Por José Elpidio Romero
Orgullo, emoción, lágrimas: El llanto de “un soldado no desconocido”, su nombre, Jorge “Beto” Altieri
"Pude ver mientras hablaba este sufrido hombre, a varios camaradas dentro del recinto, cómo las lágrimas pugnaban por salir libremente, al escuchar y recordar esos momentos vividos que solo ellos podrían relatar y nunca lo van a querer hacer. Sobre un improvisado pedestal, el testigo mudo de un inconfesable infierno de metralla, tiros y gritos, deshilachado, roto pero no vencido, acompaña el relato entrecortado que termina abruptamente cuando “Beto” Altieri siente en su interior un imaginario pero real bombardeo ocurrido hace un poco más de 37 años". Entrar a un recinto como el Centro “2 de Abril”, es como ingresar en un lugar religioso, como una iglesia o algún templo de estas características. Solemne, conmovedor, majestuoso aunque no es gigante, venerable por lo que representa, con esas imágenes que no permiten al que entra, olvidar lo que no se debe nunca olvidar.
Y en esa mañana de Abril de 2019, en que el Concejo Deliberante tuvo la excelente idea de sesionar en la casa de los soldados que fueron ex combatientes de la Guerra del Atlántico Sur, los que tuvimos la oportunidad de estar presentes y presenciar lo que ocurrió, es algo que lo llevaremos por siempre en nuestro pensamiento.
El Presidente del Centro de Ex Combatientes, Roberto Ghelardi, junto a ese grupo de compañeros que lo acompañan en esta gesta malvinense de ocuparse en este tiempo de paz, de que los argentinos de este lugar no olviden el histórico y sangriento episodio del siglo pasado, abrió las puertas para que el gobierno municipal de Paso de los Libres, trabaje en un tema específico que involucraba a todos ellos y por ese motivo dio la bienvenida y fue el anfitrión en este día que nadie olvidará.
Fue claro y explícito el Dr. Gimenez, cuando se refirió a la Ordenanza que se iba a reglamentar, la obligatoriedad de realizar Honras Fúnebres de Héroes de la Patria para los Soldados Conscriptos Ex Combatientes en Malvinas que residan en nuestra ciudad. Citó los beneficios que deben tener todos aquellos que han puesto su vida al servicio de la patria, defendiendo al país en situaciones extremas.
También el titular del Cuerpo Legislativo, Dr. Wilfredo Collinet, hizo mención del importante proyecto que se iba a materializar, haciendo hincapié en señalar los posibles logros que desde ese organismo se pueden concretar, ayudando a favorecer a todos aquellos que merecen tener una mejor calidad de vida y obtener servicios que el gobierno de la ciudad puede concretarlos. Por lo que cuando el Proyecto se puso a consideración de los concejales presentes, el acuerdo fue por unanimidad.
Por su parte, el intendente Dr. Martín Ascúa, aseveró la importancia del trabajo mancomunado que se debe realizar con el Concejo Deliberante, ya que las Ordenanzas que se reglamentan, se convierten en Normas Jurídicas para el ejecutivo municipal, pudiendo el mismo vetar en otras circunstancias, no en este caso específico en que el proyecto era de interés comunitario especialmente para nuestros héroes de Malvinas.
Después de la entrega de distintos recordatorios a los ilustres visitantes que llegaron a la ciudad, ex soldados combatientes, se proyectó un video especialmente preparado por la presencia de Jorge Alberto Altieri, soldado ex combatiente que fue tema nacional e internacional por haber recuperado el casco que lo salvara de morir en la Batalla de Monte Longdon en la Guerra de Malvinas.
A continuación, tal como estaba programado, Jorge “Beto” Altieri fue invitado a exponer el tema de su famoso casco, que fuera llevado al finalizar el conflicto bélico a Londres por un soldado inglés y después de más de 30 años saliera a subasta pública. En el momento en que explicaba esta situación, el ilustre visitante se quebró y el llanto pudo más que su aparente y emotiva serenidad.
Pude ver mientras hablaba este sufrido hombre, a varios camaradas dentro del recinto, cómo las lágrimas pugnaban por salir libremente, al escuchar y recordar esos momentos vividos que solo ellos podrían relatar y nunca lo van a querer hacer.
Sobre un improvisado pedestal, el testigo mudo de un inconfesable infierno de metralla, tiros y gritos, deshilachado, roto pero no vencido, acompaña el relato entrecortado que termina abruptamente cuando “Beto” Altieri siente en su interior un imaginario pero real bombardeo ocurrido hace un poco más de 37 años.
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