A los 89 años
Murió Lidia Gueiler, la única mujer que fue presidenta de Bolivia
Su nieto, Eduardo Siles, confirmó la muerte "por causas naturales" de Gueiler Tejada, quien murió "en la traquilidad de su hogar y junto a su familia, después de estar varias semanas con la fuerza física disminuida", informaron las agencias Ansa y ABI. Lidia Gueiler, la única mujer que fue presidenta de Bolivia y una de las dirigentes salientes de la revolución nacionalista de 1952, murió hoy en La Paz, a los 89 años. Gueiler asumió la presidencia de Bolivia a los 58 años, en noviembre de 1979, tras el fracaso del golpe militar de Alberto Natusch Bush, luego de 16 días de resistencia civil, cuando el Congreso decidió entregarle el poder a la entonces jefa de la Cámara de Diputados.
La mandataria fue derrocada el 17 de julio de 1980 por un golpe que encabezó el entonces comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, Luis García Meza.
Durante su interinato de ocho meses enfrentó una crisis económica que la obligó a devaluar la moneda en 20 por ciento y alentó el golpe militar después de las elecciones de junio del 1979 que ganó la izquierdista Unidad Democrática Popular, encabezada por Hernán Siles Zuazo y Jaime Paz Zamora.
Gueiler, cuya vida corrió riesgo en marzo de 1980, cuando un oficial borracho intentó matarla en su alcoba presidencial, en la residencia oficial de la barriada de San Jorge, eligió entregar el poder a García Mesa, que ya había desatado una carnicería en La Paz y otras ciudades de Bolivia.
Enrolada en el ala izquierdista del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), que promovió la revolución popular de 1952, Gueiler fue diputada en el Congreso instalado en 1979, apuntalada por el Frente Revolucionario de Izquierda, partido del que fue titular.
Autora de dos libros, entre ellos "Mi pasión de lideresa", en el que narró su vida política, la ex mandataria se había casado con un oficial paraguayo a quien, muy joven, conoció en los estertores de la llamada Guerra del Chaco, que enfrentó a Bolivia y Paraguay entre 1932 y 1935.
Después del golpe en el que fue derrocada debió exiliarse, fue luego embajadora en Colombia y en Venezuela, y en 1993 se retiró de la vida política.
El gobierno de Evo Morales lamentó hoy la muerte, expresó sus condolencias a la familia y anunció que "se cumplirán en su honor todos los actos protocolares propios de una luchadora social".
El vocero del Ejecutivo, Iván Canelas, anunció la realización de homenajes póstumos en la Asamblea Legislativa y en el Palacio de Gobierno.
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