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¿La Diócesis de Iguazú bajo la lupa?
Es por denuncias de irregularidades "graves" tanto económicas como reñidas con la moral cristiana, en Iguazú, y Zárate-Campana, en el norte bonaerense. Iguazú (LAVOZ) - El Papa está dispuesto a poner en orden la casa y no sólo en el Vaticano, por eso no duda en investigar a obispos argentinos cuyas diócesis están salpicadas por situaciones escandalosas o al menos delicadas que ponen en riesgo la credibilidad de la Iglesia.
Francisco ya puso en caja la arquidiócesis de Rosario tras las quejas formales que llegaron a Roma sobre desmanejos financieros y maltrato que precipitaron la salida de monseñor José Luis Mollaghan. En su lugar, fue designado monseñor Eliseo Martín, un prelado con un perfil más social y pastoral.
Ahora el Papa tiene bajo la lupa a otras dos jurisdicciones eclesiásticas con denuncias de irregularidades "graves" tanto económicas como reñidas con la moral cristiana: Puerto Iguazú, en Misiones, y Zárate-Campana, en el norte bonaerense.
Mientras estas comunidades católicas dicen debatirse entre el compromiso con la verdad y responder a la prédica del Papa en cuanto a "no matar al prójimo con sus chismes", DyN accedió a copias de denuncias y causas judiciales que fueron remitidas al Vaticano y confirman que ambas diócesis están siendo sometidas a auditorias exhaustivas.
El Papa encomendó al cardenal Mario Poli la "misión fraternal" de indagar la situación financiero-pastoral de Zárate-Campana y de constatar las denuncias que pesan contra el obispo diocesano Oscar Sarlinga, confirmaron fuentes en Roma y Buenos Aires.
Según las denuncias recibidas por DyN, Sarlinga es acusado por sacerdotes y laicos de "administración fraudulenta de las instituciones educativas" diocesanas, "lavado de dinero en el Seminario San Pedro y San Pablo" y "de desviar subsidios para comedores infantiles otorgados por el ministerio de Desarrollo Social", entre otras cuestiones.
En los escritos enviados a la Santa Sede, los denunciantes también atribuyeron a Sarlinga situaciones de "abuso de poder" y de "comportamiento inapropiado", además de "ocultar una retención de fondos diocesanos para pagar un arreglo extrajudicial en una causa de abuso sexual que implicó a un sacerdote".
Entre las denuncias también hay una sentencia firme contra el obispado de Zárate-Campana por el despido sin justificación -bajo expedientes 859/2013 y 2473/2014- de la ex directora de Cáritas diocesana Silvana Bentancourt.
La mujer declaró en el juicio que su desvinculación se debió a "permanecer fiel a mis principios sin ser cómplice de situaciones indecentes, inmorales y fuera de los sacramentos de nuestra fe que comencé a vivir cotidianamente en mi ámbito de trabajo".
En el entorno del obispo tienen otra lectura de este caso: "Hablan muchas viudas del poder", dijo a DyN un sacerdote que pidió reserva de su nombre, pero reconoció que la diócesis está "pseudo intervenida".
La otra diócesis bajo la lupa papal es Puerto Iguazú, donde según varias fuentes eclesiásticas consultadas es "inminente" la remoción de monseñor Marcelo Martorell.
El prelado, sedicente "amigo" del extinto empresario telepostal Alfredo Yabrán, sucedió en 2006 en el gobierno pastoral a Joaquín Piña, el obispo jesuita que como convencional constituyente le infligió la primera derrota electoral al kirchnerismo, al frenar la reelección indefinida del ex gobernador Carlos Rovira.
Fuentes eclesiásticas confirmaron a DyN que en este caso el problema no es económico sino que radica en "errores y desviaciones doctrinales internas", sobre todo en las ordenaciones sacerdotes.
Aunque sin dar demasiadas precisiones, las fuentes aseguraron que "el perfil" de algunos seminaristas y sacerdotes ordenados por Martorell no responde al de "pastor con olor a oveja" que pregona Francisco.
En el libro "El Jesuita", la biografía autorizada de Jorge Bergoglio escrita por los periodistas Sergio Rubin y Francesca Ambrogetti, el hoy Papa es contundente sobre la necesidad de un control selectivo de quienes ingresan a las casas de formación sacerdotal.
Bergoglio aseguró en esta obra de entrevistas que hay clérigos que tienen "perversiones" previas a la opción al celibato, por lo que sugirió una estricta selección de los aspirantes al presbiterio, para evitar que quienes padecen estos desórdenes psicológicos lleguen al sacerdocio. |