Escàndalo en la Iglesia Catòlica
Corrupción y sexo, el dossier que perturbó al Papa Benedicto XVI
Un informe reveló una trama oscura en el Vaticano. Ya se había hablado la semana pasada de un informe secreto y desconcertante, elaborado por tres cardenales, que impactó a tal punto en el Papa que habría tomado la decisión de renunciar después de leerlo, en diciembre. Por Elisabetta Piqué | LA NACION ROMA.- Ya se había hablado la semana pasada de un informe secreto y desconcertante, elaborado por tres cardenales, que impactó a tal punto en el Papa que habría tomado la decisión de renunciar después de leerlo, en diciembre.
Pero ayer el diario La Repubblica, habitualmente muy bien informado sobre temas vaticanos, agregó detalles escalofriantes de ese documento: además de las luchas de poder, detrás de la renuncia también habría habido una trama de sexo y chantajes e incluso un "lobby gay".
Los detalles fueron revelados en una nota de tapa con el título de "Sexo y carrera, los chantajes en el Vaticano detrás de la renuncia de Benedicto XVI" y en otra sugestivamente titulada "No fornicar, no robar, los dos mandamientos violados en el dossier que turba al Papa".
Fue después de que los tres cardenales a quienes les había encomendado investigar el VatiLeaks -la inédita filtración de documentos que el año pasado sacó a la luz intrigas y divisiones que sacuden a la curia- le entregaron, el 17 de diciembre, su informe: dos tomos de casi 300 páginas, con material espeluznante.
Ese día Benedicto XVI decidió que dejaría su pontificado el 28 de febrero.
Los tres cardenales encargados de investigar la fuga de noticias de los sacros palacios fueron el español Julián Herranz -del Opus Dei-, el italiano Salvatore De Giorgi y el eslovaco Josef Tomko, todos de más de 80 años.
Desde abril pasado, ellos fueron armando una matriz secreta de lo más completa.
Basada en decenas de entrevistas -con las mismas preguntas- a prelados, purpurados, laicos, e informes cruzados, según la Repubblica la "relationem" destapó no sólo una red de lobbies que los tres cardenales dividieron por origen de congregación religiosa y geográfico, sino también, algo aún peor.
"Una red transversal con el denominador común de la orientación sexual. Por primera vez la palabra homosexualidad ha sido pronunciada, leída en voz alta de un texto escrito, en el departamento de Joseph Raztinger.
Por primera vez fue pronunciada, aunque sea en latín, la palabra chantaje: ? Influentiam [...] Impropriam influentiam ", se lee en La Repubblica.
Citando a un hombre muy cercano a quien redactó el informe -guardado bajo llave en la caja fuerte del Papa y que será entregado a su sucesor-, el diario romano resume que "todo gira en torno a la no observancia del sexto y séptimo mandamiento".
"No cometer actos impuros, no robar. La credibilidad de la Iglesia saldría destruida de la evidencia que sus mismos miembros violan el dictado original", indica.
"El informe es explícito. Algunos altos prelados sufren «la influencia externa» -chantaje- de laicos con los que están relacionados a través de vínculos de «naturaleza mundana»", agrega.
CASOS IMPACTANTES
El informe cita, siempre según La Repubblica, viejos casos escabrosos, como el de monseñor Tommaso Stenico, suspendido después de una entrevista televisiva en un canal italiano en la que reveló encuentros sexuales que tuvieron lugar en el Vaticano.
Además, sacó a la luz el episodio de los encuentros que solía tener un gentilhombre del Vaticano, Angelo Balducci, investigado por un escándalo de corrupción por la justicia italiana, con coristas de la Santa Sede.
Estos encuentros habrían tenido lugar en una villa de las afueras de Roma, en un sauna cerca de la zona de las catacumbas romanas, en un negocio de estética del centro histórico, en habitaciones del propio Vaticano.
Se menciona, asimismo, una residencia universitaria alquilada a un ente privado, pero que volvió a estar en manos del secretario de Estado, Tarcisio Bertone, utilizada como domicilio romano por un arzobispo de Verona.
Además, el centro Priscilla, que diversos artículos relacionaron con el joven y controvertido Marco Simeon, 33 años y carrera meteórica en compañías de renombre, protegido de Bertone y acusado por monseñor Carlo Maria Viganó de haber sido el autor de cartas anónimas en su contra.
Viganó, hoy nuncio en Estados Unidos, fue el primero en denunciar corrupción en el seno del Vaticano, en una epístola dirigida al propio Papa filtrada a la prensa en enero pasado.
"SIN COMENTARIOS"
En una conferencia de prensa, el padre Federico Lombardi, vocero de la Santa Sede, no desmintió ni confirmó la nota de La Repubblica.
"La comisión cardenalicia que investigó el VatiLeaks hizo su trabajo, hizo su informe, se lo entregó al Santo Padre y no vamos a ir detrás de todas las fantasías y opiniones que son expresadas sobre eso", dijo.
"No esperen comentarios, confirmaciones o desmentidas sobre puntos especiales, que son fruto de la responsabilidad de quien escribe estas cosas", agregó.
"La decisión del Papa de dejar su cargo tuvo como objetivo poner fin a un manejo del poder que puede escandalizar a los últimos y a los humildes", dijo, por su parte, Dino Boffo, director del canal televisivo del episcopado italiano, al comentar la misma nota.
En un fiel reflejo de que se trata de un tema más que delicado, Boffo más tarde relativizó sus propios dichos..
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