Por José Elpidio Romero
El fenómeno Messi: un ídolo sin ser ganador
La gran diferencia que existe con otros excelentes jugadores como lo fueron en su momento, Kempes, Bertoni, el mismísimo Pelé o el crack Diego Armando Maradona, que fueron ídolos y ganadores con sus respectivas Selecciones, es ese carisma indiscutible que tiene Leonel Messi, que se ha convertido en el gran ídolo del mundo futbolístico, sin ser un ganador. La emoción embarga a todos cuando corean su nombre, sin importar si son de River, Boca, Colón y Unión, Talleres o Belgrano, el abrazo se produce espontáneamente y el gran responsable de este sentimiento es sin duda alguna el 10 de la Selección Nacional. Es impresionante la conmoción que provoca Lio Messi en cada uno de los estadios en donde se presenta la Selección Argentina. Y el Arena do Gremio no fue una excepción, ya que chicos y grandes, hombres y mujeres en donde no importa cual es el club del cual son simpatizantes, la consigna es solo una, vivar, aplaudir y ser un hincha más de ese jugador que nunca ha podido ganar con su Selección.
Aquí, posiblemente está la gran diferencia que existe con otros excelentes jugadores como lo fueron en su momento, Pelé y Maradona, ya que los mismos fueron ídolos y ganadores con sus respectivos países, mientras que Messi se ha convertido en el gran ídolo de todos sin ser un ganador.
Y su gran hinchada ha cruzado las fronteras del país, para ser figura indiscutida en todos los campos de juego en donde su fútbol es sinónimo de habilidad, magia y espectáculo.
Lo que he podido observar ahora en Brasil, no solamente es curioso y extraño, sino algo que es raro de entender primero, porque familias enteras oriundas de Porto Alegre y otras ciudades del interior del Estado, aplaudían a rabiar cada vez que Messi agarraba una pelota para hacer lo que realmente sabe, jugar al fútbol.
También las lágrimas que ví en muchos rostros de niños brasileños, cuando el argentino era agredido por sus rivales o le cometían alguna infracción.
Me emocionó ver cómo personas con las camisetas de Boca y River, de Colón y Unión, Talleres y Belgrano, por ejemplo, se abrazaban dejando atrás sus rivalidades y peleas frecuentes, cuando coreaban el nombre de “Messiii ..!!!”
Hoy por hoy, es realmente un fenómeno lo que está pasando con este jugador que es un ídolo indiscutido, como si fuera un verdadero campeón pero que le falta esa corona que simboliza a los que han ganado ese cetro en su especialidad, pero posiblemente sea más meritorio ser ídolo sin haber ganado todavía ese título que merece tener en su vitrina y que tal vez nunca lo gane, pero ya tiene un lugar importante dentro de la historia del ámbito del deporte internacional, que es el trofeo que simboliza para siempre el estar en el pensamiento y corazón de todos sus simpatizantes.
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