El Día de la Memoria
Fuerte presión a los jueces por causas sobre desaparecidos
Definiciones de la Presidenta a 34 años del golpe. Cristina Kirchner advirtió en un acto en la ex ESMA, que recurrirá a tribunales internacionales si no avanzan los juicios. Hubo dos movilizaciones multitudinarias en una Plaza de Mayo dividida.
Con un enérgico discurso, la presidenta Cristina Kirchner amenazó ayer con recurrir a tribunales internacionales si la justicia argentina demora la resolución de los juicios por crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura militar.
"Memoria en construcción", decía un cartel detrás de la Presidenta en el recién inaugurado centro cultural Haroldo Conti, dentro del predio de la ex Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), donde Cristina Kirchner descargó críticas a los jueces a 34 años del golpe de Estado.
Fue ayer al mediodía, horas antes del inicio de tres marchas que colmaron la Plaza de Mayo y sus alrededores para pedir "justicia y memoria". Hubo un ataque de militantes de Quebracho a la sede de la UIA y algunos forcejeos entre representantes de los distintos sectores que participaron de las movilizaciones, pero no se registraron incidentes de gravedad.
"Vamos a ver si nuestra justicia es capaz de atravesar esta verdadera prueba para saber si vivimos en democracia", desafió la Presidenta en su alocución, que fue retransmitida anoche, en diferido, por cadena nacional, mientras con la mano izquierda acariciaba el atril y con la derecha señalaba a Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, a quien le dedicó su promesa de acudir a cortes extranjeras en la causa por la identidad de los hijos adoptivos de la directora de Clarín, Ernestina Herrera de Noble, en la que la agrupación es querellante.
"Si no encontramos justicia en la Argentina, yo, como presidenta, la voy a acompañar a otros tribunales internacionales", le dijo a Carlotto, y levantó el más efusivo aplauso de las cerca de 1500 personas que la escuchaban dentro del edificio que olía aún a pintura fresca.
Un instante después de la advertencia, la Presidenta aclaró que, a pesar de sus críticas, confiaba en la justicia argentina. "Tengo la obligación de creer que va a haber justicia y que, finalmente, luego de tantos años de impunidad del poder mediático, vamos a poder saber y conocer realmente la identidad que usted está denodadamente tratando de buscar" apuntó. Y criticó a un sector de la prensa, a la que no identificó, de ser "un inmenso poder casi extorsivo y mafioso".
A su lado, su marido y diputado Néstor Kirchner asintió cada uno de sus cuestionamientos en la ceremonia oficial, donde la jefa del Estado entregó los premios Azucena Villaflor a la trayectoria en la defensa de los derechos humanos. Los recibieron Julio Morresi, Norberto Palermo y Marcos Weinstein, y familiares del fallecido Eduardo Fermín Mignone, padres cuyos hijos están desaparecidos.
Según sostuvo el ministro de Justicia, Julio Alak, ante LA NACION, después del acto, la idea que analiza el Gobierno es elevar un reclamo ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos o bien ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Cuando el acto ya había terminado y el matrimonio Kirchner era tironeado por los militantes de la Juventud Peronista para fotografiarse con ellos, los ministros del gabinete admitían que la intervención de los tribunales extranjeros no estaba aún definida. "Vamos a esperar a la justicia argentina", insistía Alak.
"Queremos finalmente que se aplique la Constitución, que termine este capítulo tan trágico de los argentinos y podamos dar vuelta esa página de la historia, pero con verdad y con justicia", agregó la Presidenta, y pidió que la defensa de los derechos humanos sea un "valor universal". Fue entonces cuando recordó que el ex presidente de Francia Jacques Chirac se había quejado porque los responsables de la desaparición de ciudadanos franceses siguieran en libertad. "Sentí una inmensa vergüenza porque no tuve respuestas", relató la Presidenta.
Fue casi al final cuando Cristina Kirchner abordó el tema de la búsqueda de identidad de los hijos de desaparecidos. "Cada nieto que aparece es esencialmente una victoria del Estado de Derecho y de la calidad institucional que tanto replican", advirtió. Llegaron otra vez los aplausos.
- Por Mariana Verón -
|