millonarios. Incluso, pese al riesgo, los trabajadores de la construcción las llevan en sus pies.
En Brasil, prácticamente todos usan las "havaianas", unas sandalias de hule y plástica que ahora son famosas en todo el mundo.
Desde su presentación en 1962, las havaianas son junto al fútbol y la samba uno de los factores más importantes de "igualdad social" en Brasil, que tiene una de las sociedades con más estratos en el mundo.
Al principio se convirtieron en un artículo cotidiano para los brasileños de bajos recursos, pero han trascendido tanto sus humildes orígenes como las fronteras del país para convertirse en un objeto de deseo en el mundo entero.
Se venden en las tiendas estadounidenses de lujo Bloomingdale's y Neimen Marcus, y son artículos codiciados por estrellas de Hollywood, la realeza europea y las princesas suburbanas desde Seattle hasta Seúl.
No sólo se han convertido en prendas de uso riguroso en las piscinas de Miami o en las playas de Cancún, sino que las havaianas han logrado colarse en los sitios más inesperados, desde las extravagantes altas pasarelas de París hasta la alfombra roja del premio Oscar.
Las emblemáticas sandalias ahora le pelean el puesto a la supermodelo Gisele Bundchen como la obra de exportación más famosa de Brasil. Y aunque la palabra "havaianas" significa hawaianas en portugués, estas sandalias se han convertido en algo parecido a un símbolo brasileño.
"Son frescas, coloridas, cómodas y elegantes", sintetizó el consultor de moda Abraao Ferreira, oriundo de Brasil. "Son la quintaesencia de lo que la gente encuentra atractivo sobre Brasil".
Los números avalan esa su perdurable popularidad. El año pasado, se vendieron 210 millones de pares de sandalias havaianas en el mundo. Aunque se exportó el 15% de la producción nacional a unos 80 países, en Brasil se vendieron en 2011 suficientes sandalias para casi todos los hombres, mujeres y niños.
El origen
Según dicen, la horquilla o pata de gallo que separa el dedo gordo de los demás en las havaianas fue inspirado por las sandalias "zori" japonesas, el tradicional calzado utilizado por las geishas.
"Es cierto que algunos ejecutivos de Alpargatas (la compañía matriz) viajaron a Japón antes del lanzamiento", reconoció Rui Porto, un veterano ejecutivo de la empresa que ahora trabaja como consultor sobre medios de comunicación para la marca.
"Pero el origen de este tipo de sandalias data de antes del principio de los tiempos, casi en la misma época en que se inventó la rueda. De hecho, por eso es que no hay patente para ellas", agregó.
Sin embargo, con o sin patente, las havaianas han guardado como un secreto celosamente guardado la fórmula detrás de sus suelas blandas de goma.
Dado que la mayoría de sus competidores directos hacen sandalias más baratas con suela de plástico, las suelas esponjosas de las havaianas son consideradas como la clave del éxito de la marca, y su proceso de fabricación se mantiene en estricto secreto.
Tras admitir que están hechas de una mezcla de caucho brasileño e importado que se comprime y endurece con el uso prolongado, Porto se negó a ofrecer más detalles sobre el secreto de las suelas.
Al principio, las havaianas se produjeron en combinaciones con la suela blanca y cintas azul cielo, negras o amarillas.
Se vendieron en los populares mercados callejeros, y rápidamente se convirtieron en un artículo tan fundamental para los pobres de Brasil que fueron incluidas entre los productos de primera necesidad, como el arroz y los frijoles, que el Gobierno utiliza para calcular el aumento en el costo de vida.
"Las havaianas eran casi un sinónimo de pobreza", graficó Porto. "Se vendían como un producto básico, sin inversión en diseño, mercadotecnia o innovación, y todo el modelo de negocio dependía en incrementar la venta de pares de sandalias para reducir los costos de producción".
|