Indignante
Vivir dentro del basural también es una realidad en Paso de los Libres
Varias familias, compuestas por más de diez integrantes, conviven diariamente con los residuos y desechos alrededor de sus viviendas. Las autoridades municipales aseguran que están abocadas a tratar de mejorar el ambiente en el que viven. A cualquier hora del día o la noche, en cualquier instante de sus vidas a lo largo de más de 20 años, el sentir un olor que va más allá de cualquier aroma leve o insignificante, ha pasado a ser algo habitual y muy particular en la vida de siete familias que viven dentro de un gran basural, a pocos kilómetros del centro urbano de Paso de los Libres. A tan solo mil metros de la Aduana Argentina, en donde se encuentra la cabecera del puente internacional que une a esta ciudad correntina, con su homónima brasileña de Uruguaiana en Rio Grande do Sul, en un acceso pasando el Parque Municipal de Turismo, se encuentra «El basural», un predio gigantesco en donde se depositan los residuos y la basura que diariamente, los camiones municipales llevan y depositan su carga para que sean extinguidos por la gente que trabaja en el lugar. Pero, en las inmediaciones, en el perímetro que rodea esta gran área de deshechos, como así también dentro del área suburbano de este gigantesco basural, existen precarias viviendas parecidas a cualquier campamento que uno puede ver en la orilla de algún río, en donde distintos grupos de pescadores van a pasar un fin de semana, pero no, acá en esas carpas o toldos parecidos, viven varias familias desde hace mucho tiempo, en donde en los primeros años en que se mudaron a este lugar, lo hicieron con el propósito de tener un asentamiento gratuito y requisar cualquier elemento o alimento, que les permitiera contar con algún ingrediente más para poder subsistir, por los duros momentos que pasaron anteriormente en sus vidas, para ellos y sus hijos. En una visita que hiciera época a este lúgubre lugar, pudo dialogar con una de las madres de esas familias, quien contó que hacía ya dieciocho años que se encontraban viviendo con su marido e hijos en «El basural», más una hermana y su suegra, que reciben ayuda social del municipio y muy contenta porque su marido, pudo «enganchar» un puesto de encargado del predio municipal que se encuentra a pocos metros, que el mayor de sus diez hijos, de diecisiete años, ya comenzó a trabajar y es de una gran ayuda para todos ellos. También se refirió a «lo que más necesitamos habitualmente, es el agua para poder hacer la comida y el «cochengo»(mate cocido con galleta), pero ahora, Gracias a Dios que Peteco nos manda agua todos los días en el camión tanque, porque antes era más difícil y teníamos que acarrear de la orilla del rio Uruguay, era pesado traer los baldes y además era un poco lejos», dijo esta ama de casa de apenas 40 años de edad, pero que representa un poco más por las penurias y sinsabores vividos, pero que a su manera, -tal como lo manifiesta- es feliz con lo que tiene y por tener a toda su humilde familia con ella.
IMAGENES QUE DUELEN Caballos flacos, basura maolholiente, moscas verdes, cubiertas de vehículos quemándose, humareda azul, negra y amarilla, cerdos comiendo restos de cualquier cosa, olores varios difíciles de distinguir de qué es, perros rebuscando a ver qué pueden encontrar que les sirva para saciar su hambre, chicos deambulando por el lugar, también con la misma finalidad de hallar algo para llevar a sus casas, mosquitos por las noches, etc. son algunos de los ingredientes nefastos que en muchos casos, son sinónimos de contraer innumerables tipos de malestares en sus organismos, a consecuencia de la propagación y/o transmisión de dolencias o trastornos varios, de las personas que forman este «grupo marginal», que no quiere decir que se encuentran fuera de la ley, pero sí fuera de cualquier sociedad bien constituída que todos merecen tener. El problema de estas familias carenciadas, es uno de los temas puntuales que ha encarado el ejecutivo municipal Eduardo Vischi, quien comprometió a la comuna libreña a través de la Secretaría de Desarrollo Humano, hacerse cargo de tratar de mejorar las condiciones de vida de estos habitantes, habiendo desarrollado un plan de viviendas conjuntamente con la Fundación «Virgen de Luján» de esta ciudad, para paliar urgentemente las necesidades inmediatas, entregando ya las dos primeras casas nuevas para ser habitadas por la gente de ese lugar, respondiendo a un proyecto que está dando sus frutos, dándoles a las mismas la oportunidad de poder aspirar a algo mejor, para tratar de alejarlos de una zona en donde todos sus miembros, están permanentemente expuestos a la contaminación ambiental del basural propiamente dicho, que les puede acarrear cualquier enfermedad debido a las condiciones en que viven.
|