Segùn medios internacionales
"Un nuevo animal político se impone en la escena mediática mundial"
Un editorial del diario francés Le Monde titulado "La Perestroïka según Francisco" habla de un "Santo Padre positivo en perpetuo movimiento" que "fuerza la admiración" de propios y extraños. Un editorial del diario francés Le Monde titulado "La Perestroïka según Francisco" habla de un "Santo Padre positivo en perpetuo movimiento" que "fuerza la admiración" de propios y extraños
Enumera los gestos de austeridad y sencillez que, dice, "indudablemente tuvieron efecto".
También hace referencia a los conceptos que sumó a su mensaje: pobreza, misericordia, discernimiento. Y las expresiones impactantes como "la mundialización de la indiferencia" (por los dramas de Lampedusa, o el "¿quién soy yo para juzgar a un homosexual?", entre tantas otras, que demuestran "que no le asusta ningún tema".
Pero, agrega el artículo, "tratándose de la Iglesia Católica (...) estos y símbolos no son por sí mismos garantías de cambio".
A continuación, Kauffmann, que fue corresponsal de Le Monde en Europa del Este, compara a Francisco con Mikhail Gorbachov quien, dice, también fue puesto por sus pares "como sucesor de gerontes al frente de un Imperio en crisis" y "también sorprendió con gestos inesperados, una audacia nueva en la expresión y el estilo, diagnósticos sin complacencia y promesas de reformas que suscitaron esperanzas muy locas fuera de su país".
"El también trató de eludir el aparato conservador de su organización", dice el artículo, siguiendo con el paralelo.
Kauffmann apela a otra comparación. El Papa creó una comisión para la "simplificación y la racionalización" de las actividades económicas y financieras de la Santa Sede, compuesta por siete laicos entre los que se encuentra George Yeo.
Se trata, dice la editorialista, de un católico de Singapur, experto en China, que viene estableciendo hace tiempo una comparación entre el Vaticano y la potencia asiática.
"En un artículo difundido en agosto por el sitio The Globalist, Yeo dijo que ambos (el Papa y Xi Jinping, el nuevo presidente de China) tienen a su cargo un quinto de la humanidad.
China y la Iglesia son 'ancianas y administradas por mandarines'. Ambas aspiran al liderazgo moral, cada una ve en la otra una competidora", refiere Le Monde.
Yeo también dice que tanto la Santa Sede como China están muy atadas al centralismo democrático, es decir, el método creado por Lenin, consistente en escuchar todas las opiniones de la base pero tomar la decisión arriba.
"La estructura jerárquica del poder en China y en la Iglesia Católica es atacada por la revolución de las redes sociales" que, entre otras cosas, revelaron "la corrupción y los abusos sexuales".
Y agrega el singapurense: "El presidente Xi como el papa Francisco, conscientes de la gravedad del desafío, tomaron medidas para adoptar un tono nuevo, utilizando símbolos fuertes".
Y el diario concluye: "No le deseamos al Papa la suerte de Mikhail Gorbachov [que renunció]. Pero esperamos con impaciencia un encuentro cumbre de Francisco y Xi".
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