Por décima tercera vez
Carnaval de Río: Beija-Flor se coronó campeona con su historia de Roberto Carlos
Con un desfile dedicado a relatar la historia de vida del "rey de la canción romántica" de Brasil, Roberto Carlos, la escuela de samba Beija-Flor de Nilópolis consiguió nuevamente el título de campeona del Carnaval de Río de Janeiro. El astro, quien cumplirá 70 años de edad en abril y que en 2009 festejó medio siglo de carrera, dijo que el título representó "una de las más grandes -sino la más grande- consagración que he recibido en mi vida".
"No encuentro palabras para expresar qué significó para mí", agregó, en declaraciones a la TV Globo recogidas por la agencia alemana DPA.
Beija-Flor, que fue la última de las doce "escolas do samba" en presentarse en el Sambódromo en la madrugada del martes, logró arrancar manifestaciones de entusiasmo del público, principalmente durante el paso de la última carroza alegórica, que transportaba al propio Roberto Carlos vestido de blanco y azul, rodeado por 300 niños y delante de una gigantesca imagen de Jesucristo con los brazos abiertos, en una alusión a su fe.
"La fuerza de la comunidad y el carisma de Roberto Carlos hicieron la diferencia en esta victoria", afirmó Neguinho, el cantante oficial de Beija-Flor de Nilópolis, al festejar el triunfo del desfile titulado "La Simplicidad de un Rey" y que reunió a 4.000 músicos y bailarines y presentó ocho carros alegóricos.
Pese a que muchos analistas calificaron la presentación del grupo de "correcta, pero fría" y de "excesivamente tradicional", la escuela obtuvo anoche del jurado del Carnaval 299,8 de los 300 puntos posibles y superó por 1,4 puntos a su principal rival en la lucha por el título, el campeón del año pasado, Unidos da Tijuca, que encantó al público y a la crítica con una presentación dedicada a las películas de terror.
Aún antes de que concluyera la lectura del veredicto del jurado, miles de integrantes y admiradores de Beija-Flor se pusieron a celebrar el título en la sede del club, en el municipio de Nilópolis -vecino a Río-, en una fiesta que se prolongaba en la madrugada del jueves.
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