A dos meses del Mundial
Militares brasileños invaden favelas que son dominio de narcotraficantes
El Ejército "pacifica" favelas cercanas al aeropuerto de Río. Con vehículos blindados y camiones, las Fuerzas Armadas brasileñas asumieron la seguridad de quince favelas en el complejo de Maré, en Río de Janeiro, cuando faltan poco más de dos meses para el Mundial. Rio de Janeiro Con vehículos blindados y camiones, las Fuerzas Armadas brasileñas asumieron ayer la seguridad de quince favelas en el complejo de Maré, en Río de Janeiro, cuando faltan poco más de dos meses para el Mundial.
Un total de 2.700 militares custodiarán este complejo de favelas en el sureste de la ciudad, considerado una de las zonas más peligrosas de Río de Janeiro y al mismo tiempo un punto estratégico cerca del aeropuerto internacional, que estaba siendo controlado por facciones rivales de narcotraficantes.
Las favelas fueron ocupadas el pasado domingo en una gran operación de la policía, con 1.500 efectivos, y seis días después, ayer, los militares tomaron el relevo de la seguridad.
Los militares comenzaron la incursión pasadas las 6 y esta ocurrió sin incidentes, confirmó un portavoz del ministerio de la Defensa.
"Los militares, compuestos principalmente de paracaidistas y fusileros navales, ocuparon regiones dominadas por milicias de las bandas Comando Vermelho y Tercerido Comando Puro.
No hubo ningúna detención ni enfrentamiento", explicó el portavoz.
La ocupación es parte dela estrategia de "fuerza policial de pacificación" destinada a ocupar algunas de las más de mil favelas de Río antes dela Copa Mundial de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016.
Los 2.050 soldados del ejército, 450 infantes demarina y 200 policías que ingresaron en el complejo de Maré ayer presumiblemente se quedarán allí hasta fines dejulio, cuando cederán el control a la policía, según el ministerio de defensa.
"Ah, esto es solo hasta la copa. Cuando acabe la Copa, esto, la presencia del Ejército, termina y vuelve a lo mismo de siempre", dijo poco convencida una señora de 73 años, que apenas se identificó como Eulalia.
Los vecinos se resistían a hablar con los periodistas por miedo a represalias del narcotráfico.
La presidenta Dilma Rousseff expresó su respaldo a la operación la noche del viernes: "Las Fuerzas Armadas una vez más demuestran su compromiso con la nación (...) y la seguridad de los habitantes de esta región", dijo en Twitter.
La fuerza ocupadora la componen 2.050 efectivos de la Brigada de Infantería paracaidista, 450 de la Marina y 200 de la Policía Militar (PM), en sustitución de los 1.500 policías que habían ocupado la favela el domingo pasado, sin resistencia ni incidentes.
En esta semana de ocupación, la policía reportó 36 enfrentamientos con presuntos delincuentes, con un saldo de 16 muertos y 8 heridos, además de 118 detenidos.
En las operaciones de seguridad en la favela fue decomisado numeroso armamento: 50 pistolas, 50 fusiles, dos ametralladoras, 24 granadas y más de mil municiones.
También fueron decomisados cerca de 25 kilos de cocaína, mil de marihuana y cinco de crack, informó ayer la Secretaría de Seguridad Pública. La Policía Federal dijo haber decomisado un cargamento de armas que iba dirigido a la resistencia de las bandas en la Maré, según O Globo.
El complejo de Maré es un territorio de 10 kilómetros cuadrados y con 130 mil habitantes, situado cerca del aeropuerto internacional de Galeao, y controlado por facciones rivales de narcotraficantes.
Sus quince favelas bordean las principales rutas de acceso que conectan el centro de Rio, por donde transitarán decenas de miles de turistas durante el Mundial que comenzará en Brasil en 68 días, entre el 12 de junio al 13 de julio.
Desde 2008, con miras al Mundial y los Juegos Olímpicos de 2016 en Rio, las autoridades han ocupado decenas de favelas e instalado 38 Unidades de Policía Pacificadora (UPP), que vigilan 174 de estas barriadas pobres, con 9.500 policías.
Pero la violencia retornó en los últimos meses, con una ola de ataques atribuidos al crimen organizado, que se resistía a perder sus últimos reductos, y ocho policías fueron asesinados este año.
El gobierno de Rio pidió ayuda al Ejecutivo de Dilma Rousseff, para garantizar la seguridad en esta ciudad que es una de las principales de las 12 sedes de la Copa del Mundo.
En los últimos meses, el programa ha sido atacado por los jefes narcos que otrora controlaban las favelas, dondela policía no entraba más que en incursiones ocasionales.
Según un vocero delas fuerzas depacificación, cuatro policías dela fuerza han muerto desdecomienzos deaño en una serie deataques.
Con cada ocupación policial, las bandas pierden valioso territoriopara la producción y venta dedrogas.La presencia policial ha mejorado la seguridad y han disminuido los tiroteos que solían repetirse, pero muchos residentes se quejan deque la policía actúa con mano dura.
- Fuente: Prensa de Triple Frontera -
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