Duras críticas
La Presidenta retomó su enfrentamiento con la prensa y la oposición
Lo hizo en un acto por una represa en Santa Cruz; también cargó contra ex funcionarios del gobierno. Entre bromas y sonrisas por su cumpleaños, la presidenta Cristina Kirchner retomó ayer sus duras críticas contra la prensa, la oposición y hasta ex funcionarios que integraron su círculo íntimo. Fue durante la apertura de las ofertas para la construcción de la represa Condor Cliff-Barrancosa, una de las obras públicas de mayor costo de los últimos años.
Esa licitación había sido cuestionada por el ex gobernador de Santa Cruz Sergio Acevedo y por dirigentes opositores. Y el diario Clarín había publicado que se disputaban la adjudicación entre dos grupos empresariales cercanos al Gobierno (Electroingeniería y Corporación América).
Apenas empezó su alocución, la Presidenta cargó contra la prensa. "Ningún empresario que hoy participa de esta licitación fue a comer a la residencia presidencial de Olivos", dijo, y añadió que el CEO del Grupo Clarín, Héctor Magnetto, había ido "muchas veces a comer a Olivos" con ella y con su esposo, Néstor Kirchner. Agregó, en tono de reproche, que el "impulsor" de esos encuentros había sido el ex jefe de Gabinete Alberto Fernández (algo que el ex funcionario niega de manera terminante).
"Hay campañas tendientes a desprestigiar y a poner en duda la moral de todos", dijo, antes de dedicarle dardos a la oposición y su cruzada contra el Fondo del Bicentenario. "Te interpelan las personas que llevaron al país al default y al 2001. Tenemos que tener una cuestión de memoria y sentido común, y reflexionar acerca de lo que vemos, leemos y nos pasa en nuestra vida cotidiana."
Antes de la Presidenta, había hablado el ministro de Planificación, Julio De Vido, que también se quejó airadamente de las críticas periodísticas a la obra en Santa Cruz. No dudó en acusar a Acevedo, al que calificó de "gobernador mandato frustrado", en relación con su renuncia al cargo cuando se peleó con Kirchner, en 2006.
Cristina Kirchner celebró el enojo de De Vido. "Le salió la tanada. Yo no podría haberlo dicho mejor. Pero no te indignes ni te amargues tanto".
Pasó luego a explicar ejemplos del crecimiento del país: "Sé que a muchos no les va a gustar, pero vi crecer la villa 31 desde 1995. Yo me acuerdo de que era, en su origen, chaperío y cartón, prácticamente, y hoy su crecimiento revela también cómo ha crecido la Argentina". Mencionó a los que compran motos y autos usados: dijo que son "los que se incorporan al mercado laboral".
Celebró, además, el boom de los celulares. "Tenemos más de 40 millones de celulares. Si uno va a ver a cualquiera de los obreros que están trabajando en la Casa Rosada o en cualquier obra, lo va a ver con el celular. Yo los veo cuando recorro el país a los más humildes acercarse a sacarse una foto con el celular".
También habló de los aumentos salariales y dijo que el Gobierno "siempre dio aumentos superiores a la inflación". No entró en el resbalidizo terreno de las cifras del Indec.
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