Insòlito pero real
El busto de Videla
En pleno centro comercial de Porto Alegre habìan puesto una escultura del General Jorge Rafael Videla.
Este homenaje en bronce que el gobierno brasileño le hizo al tristemente célebre ex dictador, habría sido por su cooperación en el denominado Operativo Cóndor.
En el año 2.000, un comando argentino integrado posiblemente por la agrupación H.I.J.O.S robaron el busto además de una placa de bronce que estaba puesta en esta plaza, y nunca más se supo del destino de los mismos. Siempre buscando la noticia o las novedades que Imagen siempre propone para todos sus lectores, en una reciente visita que hiciera a la ciudad de Porto Alegre en Brasil, me encontré con una curiosidad que es de interés para todos los argentinos.
En pleno centro comercial de la capital de Río Grande do Sul, aproximadamente a diez cuadras de la Terminal de Omnibus, mientras transitaba por ese lugar en compañía de un funcionario de la Empresa Planalto, visitamos una bonita plaza bien cuidada, con muchas plantas, con árboles de distintas especies, con bancos y una fuente en donde mucha gente se detiene para descansar o respirar un poco de aire puro. Me llamó la atención una base de piedra, en donde aparentemente tendría que haber un busto o alguna otra construcción similar, por lo que grande fue la sorpresa cuando unos taxistas que tienen su parada en ese lugar, Plaza Argentina, me comentaron que allí había antes, una escultura del General Jorge Rafael Videla, el ex dictador de nuestro país, en esos nefastos años en que la Argentina vivió y sufrió el gobierno militar. Aparentemente, este homenaje en bronce que el gobierno brasileño le hizo al tristemente célebre Videla, habría sido por su cooperación en el denominado Operativo Cóndor, en donde conjuntamente con otros jerarcas de países como Uruguay, Chile y Paraguay, crearon y pusieron en práctica, un sistema de inteligencia para secuestrar y eliminar “elementos” según ellos, que eran para sus respectivos gobiernos. El tema no terminaba allí, ya que la información que pude recoger en el lugar primero, y con otros periodistas colegas después, era que a principios del año 2.000, un comando argentino integrado posiblemente por la agrupación H.I.J.O.S., como así también por otros defensores de derechos humanos, robaron la escultura una noche, además de una placa de bronce que estaba puesta en esta plaza, y nunca más se supo del destino de los mismos. Sin querer, había encontrado una historia que a lo mejor algunos lo conocían, pero que no tuvo en su momento ninguna difusión, ni cuando lo pusieron, ni cuando lo robaron. Después de documentar con mi cámara fotográfica lo que quedó de Videla en esta Plaza Argentina, me fui tranquilo y satisfecho por la labor cumplida. - Artículo publicado en Junio del 2.001 - |