Entrevista con Graciela Camaño
"No sé cuánta más pobreza puede tolerar la democracia"
La diputada del PJ rebelde advierte que "en cada barquinazo del país se caen un montón de argentinos", admite que podría postularse para la gobernación bonaerense en 2011 y afirma que Luis Barrionuevo, su esposo, "parece el cardenal Samoré en comparación con algunos otros" El conocimiento público me pesa mucho. Creo en la finitud y no me gusta la fama. Me encanta ponerme las chancletas y barrer la vereda de mi casa... Y pasa la gorda y charlamos, y pasa el otro gordo y charlamos. O sea, cosas de gente común."
Sorprende semejante confesión en boca de una dirigente que acumula largas décadas en la política, que está casada con un sindicalista de eterno perfil alto como Luis Barrionuevo, que fue ministra de Trabajo en una etapa convulsionada del país, que es diputada nacional, que dejó el bloque del Frente para la Victoria en medio de denuncias de corrupción en el Gobierno y que ahora amasa la idea de ser candidata a gobernadora bonaerense para 2011.
Graciela Camaño asegura que no se desespera por el poder, aunque cada paso político que da, en realidad, parece desmentirlo. Todavía está demasiado fresco el recuerdo de la sesión del 3 de diciembre pasado en la Cámara de Diputados, histórica porque allí la oposición impuso su mayoría y relegó al kirchnerismo en las comisiones, cuando, ante la ausencia oficialista, Camaño se adueñó del estrado con firmeza y abrió las deliberaciones.
Y seguramente será una de las protagonistas políticas de esta semana cuando el miércoles próximo, en su condición de presidenta de la Comisión de Asuntos Constitucionales, lidere la primera reunión para intentar modificar la ley que regula la vigencia y aplicación de los decretos de necesidad y urgencia (DNU), cuestión decisiva porque, mediante una de esas normas, precisamente, la presidenta Cristina Kirchner creó el polémico Fondo del Bicentenario.
Lo cierto es que esa chica que nació en Presidencia Roque Sáenz Peña, Chaco, hace 56 años, y que cuando tenía 7 se mudó a la localidad bonaerense de Los Polvorines, ha recorrido un largo camino. Su padre era vendedor y, como los problemas económicos lo fueron acorralando, Camaño tuvo que salir a trabajar a los 15 años. Su primer empleo fue en una fábrica de zapatillas. Se recibió de maestra. Pero su vida cambió cuando entró a trabajar en la delegación San Martín del Ministerio de Trabajo. Allí fue elegida delegada y, además, lo conoció a Barrionuevo.
A los 20 años comenzó a trabajar en la gerencia de Recaudaciones del sindicato gastronómico de San Martín. Con el paso de los años ganó posiciones en el PJ bonaerense, aunque, en 1995, perdió las elecciones internas que definieron la candidatura a intendente de su distrito. Le ganó el duhaldista Antonio Libonatti. Siete años después, Eduardo Duhalde, a cargo de la presidencia de la Nación, le ofreció ser su ministra de Trabajo.
Camaño tiene dos hijos, Melina y José Luis, aunque considera como propios a Alejandro y Sandra, frutos del primer matrimonio de Barrionuevo. Su hermano Dante es titular del sindicato Capital de los gastronómicos. Juega al golf (como su marido) y le faltan siete materias para recibirse de abogada en la Universidad de Morón.
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