La actriz mexicana vivió sus primeros tiempos en territorio norteamericano ilegalmente. Antes de llegar a ser una estrella de Hollywood, fue discriminada por productores y directores. Mientras promociona su última película relata las tristes experiencias vividas en el inicio de su carrera.

Salma Hayek, de 44 años, confesó que cuando llegó a los Estados Unidos lo hizo en forma ilegal, viviendo durante un tiempo escondiéndose de las autoridades por miedo a que la deportaran.

También afirmó que fue brutalmente discriminada por productores y directores, que no concebían que una "chicana" pudiera desempeñar papeles destacados en producciones de gran envergadura.

En una reciente entrevista para la prensa española, promocionando su película "Frida", en donde protagonizó la vida de la artista plástica mexicana, Salma relató su triste experiencia al inicio de su carrera, por la descriminación racial que sufrió en la meca del cine.

"Tuve que superar muchos obstáculos para poder llegar a ser lo que hoy soy", dijo Hayek, confesando que "pese a todo lo vivido pude destacarme por mis condiciones en un set de filmación que me llevaron a ser una de las más cotizadas de Hollywood", culminó esta excelente actriz que nació en el Estado mejicano de Veracruz.