Investigación por enriquecimiento ilícito
Tras los pasos de Jaime
La Justicia buscó balances y documentos comerciales en el departamento porteño del ex secretario de Transporte y en el spa cordobés de su mujer. Ayer, a las cuatro de la tarde, la Gendarmería Nacional golpeó la puerta de tres domicilios. Con una orden de allanamiento firmada por el juez Norberto Oyarbide, miembros de la Unidad Especial de Investigaciones y Procedimientos Judiciales de esa fuerza entraron de manera simultánea al departamento en el que vive Ricardo Jaime cuando duerme en Buenos Aires; a su casa en Córdoba, y al spa de su mujer, Silvia Reyss, también en esa provincia.
Este último emprendimiento es el centro de las sospechas en la causa que investiga al ex secretario de Transporte por enriquecimiento ilícito.
Antes de decidir los allanamientos –que habían sido pedidos por el fiscal Carlos Rívolo–, la causa entró en secreto de sumario para evitar cualquier filtración del operativo. Lo que fueron a buscar son balances y documentación comercial del spa y no descartaban encontrar también papeles que den una pista más sólida sobre los fondos con que se financia el ex funcionario.
Hasta ahora, la hipótesis más firme que sigue este expediente busca demostrar que el centro de belleza que abrió la mujer de Jaime mientras él estaba en funciones necesitó de una inversión que la pareja no puede justificar.
El ex secretario, se sabe, presentó ante la Oficina Anticorrupción declaraciones juradas con un patrimonio que difícilmente le permitiría sostener su nivel de vida.
Según esos valores, cuando asumió en 2003, su patrimonio era de $ 248.700 y al irse de su puesto, el año pasado, esos montos se redujeron a 99.039 pesos. En el medio, Jaime se divorció de su primera mujer y le cedió las modestas propiedades que tenían en común.
Durante todos los años de gestión, sólo declaró el ingreso por el cargo, que nunca superó los diez mil pesos mensuales. Sin embargo, ese sueldo le permitió alquilar un semipiso en Cerrito y Libertador, usar diariamente un departamento en un complejo de alta gama en Puerto Madero, vivir en un country en Córdoba, montarle un spa a su mujer y viajar en familia por el mundo varias veces al año.
Eso, sin contar los vuelos en jet privado que investiga otro juez, y su última aventura: tener a su disposición un lear jet que usaba como si fuera suyo.
Los investigadores están buscando con dinero de qué cuentas bancarias y a nombre de quién pudo vivir esa vida. En ese camino encontraron varios movimientos económicos de Reyss y de la hija de ella, Agostina Jayo.
Ante la Administración Federal de Ingresos Públicos, madre e hija registraron en 2008 el spa bajo el nombre Alosi S.A. El capital original fue de 50 mil pesos y, por lo menos hasta ahora, figuran con el régimen impositivo más bajo.
El de la categoría que reconoce hasta 15 mil pesos anuales de ingresos. Ninguna de las dos presentó declaración jurada de ganancias.
Una familia voladora
El juez Claudio Bonadío está por decidir la situación procesal de Ricardo Jaime en una causa que investiga si recibió dádivas cada vez que voló en jets privados de alquiler pagados por compañías privadas.
En ese expediente están registrados viajes oficiales y también familiares a Brasil, adonde solía ir a visitar a una de sus hijas. En el expediente de Oyarbide, persiguen los aéreos pagados por la familia Jaime.
A pesar de los magros ingresos del ex funcionario, su esposa y su hija pudieron viajar. Agostina, por ejemplo, registra doce viajes al exterior.
|