La Ruta del Vino
Imagen en los Valles Calchaquíes
Una experiencia única e inolvidable, poder estar transitando en medio de esas montañas y cerros, con altos paredones y curiosas formaciones geológicas en la Reserva Natural conocida como la Quebrada de Cafayate. Manejar en esos lugares a 1.700 metros sobre el nivel del mar y poder admirar esos paisajes sobrenaturales, fue todo un logro a nivel personal y profesional, periodísticamente hablando. Son 179 kilómetros desde Campo Quijano en Salta, por la ruta provincial 36 a Rosario de Lerma y El Carril, poblaciones en donde ya se comienza a vislumbrar un paisaje agreste hasta llegar a la ruta nacional 68, donde se encuentra Coronel Moldes, en donde las formaciones rocosas van apareciendo para poder entrar en la Quebrada de Cafayate, con sus extrañas y bellísimas formas que componen esos cerros que tienen millones de años.
Imagen recorrió y apreció los paisajes de colores variados y esas increíbles geoformas de gran variedad entre las que se destacan la Garganta del Diablo, El Sapo, El Fraile, Las Ventanas, Los Castillos, y El Anfiteatro, ese monumento natural rojizo de rocas sedimentarias.
Gracias a las indicaciones de nuestro amigo José Luis Suligoy, habitante salteño y conocedor de estas regiones, nos adentramos de lleno en los Valles Calchaquíes, siguiendo la Ruta del Vino con destino a Cafayate, reconocida por la calidad de los vinos que allí se producen, como el famoso Torrontés entre otras variedades de bebidas que son mundialmente conocidas.
El área de producción de vinos más importante de Salta se encuentra en los Valles Calchaquíes; presenta un clima seco y templado, óptimo para el cultivo y producción del Torrontés, única variedad autóctona del país y cepa muy bien adaptada a la región, además de otros vinos de mesa.
Cafayate es una localidad situada en el sudoeste de Salta, provincia que se encuentra en el norte de Argentina y si bien el origen de su nombre puede ser quichua, derivando de la etnia autóctona de los calchaquíes, cuyo idioma era el cacán, hoy prácticamente desconocido por todos, el significado del mismo ha sido motivo de controversias por muchos historiadores y gente del lugar.
Llegar a esa plaza principal en donde hay muchos restaurantes con mesas en las veredas y en las calles mismas que circundan dicho lugar, es algo pintoresco y agradable, con sus ofertas de comidas regionales variadas y el buen vino que ofrecen a los turistas y gente que llega constantemente.
El tamal, la humita, cabrito al torrontés y las deliciosas empanadas salteñas, son algunos de los principales productos gastronómicos, que el visitante pide para saborear estas comidas típicas de Cafayate.
Con nuestros amigos Pablo, María, Néstor y los chicos Mateo y Valentín, recorrimos gran parte de los negocios con artículos variados, galerías de arte, el Paseo de los Artesanos, el Museo Arqueológico, la arquitectura colonial y su Iglesia, que son lugares fundamentales para conocer en esta localidad muy visitada por los miles de turistas que anualmente se acercan, a pesar del largo recorrido para llegar hasta ahí.
Cafayate forma parte de lo que nos hicieron conocer a través de postales y folletos, y realmente ese slogan de “Salta, la Linda”, es realmente eso … no nos mintieron.
- Por José Elpidio Romero – - Fotos: Imagen de Prensa -
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