Tràgico acciddente
Mendoza: 17 muertos en un choque
Un camión brasileño, que circulaba a contramano y a gran velocidad por la ruta 7, que en ese tramo es autopista, embistió de frente un ómnibus que se incendió; la mayoría de los cuerpos quedaron carbonizados; hay catorce heridos internados. Por Pablo Mannino | Para LA NACION Creen que el conductor del camión manejaba en completo estado de ebriedad. Foto: Télam
MENDOZA.- Por lo menos 17 personas murieron y otras 14 resultaron heridas, como consecuencia del choque entre un camión que circulaba a contramano por la ruta 7 y un ómnibus que, desde Córdoba, se dirigía a Mendoza.
El conductor del transporte de cargas, de origen brasileño, murió en el acto tras el impacto. El ómnibus, en tanto, se incendió en cuestión de minutos y la mayoría de los pasajeros murieron carbonizados en su interior.
Para agregarle dramatismo a la tragedia, por lo menos uno de los pasajeros que se había salvado del incendio, murió al ser atropellado por un auto que circulaba detrás del ómnibus.
El camión causante del accidente, según dijeron algunos testigos, circuló entre cinco y diez kilómetros a contramano por la ruta que, en ese tramo, es autopista.
El gobernador de Mendoza, Francisco Pérez, se mostró consternado desde el lugar de la tragedia y aseguró que "nunca sucedió algo así en Mendoza". El mandatario expresó que "hay que investigar en qué estado conducía el camionero".
Nicolás Ríos, periodista que viajaba en el colectivo, alcanzó a saltar por una ventanilla y salvó su vida de milagro. "Sólo tengo palabras de agradecimiento para los médicos y los policías", alcanzó a decir el joven, sin poder creer lo vivido, en medio del fuego.
Según los testigos, el conductor del camión se equivocó al entrar a la ruta. Podría haber estado alcoholizado, cruzó por el puente, pero tomó por el carril equivocado.
El siniestro se produjo a las 17.50, a la altura del autódromo Ciudad de San Martín, cerca del establecimiento de La Campagnola, en el kilómetro 1010. Tras el impacto frontal hubo una explosión.
"Los muertos están calcinados, lo que se puede ver, porque todavía están apagando el incendio", explicó el comisario Antonio Cáceres, subjefe de la Policía Vial, en medio del gran operativo policial y médico. "Es terrible, la gente no tuvo tiempo a nada", añadió el efectivo.
Muchos de los heridos fueron llevados al hospital más cercano, el Perrupato, en la ciudad de San Martín -lo que hizo colapsar al centro sanitario local y donde murió uno de los pasajeros- mientras que los casos de mayor complejidad fueron trasladados al Hospital Cetral, de alta complejidad, de la ciudad de Mendoza.
Otras víctimas quemadas fueron llevadas al hospital Luis Lagomaggiore, también de la ciudad capital.
En un primer momento eran 11 los muertos, pero anoche ya se había confirmado el deceso de 17 personas, entre ellos un menor de edad.
Según los primeros reportes oficiales, el ómnibus de la empresa Plus Ultra Mercobus se había detenido en San Luis con rumbo a Mendoza. En la ciudad de La Paz se habían bajado cuatro personas, mientras que en San Martín descendieron 11 pasajeros.
Testigos del accidente habían informado a la policía que el camión recorrió entre 5 y 10 kilómetros a contramano.
En un primer momento había trascendido que el camión había sido robado, pero después se descartó esa hipótesis. Sólo se conoció anoche que el rodado transportaba ajo, que había sido cargado en Urgateche, en Luján de Cuyo.
"Había gente accidentada por todos lados", contó al diario local El Sol Gonzalo Agrelo, un conductor de 42 años oriundo de Maipú, que iba detrás del ómnibus. "Eran imágenes terribles las que se veían", narró el hombre, que volvía a Mendoza de trabajar en San Martín, vendiendo seguros.
El tránsito sobre la ruta estuvo cortado durante horas y algunos heridos fueron trasladados en helicóptero a los hospitales.
Al lugar llegó minutos después del accidente el gobernador Francisco Pérez; el intendente de San Martín, Jorge Omar Giménez, el ministro de Seguridad, Leonardo Comperatore, y el titular de Salud, Matías Roby.
Las autoridades, durante todo el operativo, se mantuvieron cautas y expresaron un profundo pesar por lo ocurrido, pero dijeron que no podían dar a conocer la nómina de fallecidos hasta tener corroboradas las identidades, tarea que se dificultaba por el estado de los cuerpos.
El testigo Arévalo narró que cuando los primeros sobrevivientes alcanzaron a salir del ómnibus, uno de ellos fue embestido por un automóvil que no pudo esquivarlo, producto del nerviosismo.
En medio del fuego, los pasajeros alcanzaron a escapar por las ventanas. La escena era dantesca y había cuerpos por toda la calzada.
Los automovilistas trataban de socorrer a los pasajeros. El 911 ya había recibido varias llamadas de alerta, ya que el camión venía en contramano desde hacía varios kilómetros.
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