En una final electrizante por las características del mismo, la Selección Argentina se impuso por penales a Francia y se consagró por tercera vez Campeón Mundial. Con un Messi sobresaliente, un "Dibu" Martinez que estuvo magistral a la hora en que fue protagonista, con un plantel de jóvenes jugadores en su mayoría, Argentina se llevó el preciado galardón para un país que anhelaba y necesitaba de una alegría general en todos los rincones de su territorio y de otros distintos lugares del mundo.

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